CAMINO FRANCÉS Trabadelo - Fonfría

Salida del albergue Crispeta sobre las 8, después de desayunar (café y empanada; ayer para cenar cerveza y empanada).

El tiempo nada frío y sin lluvia. El camino continua siguiendo el río Valcarce y luego entramos en la zona del nudo de carreteras de la Vega del Valcarce, cruzando por debajo unos cuantos viaductos, con fondo ruidoso de tráfico, y varias poblaciones hasta llegar a la placidez de Las Ferrerías.

Por allí enseguida empieza la subida al Cebreiro, unas dos horas de subida tranquila, empieza a llover de forma suave y el paisaje se llena de castaños. En la parte alta, después de pasar La Fava, el viento empieza a arreciar y la llegada a O Cebreiro con ese tiempo de lluvia y viento se hace eterna.

Ya en O Cebreiro es un clásico tomarse un caldo gallego. No tomé el típico queso porque pensaba comer en algún sitio más adelante (craso error porque no había ninguno y no encontré nada hasta el Alto del Poio, donde no se caracterizan por su cocina).

Los caminos que llevan a Triacastela están impecables, con ese firme bien cuidado de piedrecillas pequeñas que evitan que se embarren (porque seguimos con lluvia), vamos pasando pueblos como Liñares u Hospitales que conservan (creo que no en uso) unas bonitas Iglesias prerrimánicas). Y sigue sin aparecer ni un bar mi un restaurante hasta la subida al Alto do Poio. De los dos restaurantes, en el que yo entré tenía un menú a 10 euros. De la comida mejor no hablar.

A la salida, el viento todavía había arreciado más así como la lluvia y decidí quedarme en Fonfria en lugar de llegar a Triacastela. Entre Casa Lucas elegí una habitación individual, impecable, que después del día tan desapacible y de tantas noches de dormitorios compartidos disfruté especialmente.

Al final unos duros 33 kilómetros.