CAMINO DEL BESAYA (CALZADA DE LOS BLENDIOS) : Etapa 2 Santillana del Mar-Los Corrales de Buelna

Salimos hoy de la arteria principal de Santillana del Mar, la calle Cantón, para cruzar la población y dejarla pasando junto al Museo Diocesano Porta Coeli. Nos alejamos de Santillana siguiendo la carretera CA-133 y más adelante, tomando a la derecha la CA-134 donde un indicador señala los 2 km a las cuevas de Altamira. Siguiendo las señales pasaremos primero por Herrán y más adelante por Vispieres, además de pasar casi sin darnos cuenta por encima de la CA-136 , por un tramo de prado. La carretera supera ese trozo a través de un túnel. Llegaremos en descenso a Puente San Miguel pasando por el parque de la Robleda, donde podemos ver una réplica de la casa de juntas donde en esa localidad, en 1778, se firmó el acta constitucional de la Provincia de Cantabria. Antes de cruzar el puente a la izquierda tenemos un homenaje a los pasantes y al escudo municipal, adornado por un simpático perro. Cruzado el puente sobre el río Saja, a la izquierda, nos queda la Ermita de los Valles. Pasamos la rotonda y entre casas comenzamos a subir pasando por las casas de Helguera y por debajo de la A-8 hasta llegar a una rotonda donde vemos las instalaciones de la antigua mina de Zinc de Reocín. La señalización allí es un poco confusa porque a un lado encontramos una cruz de GR bastante borrada que invita a no seguir subiendo por la carretera, y de la misma manera vemos marcas de GR bastante difuminadas que indican seguir la carretera que baja a la izquierda. Si hacemos caso a esa antigua por lo visto señalización, veremos que cuando comenzamos a adentrarnos en un bonito bosque de eucaliptos, una valla metálica infranqueable con señales de peligro, cortan el camino. Quién sabe si cuando se señalizó el camino por primera vez el trayecto seguía esa dirección. Como se ve en el track hay que seguir subiendo siguiendo la carretera pasada la rotonda. Al cabo de unos metros del ascenso, una flecha amarilla en el suelo nos indicara que vamos en el camino correcto. Casi acabada la subida a la izquierda una maltrecha parada de bus nos invita a tomarnos un respiro. Desde allí, ya se ve la rotonda con una cruz en el centro, desde la cual tendremos una magnífica vista de la balsa de la que fue la antigua mina. Seguiremos bajando pasando dos rotondas hasta salir a la carretera secundaria CA-800. La seguiremos hasta llegar a un cruce en una subida, que tomaremos a la derecha. Un indicador de madera nos señala también que vamos hacia el barrio de la Iglesia. En el cruce donde comienza un fuerte descenso hacia los barrios de El Gurugú y Bendicó, vale la pena acercarse a la modesta ermita de San Lorenzo, sobretodo si como fue el caso, la vemos abierta. Pasados los dos barrios indicados volvemos a subir hasta llegar a una casa con multitud de perros y otros animales, pasada la cual, cogemos la pista asfalta que desciende fuerte a la izquierda adentrándose a una zona boscosa. La carretera vuelve a subir y llegados al cruce con otra carretera donde hay una señal hacia Mercadal, la tomamos a la izquierda en progresiva bajada hasta el pueblo de curioso nombre, Yermo, donde destaca sobremanera la soberbia iglesia de Santa María de Yermo, una de las iglesias románicas más curiosas e interesantes de la zona. Allí, en el recinto de la Iglesia, que bien merece una detenida pausa, tenemos un punto de agua. Dejamos Yermo tomando al poco un camino a partes empedrado, que desciende a la derecha y que a la sombra, previo paso bajo el túnel de la A-68, nos deja en la traficada N-611, encontrándonos con una simpática escultura metálica, quien sabe si un pastor o un peregrino, con fuente incorporada. Hacemos la rotonda y entramos en Riocorvo, población patrimonio por sus muchas casas barrocas blasonadas. Girando a la derecha tomaremos la carretera con carril bici y peatonal, que discurre a tocar del Río Besaya, pasando por un antiguo leguario y por el magnífico Balneario de Caldas de Besaya. Esta senda verde y de los leguarios, concluye a la altura del polígono industrial de Barros. Siguiendo la señalización, llegaremos a la población, que dispone de restaurantes y alojamientos si queremos parar algo antes de Los Corrales de Buelna. La señalización nos lleva a pasar por la Ermita de Santa Ana y el Parque de las Estelas, donde se conservan dos de las estelas cántabras más importantes. Precisamente la conocida como Estela de Barros, por ser encontrada en esta población, es la que forma parte del escudo de Cantabria. Siguiendo las señales llegaremos a otro pequeño pueblo de Los Corrales de Buelna, San Mateo, y la señalización nos lleva a cruzarlo y comenzar después una bonita pero exigente subida por el monte, con un pequeño tramo de calzada incluso, donde tendremos espectaculares vistas del valle, de la cantera Fausto, de los Corrales de Buelna obviamente, o de Puente Viesgo ya más lejos. El bonito camino acaba a la altura de una casa donde comienza el descenso a la izquierda que nos deja a tocar de la autopista A-67, que cruzaremos por debajo para entrar ya en la población. Siguiendo a la derecha la Avenida de Cantabria, arteria principal de la población, llegaremos a la Plaza de la Constitución donde daremos por concluida la etapa.
Atención:
Si se quiere evitar el bonito tramo por el bosque a partir de San Mateo, bien sea porque estamos justos de fuerzas si vamos a pernoctar allí, o porque nos interese ir a Los Corrales de Buelna si hemos elegido por opción quedarnos en Barros, por ejemplo, podemos seguir la carretera en vez de la señalización, por un cómodo carril acera adyacente a la misma, que recorta a la mitad los aproximadamente 3 km por el trazado señalizado que separan Barros de Los Corrales de Buelna, población importante con todos los servicios.