Camino del Cid con Autocaravana/Senderismo: 55ª.Etapa Aldea de San Esteban-Castillejo de Robledo

55ª.Etapa entre Aldea San Esteban y Castillejo de Robledo, sigo con la misma rutina de caminos agrícolas entre extensas plantaciones de cereales y el final una fuerte subida para para seguir por una gran llanura de pinos, y cereales.

Ellos han llegado a la orilla del Duero,
en la Torre de doña Urraca él las dejó
Cantar, 2811 y ss CMC.

Se desconoce el lugar exacto donde se encontraba la Torre de Doña Urraca citada en el Cantar, y donde Félez Muñoz dejó a salvo a sus primas después de encontrarlas malheridas y abandonadas en el robledal de Corpes. Muy posiblemente ese lugar sea un cerro llamado La Torre, junto al llano de Urraca, que se halla en el límite mismo con Soto de San Esteban. Al margen de esta cuestión, es posible que existiera una atalaya musulmana  que se comunicara visualmente con Peñalba y San Esteban.

Aldea de San Esteban es una pequeña población por la que discurre mansamente el río Pedro, un afluente del vecino Duero. De época medieval es la iglesia parroquial de Santa María La Menor, que si bien es predominantemente gótica, guarda algunos elementos de estilo románico.

El pueblo pertenece a la denominación de origen vitivinícola de Ribera del Duero. Sobre un promontorio a las afueras de la población se amontonan las puertas de las bodegas tradicionales, horadadas en el tierra, generando un curioso efecto visual. 

Muy cerca se encuentra la Torre de Doña Urraca, el lugar donde probablemente descansaron las hijas del Cid tras haber sido ultrajadas por sus esposos, los infantes de Carrión, en el robledal de Corpes.

Miño de San Esteban es un pequeño pueblo de menos de un centenar de habitantes. Destaca entre los muros de piedra del pueblo la torre campanario de la iglesia de San Martín, más grande de lo acostumbrado, en cuya base aún pueden verse los restos de una torre de defensa. La iglesia cuenta con buena sillería, y es de estilo románico y gótico; es de una sola nave; adosada a esta está la galería de nueve arcadas, todas decoradas con sencillos motivos florales excepto una donde aparecen esculpidas unas aves. En el capitel izquierdo de la iglesia aparece la imagen bíblica de Sansón luchando contra el león, mientras que en el izquierdo aparecen unos grifos.

Posiblemente el origen de Valdanzo se halle en la antigua villa romana de la que aún hoy se conservan sus restos arqueológicos, en los que han aparecido mosaicos. Las villas romanas eran mucho más que la residencia de un aristócrata o potentado: eran centros económicos y administrativos autoabastecidos, con su propia guardia y población que giraba en torno a la figura del dueño de la villa.

Valdanzo es una pequeña localidad soriana de casas de piedra, de sillería, mampostería y adobe, con menos de 100 habitantes. Se encuentra en el cinturón de los pueblos de la ribera del Duero. El pueblo se alza sobre una loma bajo la que discurre, entre altos chopos, el río Valdanzo, predominando en su paisaje los campos de labor, las vides y surcos que sortean cereal de secano. De aguas abundantes, sin duda el viajero podrá calmar su sed en alguna de las once fuentes de la localidad.

La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción resulta ser una visita recomendable: posee un conjunto escultórico de imaginería  gótica muy singular -el Descendimiento- y aún conserva algunos restos románicos y góticos. Un arco toral de estilo románico deja entrever las pinturas de algún anónimo artista.

También pueden hallarse restos románicos en las ruinas de la ermita. Valdanzo dispone además de un pequeño centro etnográfico. Para las visitas, tanto al centro como a la iglesia, es preferible solicitar la información en el mismo pueblo.
Muy cerca de Valdanzo se halla Castril, hoy despoblado, según cuenta la tradición por una plaga de culebras,  donde aún pueden verse los restos de una antigua ermita románica.