Camino del Cid con Autocaravana/Senderismo: 41ª.Etapa Somaén-Salinas de Medinaceli
near Somaén, Castilla y León (España)
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Itinerary description
41ª.Etapa entre Somaén y Salinas de Medinaceli, el pueblo de Somaén ubicado en un desfiladero con un encanto especial para mi. Comienzo con piso asfaltado en paralelo a las vías del tren del tramo Madrid-Zaragoza y por el cauce del Río Jalón hasta Lodares, a partir de ahí por senderos y caminos agrícolas hasta Medinaceli pueblo medieval.
La localización estratégica de Somaén, entre Medinaceli y Arcos de Jalón, posibilitaba durante la Edad Media el control sobre el desfiladero del Jalón. Aunque no existe documentación al respecto, posiblemente los árabes ocuparon este emplazamiento y construyeron una fortaleza. Somaén es palabra árabe y, aunque su significado es ambiguo, para algunos autores quiere decir "dos torres". En todo caso se han documentado presencia humana desde el Neolítico, mediante el hallazgo de vasijas campaniformes en la llamada Cueva de la Mora.
Jubera es un pequeño municipio de la provincia de Soria perteneciente a Arcos de Jalón, situado entre Lodares de Medinaceli y Somaén, en la antigua Nacional II. El pueblo descansa sobre una ladera de montaña a una altitud de 945 m.
En tiempos hubo posada y portazgo. La historia nos dice que este pueblo y su castillo, una antigua fortaleza iniciada en el siglo X y hoy en ruinas, los compró el arzobispo de Sigüenza a un particular en 1317 con el fin de que los fieles tuviesen asilo en caso de guerra. Una reclamación del año 1392 ante el rey nos esclarece que los moros labradores de Jubera protestaron por ser discriminados y obligados a pagar más impuestos que los pocos cristianos que había en la zona.
Todavía en 1457, casi siglo y medio después de la compra, el Señor Obispo de Sigüenza y Señor Conde de Medinaceli pleiteaban sobre sus límites. En el siglo XVIII y con cierta industria textil, se quema la aldea, destrucción que aprovecha el entonces obispo, Juan Díaz Guerra, para reconstruirla. En 1782, en el llamado Lugar Nuevo, se construyeron tremendos bloques de viviendas de piedra de sillería, enormes vigas de madera, balcones de hierro... Jubera mantiene algunas de esas construcciones. A la entrada del pueblo, además, el viajero encontrará una espadaña de piedra roja que conserva todas sus campanas.
Lodares se encuentra en el valle del río Jalón, a casi 1.000 metros de altitud, en una orografía cortada por la autovía, entre laderas rasas de vegetación arbustiva. Es un pequeño núcleo de población, similar a la aldea que fue en tiempos, vinculada al menos a partir del siglo XVIII a la existencia de una casa de postas: por entonces Lodares era intersección de varios caminos de "carruaje" y "herradura" procedentes de Madrid y Sigüenza, y que allí convergían hacia Zaragoza como destino principal. En la casa de postas los viajeros hallaban descanso y también las bestias, que eran reemplazadas llegado el caso. De esta casa no queda nada, o tal vez sí: junto a la pequeña iglesia del pueblo hay un edificio derruido con un arco de medio punto que algunos identifican con la casa de postas y otros con una torre de vigilancia. En cualquier caso la casa de postas existió: precisamente el sello del salvoconducto de Lodares rinde homenaje a este servicio utilizando como motivo un lacre con el que se sellaban las cartas hasta entrado el siglo XX, mucho antes, claro, de la aparición de internet y los ordenadores. Al otro lado de la carretera hay un viejo molino de los cuatro o cinco que, se dice, hubo en la localidad.Desde Lodares y por el camino del Cid accedemos al despoblado de Corvesín, uno de los muchos pueblos sorianos ya abandonados. Pasear por sus casas semiderruidas produce siempre en el viajero sensaciones contradictorias.
A la mañana siguiente se ponen a andar, en la llamada Medina se iban a albergar y de Medina a Molina en otro día van Versos 2878 y ss. CMC.
El Cantar cita Medinaceli en varias ocasiones como importante lugar de paso fronterizo en los viajes que realizan las huestes y familiares del Cid entre Castilla y Valencia. Aunque del Cantar se infiere que Medinaceli era plaza castellana, en realidad fue territorio musulmán en vida de Rodrigo, ya que Medina, muy importante por su posición estratégica, no fue tomada por Alfonso VI hasta el año 1104, cinco años después de que el Cid muriera en Valencia. Algunos estudiosos creen que el autor del Cantar, o uno de los autores si estos fueron varios, pudo ser de Medinaceli.
Ubicada en un alto imponente desde donde se divisan varios valles, Medinaceli, en tiempos del Cid, fue codiciada por cristianos y musulmanes, cambiando de mano varias veces entre los reyes de las taifas de Toledo y de Zaragoza. La Historia Roderici cuenta que el Cid celebró combate con un musulmán de Medinaceli, al que venció y dio muerte. Este tipo de combates servía para dirimir pleitos; no se sabe cuándo tuvo lugar este combate, sólo que fue posterior al celebrado contra el caballero navarro Jimeno Garcés, este en 1067, por el cual obtuvo el sobrenombre de Campeador.
