Camino Lebaniego. Etapa 1 de San Vicente de la Barquera a Cades

Casi en el centro geográfico de la comarca de Liebana se levanta uno de los monasterios más antiguos de España: Santo Toribio. En su interior se custodia desde el medievo el Lignum Crucis, el fragmento de mayor tamaño que se conserva de la cruz donde murió Jesucristo, traído por el obispo de Astorga. La preciada reliquia se convirtió en un poderoso imán para miles de peregrinos que llegaban hasta este rincón de la cordillera Cantábrica, bien como objetivo propio, bien como estación de paso hacia la tumba del apóstol Santiago. Muy pronto, Santo Toribio fue declarado lugar Santo del Cristianismo al mismo nivel que Roma, Jerusalén y el propio Santiago de Compostela. El fenómeno jacobeo ha colaborado a revitalizar Santo Toribio como centro espiritual, y son muchos los peregrinos actuales que llegan al monasterio por alguno de los caminos que utilizaron los de antaño.
El origen del monasterio de Santo Toribio se pierde en la bruma de un remoto pasado. La primera referencia qu se tiene de él data de 1125, aunque entonces recibía el nombre de monasterio de Turieno. Su fundación se atribuye a un obispo de Palencia del siglo VI llamado Toribio, el cual se retiró junto con algunos de sus seguidores para seguir una vida de acuerdo con la regla benedictina. En un primer momento fue consagrado a San Martín de Turieno, para cambiar posteriormente a Santo Toribio, un obispo de Astorga cuyo cuerpo fue trasladado al monasterio en compañía de algunas reliquias de Tierra Santa, entre las que se encontraba el Lignum Crucis.
La reliquia convirtió a Santo Toribio en uno de los cuatro lugares santos del cristianismo y meta de peregrinos que llegaban procedentes del Camino del norte o del Camino francés, y que, desde el momento que se separaban de las rutas jacobeas para dirigirse a Liébana, recibían el nombre de "crucenos" o "cruceros".

CAMINO LEBANIEGO
La peregrinación a Santo Toribio goza de buena salud y son miles los peregrinos que llegan a Santo Toribio. Muchos de ellos llegan caminando por alguno de los caminos que utilizaban los viajeros medievales. El más importante de todos los caminos es el Camino Lebaniego que comienza en San Vicente de la Barquera, una ruta donde su funden cultura, deporte, naturaleza y religión y que reúne toda variedad paisajística de Cantabria.
El Camino Lebaniego está señalizado desde San Vicente de la Barquera con flechas granate y la cruz de Liébana. Los primeros doce kilómetros los comparte con el Camino del Norte; esta circunstancia recuerda que eran muchos los peregrinos jacobeos que se desviaban hacia Santo Toribio y atravesaban después las montañas cántabras para enlazar con del Camino Francés.

La planificación del viaje por el Camino Lebaniego depende de a capacidad física de cada uno, de la disponibilidad de los alojamientos a lo largo del viaje. El Camino Lebaniego cuenta con siete albergues, el ultimo de ellos en el mismo Santo Toribio. También hay alojamientos en varios pueblos por los que pasa el Camino o cerca de él, y prácticamente en todos los pueblos en ruta hay algún lugar donde matar el hambre o aprovisionarse. El camino discurre por caminos, pistas y carreteras. La mayor parte de os tramos de asfalto se puede evitar por caminos alternativos que no están señalizados.

ETAPA: SAN VICENTE DE LA BARQUERA - CADES.
Por la calle Alta se deja atrás San Vicente de la Barquera para continuar por la carretera local que conduce a La Acebosa. Desde aquí hasta Serdio, las señales del Camino Lebaniego coinciden con las flechas del Camino del norte. En La Acebosa hay que buscar el camino del Perujo para llegar a la carretera CA-843 por la que llegaremos a Hortigal, una pequeña aldea con una docena de casas y sin ningún servicio. La misma carretera nos llevará hasta Estrada primero, y luego hasta Serdio, que cuenta con todos los servicios esenciales. A la salida de Estrada se levanta la fortaleza de los Estrada, un conjunto defensivo declarado Bien de Interés Cultural, formado por un recinto amurallado, torre defensiva y capilla del siglo XIV. La torre acoge un centro temático sobre la posguerra civil española y es sede de la exposición permanente " Maquis, realidad y leyenda".
En Serdio, los caminantes se despiden de las vistas marinas. El Camino Lebaniego y el Camino del norte continúan hermanados por una tranquila pista, pero setecientos metros después se separan. El camino jacobeo continua por la pista más ancha mientras que el Lebaniego toma un camino más estrecho a la izquierda. A partir de ahora nos guiaremos por las señales propias del Camino Lebaniego.
Por este tranquilo camino el peregrino llega a Muñorrodero, situado junto a la ría de Tina Menor. Aquí, el Camino Lebaniego gira decididamente hacia el sur siguiendo aguas arriba el curso del río Nansa por una cómoda senda hasta Camijanes. El peregrino no está obligado a llegar a esta población si no es que quiera comer o alojarse, ya que el Camino Lebaniego se desvía antes para ir a Cabanzón a donde se llega por la carretera. Este pequeño pueblo conserva una fotogénica torre medieval. Si se desea evitar el asfalto se puede continuar por la Senda Fluvial hasta el puente de Arrudo donde se conecta de nuevo con el Camino Lebaniego. La distancia es prácticamente la misma.
Se deja atrás Cabanzón por una pista para caminar brevemente por el borde de la carretera que la une con Cades. Muchos dan por terminada aquí la primera etapa y aprovechan la tarde para visitar una ferrería que ha sido rehabilitada como centro de interpretación de este viejo oficio.
Actualmente Cades no dispone de albergue, pero encontramos uno bien cerca, a unos 500m., en Puente El Arrudo.


Puedes consultar toda la información sobre el camino Lebaniego en: https://www.caminolebaniego.com/


AVISO: La ruta descrita, así como el track y waypoints los he descargado de mi GPS después de hacerla personalmente. Aun así, debéis de considerarlos meramente orientativos. Los tracks no marcan siempre el itinerario exacto, por tanto, pueden contener errores, esto es debido a que durante la grabación por GPS la recepción de los satélites puede ser débil especialmente en zonas de barrancos, desfiladeros profundos, zonas de bosque espeso, etc. Queda a la responsabilidad de quien las realice, las medidas de seguridad apropiadas para cada dificultad, que dependerán de las CONDICIONES climatológicas, así como la preparación tanto técnica como física del que las realice.
Siempre recomiendo ir acompañado al monte, dejando aviso a un conocido o familiar de nuestro itinerario y tiempos previstos, llevar el teléfono con carga suficiente, agua, comida y abrigo adecuado a la época y recorrido a realizar.
Deja todo como estaba o mejor para que todos podamos seguir disfrutándolo y que las únicas huellas de tu paso sean las de tus botas.