Camino del Cid con Autocaravana/Senderismo: 27ª.Etapa Checa-Pinilla de Molina

27ª.Etapa entre Checa y Pinilla De Molina, comienzo duro y exigente y resto haciendo la “cresta”. En algunas imágenes y vídeos os podéis creer que es el norte de España, es el Parque Natural de Alto Tajo en la provincia de Guadalajara.

Es posible que Checa sea un pueblo nacido del impulso repoblador del siglo XII tras la conquista de estas tierras por Alfonso I el Batallador. En 1138 pasó a formar parte del recién constituido Señorío de Molina. A partir del siglo XV el enclave comenzó a cobrar importancia principalmente gracias a la ganadería, pero también a la madera de sus bosques y la existencia de ferrerías.

Checa, a la vera del río Cabrillas, se encuentra en un entorno natural de sierra con parajes naturales muy interesantes. Su término municipal forma parte del Parque Natural del alto Tajo. El pueblo, atractivo y en cuesta, aunque cómodo para el viajero, es recorrido por un arroyo que discurre caprichosamente por sus calles y que hay que cruzar por varios puentecitos de piedra. Llama la atención, de su trazado irregular, sus casas encaladas en blanco, algunos caserones señoriales, o casonas molinesas, de los siglos XVII y XVIII, y su iglesia, del siglo XVII, en cuyo costado hay un pequeño mirador hacia el valle.

Chequilla es un pueblo pequeño, empequeñecido más si cabe entre el entorno agreste y poderoso del Parque Natural del Alto Tajo. La base de su suelo, predominantemente roca arenisca, ha llevado a sus habitantes a horadar en la tierra para construir habitaciones y despensas subterráneas dentro de las casas de fachadas encaladas y, en general, a adaptarse o aprovechar las particularidades del terreno.
Es posible que esa fuera la causa de su asentamiento aquí: la protección que ofrecían las formaciones rocosas, tanto para los hombres como para los animales.

Chequilla es, en realidad, un bonito parque geológico, un antiquísimo museo de piedra al aire libre, y es conocida particularmente por sus caprichosas formaciones geológicas: se trata de monolitos de arenisca roja creados por la erosión del viento y el agua, dando lugar a una pequeña "ciudad encantada". El viajero puede entrar entre esas formaciones e imaginar en sus contornos figuras de objetos o animales.  

Megina es uno de los pueblos cuya historia está ligada al Señorío de Molina, un amplio territorio con capital en Molina de Aragón creado en el siglo XII tras la conquista aragonesa del otrora señorío musulmán. Megina era una de las muchas aldeas que jalonaban los aún hoy agrestres territorios del Alto Tajo.

Megina es una pequeña localidad encastrada en un pequeño valle del Parque natural del Alto Tajo. El casco urbano se encuentra en la margen derecha de un pequeño arroyo cuyo cauce seguimos para llegar a una impresionante hoz, a las afueras del pueblo, en cuyo barranco calcáreo -habitado por buitres, alimoches, y otras aves rupícolas- se observan fantásticos pliegues tectónicos y otras curiosidades geológicas. Vale la pena acercarse hasta aquí, después de un corto paseo desde el pueblo, para admirar las cicatrices y contorsiones de la tierra, preludio del espectáculo geológico que deparará al viajero que se adentre en este tramo del Camino del Cid.