La tradición cuenta que Almanzor, muerto de regreso a Córdoba tras saquear San Millán de la Cogolla en 1002, fue enterrado en Medinaceli con parte de su tesoro.
La localización estratégica de Somaén, entre Medinaceli y Arcos de Jalón, posibilitaba durante la Edad Media el control sobre el desfiladero del Jalón. Aunque no existe documentación al respecto, posiblemente los árabes ocuparon este emplazamiento y construyeron una fortaleza. Somaén es palabra árabe y, aunque su significado es ambiguo, para algunos autores quiere decir "dos torres". En todo caso se han documentado presencia humana desde el Neolítico, mediante el hallazgo de vasijas campaniformes en la llamada Cueva de la Mora.
Jubera es un pequeño municipio de la provincia de Soria perteneciente a Arcos de Jalón, situado entre Lodares de Medinaceli y Somaén, en la antigua Nacional II. El pueblo descansa sobre una ladera de montaña a una altitud de 945 m.
En tiempos hubo posada y portazgo. La historia nos dice que este pueblo y su castillo, una antigua fortaleza iniciada en el siglo X y hoy en ruinas, los compró el arzobispo de Sigüenza a un particular en 1317 con el fin de que los fieles tuviesen asilo en caso de guerra. Una reclamación del año 1392 ante el rey nos esclarece que los moros labradores de Jubera protestaron por ser discriminados y obligados a pagar más impuestos que los pocos cristianos que había en la zona.
Todavía en 1457, casi siglo y medio después de la compra, el Señor Obispo de Sigüenza y Señor Conde de Medinaceli pleiteaban sobre sus límites. En el siglo XVIII y con cierta industria textil, se quema la aldea, destrucción que aprovecha el entonces obispo, Juan Díaz Guerra, para reconstruirla. En 1782, en el llamado Lugar Nuevo, se construyeron tremendos bloques de viviendas de piedra de sillería, enormes vigas de madera, balcones de hierro... Jubera mantiene algunas de esas construcciones. A la entrada del pueblo, además, el viajero encontrará una espadaña de piedra roja que conserva todas sus campanas.
Lodares se encuentra en el valle del río Jalón, a casi 1.000 metros de altitud, en una orografía cortada por la autovía, entre laderas rasas de vegetación arbustiva. Es un pequeño núcleo de población, similar a la aldea que fue en tiempos, vinculada al menos a partir del siglo XVIII a la existencia de una casa de postas: por entonces Lodares era intersección de varios caminos de "carruaje" y "herradura" procedentes de Madrid y Sigüenza, y que allí convergían hacia Zaragoza como destino principal. En la casa de postas los viajeros hallaban descanso y también las bestias, que eran reemplazadas llegado el caso. De esta casa no queda nada, o tal vez sí: junto a la pequeña iglesia del pueblo hay un edificio derruido con un arco de medio punto que algunos identifican con la casa de postas y otros con una torre de vigilancia. En cualquier caso la casa de postas existió: precisamente el sello del salvoconducto de Lodares rinde homenaje a este servicio utilizando como motivo un lacre con el que se sellaban las cartas hasta entrado el siglo XX, mucho antes, claro, de la aparición de internet y los ordenadores. Al otro lado de la carretera hay un viejo molino de los cuatro o cinco que, se dice, hubo en la localidad.Desde Lodares y por el camino del Cid accedemos al despoblado de Corvesín, uno de los muchos pueblos sorianos ya abandonados. Pasear por sus casas semiderruidas produce siempre en el viajero sensaciones contradictorias.
A la mañana siguiente se ponen a andar, en la llamada Medina se iban a albergar y de Medina a Molina en otro día van Versos 2878 y ss. CMC.
El Cantar cita Medinaceli en varias ocasiones como importante lugar de paso fronterizo en los viajes que realizan las huestes y familiares del Cid entre Castilla y Valencia. Aunque del Cantar se infiere que Medinaceli era plaza castellana, en realidad fue territorio musulmán en vida de Rodrigo, ya que Medina, muy importante por su posición estratégica, no fue tomada por Alfonso VI hasta el año 1104, cinco años después de que el Cid muriera en Valencia. Algunos estudiosos creen que el autor del Cantar, o uno de los autores si estos fueron varios, pudo ser de Medinaceli.
Ubicada en un alto imponente desde donde se divisan varios valles, Medinaceli, en tiempos del Cid, fue codiciada por cristianos y musulmanes, cambiando de mano varias veces entre los reyes de las taifas de Toledo y de Zaragoza. La Historia Roderici cuenta que el Cid celebró combate con un musulmán de Medinaceli, al que venció y dio muerte. Este tipo de combates servía para dirimir pleitos; no se sabe cuándo tuvo lugar este combate, sólo que fue posterior al celebrado contra el caballero navarro Jimeno Garcés, este en 1067, por el cual obtuvo el sobrenombre de Campeador.
La tradición cuenta que Almanzor, muerto de regreso a Córdoba tras saquear San Millán de la Cogolla en 1002, fue enterrado en Medinaceli con parte de su tesoro.
Waypoints
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3,953 ft
Medinaceli
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