Camino Inglés 3ª etapa. Betanzos - Bruma

El hotel Garelos que nos había parecido excelente, ha rematado el servicio, con un desayuno excepcional, por calidad, cantidad y sobre todo, por presentación. Sin lugar a dudas, un hotel para repetir.
Se sale de Betanzos por el Ponte das Cascas sobre el río Mendo y como casi siempre, se empieza con fuerte subida para entrar en calor.
Un par de fuentes, San Raxo y Das Croas sirven para mitigar el calor reinante.
Alcanzamos la pequeña iglesia de San Esteban de Cos con su cementerio, junto al camino.
En O Carballal el camino sigue de frente por la carretera DP-0105, y el antiguo gira a la derecha para internarse en el monte por un paisaje de prados y bosques, que es el que hemos tomado.
Ambos trazados se unen en Presedo y siguen juntos hasta Leiro. En ese tramo común se encuentra el primer donde poder tomar algo, Meson do Vento.
Tras dejar atrás la Iglesia de Santa Eulalia de Leiro, el nuevo trazado gira a la derecha, aunque la ruta seguida a sido la antigua, que sigue de frente.
En la parada para tomar algo hemos conocido a Ana y Os (Osvaldo) dos simpáticos panaderos que nos han regalado un pan para el camino. Nos han contado que se casan en agosto y nos han dicho que le pidamos a Santiago por ellos y por Chucho(su socio)… lo haremos.
Bajando se llega a San Paio donde hemos parado en Casa Julia donde su dueña Amelia nos ha contado la historia de su restaurante y el perjuicio que el cambio de trazado del camino le ha supuesto.
Nos ha ofrecido unas fabes con pulpo, exquisitas.
Dejamos al lado del camino la Capilla de San Paio y la Fuente de Vilacoba con sus muertes y sus tres cruces.
A partir de ahí empieza la subida fuerte del día para llegar a Vizoño. Es una dura subida por una pista asfaltada, que el calor ha hecho aún más dura.
A partir de ahí un pequeño sube y baja por caminos nos lleva hasta Hospital de Bruma, no sin antes un alto para contemplar la obra de Carlos Fierro de homenaje al agua La Rabilonga.
El albergue de peregrinos de Bruma, recordando viejos tiempos, es nuestro alojamiento por esta noche. Bastante básico y aunque hemos conocido al mítico Benigno, se ha jubilado y ya este albergue no es lo mismo.
Hemos comido en Casa Graña el menú del peregrino, bastante bien.