Camino de Santiago iniciación etapa 3 de 5 - 16 de junio de 2017. Vilaserio - Olveiroa

Esta mañana nos proponemos salir muy temprano del albergue Casa Vella en Vilaserio dadas las previsiones de calor. Al final hemos comenzado el Camino sobre las 7:50, más tarde de lo previsto.
Las primeras 3 horas de Camino han sido aceptables, la cuarta dura, y la quinta penosa. El sol daba muy duro en una etapa con más asfalto del deseable.
Hemos hecho una parada rápida de avituallamiento y reposición de fuerzas pasada la mitad de la etapa prevista, poco antes de ver a lo lejos el embalse de Fervenza. 
Curiosamente (para que veáis lo que es la naturaleza humana) las peregrinas que más hablan son las que menos se hidratan en la ruta, bebiendo menos que un camello suelto en el centro mismo del Sahara, mientras que los peregrinos que hablamos menos nos hemos ido hidratando cada poco. A más hablar menos beber. Mañana estoy por ir recitando los Episodios Nacionales de Galdós por el Camino, y así paso de cargar y recargar la cantimplora, que pesa lo suyo.
De la ruta poco que contar, ya que ha sido poco atractiva en paisaje (uno ya se acostumbra a ver campo verde, flores en el borde del Camino, pueblitos, etc), exceptuando los continuos paisajes dignos de fondos de pantalla para los ordenadores.
Por último, relatar la llegada a Olveiroa, ya que a falta de 4 km nos apareció un cartel que ponía que el albergue-Pension Casa Loncho (fin de la etapa) estaba a 2,2 km. 
Un lumbrera el que midió la distancia, porque te haces la ilusión de que quedan un par de curvas para llegar, y sientes en tus maltratadas piernas que son 4 curvas, 2 cuestas, 3 rectas largas.., y todo ello bajo un sol tipo andaluz, de gallego nada. Mamón el aprendiz de topógrafo que midió la distancia.
La llegada: cervezas, acuarius y agua, ducha, lavadora, comida,…., y el cúlmen: reposo en la habitación superguay que tenemos, principalmente porque no hay valiente que se ponga a pasear ahora por la calle. Cuando caiga el sol iremos a un arroyuelo cercano para meter un poco los pies.
Mañana parece ser que el calor va a ir en aumento y la etapa tiene menos sombras que el desierto de Kalahari, así que lo dicho, tocará hablar por los codos para no tener que beber tanta agua.