CAMIÑO DO FERRADAL

Esta ruta resume de manera perfecta todos los atractivos e inconvenientes que presentan las recorridos de esta zona de Galicia.
Atractivos entre los que se encuentran una variedad paisajistica y etnográfica dificilmente igualables en otras regiones de Galicia. En un recorrido de apenas 12 kms se transita por zonas de vegetación de corte mediterrano, con alcornoques, olivos..., pinares, bosque de ribera, pequeñas zonas de fraga en las que la abundancia de agua y verde nada tiene que envidiar a las famosas Fragas do Eume. Se observan ferrerías, caleiras, albarizas, sequeiros... y hasta un tunel romano.
Los inconvenientes se concentran en el estado de abandono de los caminos. Se habilitan nuevas rutas que permiten rellenar preciosos folletos turísticos, pero después no se mantienen. No puedo decir si limpian menos que en otros lugares o simplemente el clima y el tipo de vegetación provoca que los caminos se cierren antes que en otros lugares, pero la realidad es que para recorrer los senderos de la zona de Quiroga - Caurel hay que ir siempre con un plan b o incluso c porque por muy anunciado y señalizado esté un camino nunca sabes cuando tendrás que dar vuelta porque resulta imposible avanzar.
En este caso la jornada empezó mal. Nada más iniciar el camino un cartel indicaba que la ruta no se podía continuar por encontrarse en obras. Por una vez, las cosas se hacían bien y se anunciaba convenientemente el mal estado del camino. A pesar de ello, siendo una ruta lineal y no siendo fácil conseguir que me recojan al finalizar la ruta, me animé a continuar. Suponía que estarían desbrozando. La primera parte es la más dura del recorrido por ser una continua subida que en su mayor parte transita por zonas despejadas o pinares, con lo que el calor se hace más evidente. Al poco de empezar se anuncia un desvío a la Cueva de Ricopete, a la que no intenté llegar para poder cumplir la hora prevista de llegada. Después de la fuerte subida se inicia una igual de pronunciada bajada que nos lleva nuevamente al nivel del Río Soldón. Entre medias se pasa delante de la Ferrería de Paradaseca, tan grande como abandonada. Tras llegar al Rio Soldón, se vuelve a experimentar una nueva subida importante que culmina al pasar por un puente en estado bastante ruinoso. Llegado a este punto, estoy bastante convencido que la razón del cartel de cerrado es por la maleza, ya que por tramos se hace dificil avanzar, y más al ir en pantalón corto (el calor lo hacía aparentemente recomendable, pero los múltiples arañazos y picores que tuve que soportar a lo largo de la ruta demostraron que fue un error). Pronto se alcanza el desvío a la Pena Furada, tunel romano que según se explica en los paneles informativos se utilizaba para poder aplicar una técnica extractiva del oro muy similar a la de las conocidas Médulas. A partir de aquí (punto casi intermedio del camino) y hasta el final, el camino va a alternar continuas subidas y bajadas. Unos dos kilometros después encuentro la auténtica razón del cartel inicial: un puente, que cruza a una altura muy significativa el río Soldón, tiene una señal de prohibido el paso. Aparentemente no se ve en peor estado que el anterior, pero la altura que hay con respecto al río y su mayor longitud desaconseja hacer la prueba. A pesar de ello, y para evitar tener que dar vuelta pruebo la opción de cruzar el río y no plantea mayor problema. Aunque en ese punto pasa bastante por debajo del nivel del camino, se accede a el relativamente fácil. Y aunque tiene varios metros de ancho, su profundidad (hay que tener en cuenta, eso si, que es junio) es escasa, no me llega a las rodillas. El único problema es que voy sin chanclas y sin toalla, pero al menos puedo continuar el camino. Poco después de este punto tenemos una buena visual de la mayor parte del camino que nos queda por delante, con el pueblo de Paradapiñol al fondo. Pronto se entra en el entorno de los "regos" de cereixido y fiais, en un entorno precioso, con mucho verde, pincheiras, cuidados puentes de madera...Tras pasar el desvío a Parapiñol, se afronta la parte final del recorrido, que por momentos se vuelve a cerrar bastante. El final tiene lugar en la Ferrería de Rugando, habilitada en la actualidad para turismo rural. Un entorno provilegiado, punto de inicio de otras rutas interesantes.
Finalizada la ruta, el cartel de ruta cerrada se antoja excesivo. Se agracedería una mejor indicación de la causa del cierre y la alternativa existente. Para alguien que se haya desplazado desde un lugar lejano con la idea de hacer esta ruta, el tener que dar la vuelta por este problema que no es insalvable puede resultar un fastidio.
Confío en que se arregle pronto el puente, aunque mientras tanto, una toalla y unas chanclas junto al pantalón largo son más que recomendables para iniciar esta ruta.
Si no tenemos a quien nos recoja, una alternativa es empezar la ruta desde Paradapiñol y hacer el recorrido de ida y vuelta hasta la Pena Furada. De esta forma, se convertiría en un recorrido de solo 10 km y que concentraría la que para mi es la parte más interesante de la ruta. Eso si, coincidiría con el paso del puente cortado