Camino natural de El Espinar: a la ermita de la Losa

Agazapada en un hermoso entorno del piedemonte de la sierra norte de Guadarrama, en el camino que une los pueblos de El Espinar y Vegas de Matute, la bucólica ermita de la Losa sorprende al caminante desde un altozano donde se disfrutan unas apacibles vistas del campo segoviano.

El templo románico, construido en el siglo XIII y hoy en ruinas, conserva íntegro el exterior de su ábside, buena parte del tramo inferior de los muros de la nave, cuyo interior es un enorme vacío sin techo, y el nacimiento de algunos arcos. Acompaña a la iglesia lo que suponemos es una gran establo en forma de C con corral, adosado al edificio religioso, componiendo ambas construcciones un minúsculo conjunto arquitectónico de aire poético que ofrece una inesperada alegría visual al senderista que se acerca hasta este paraje.

Hay quien dice que el nombre de la ermita se debe a la gran losa de piedra sobre la que se levanta.

Para alcanzar el santuario seguiremos la mitad de la etapa 1 del señalizado Camino Natural de la Cañada Real Soriana Occidental, cuyo primer tramo une las localidades de El Espinar y Otero de los Herreros (hay una etapa prólogo inicial entre la estación de ferrocarril de El Espinar y El Espinar). El camino natural recorre prácticamente en su totalidad la vía pecuaria en su vertiente segoviana, enlazando los municipios de El Espinar (suroeste provincial) y Ayllón (noreste) en ocho etapas, con una longitud de casi 150 kilómetros.

Esta primera etapa entre El Espinar y Otero se estira 13,6 kilómetros, de los que nosotros haremos los siete primeros, antes de coger el desvío a izquierda a la ermita, ligeramente apartada del camino natural.

El pateo hasta ella está bien señalizado, con cartelería informativa, y atraviesa hermosos prados cercados donde pasta el ganado vacuno, muy abundante en la zona, y ofrece vistas a las dehesas y montes circundantes, como la Sierra del Quintanar, cordal que precede al de La Mujer Muerta, a oriente (nuestra derecha); el cerro del Caloco, a occidente (izquierda); o Cueva Valiente, al sur (a nuestra espalda). También en la lejanía se ven otras cumbres principales del Guadarrama como La Peñota, al oriente, que se recorta en un escorzo muy alpino.

En nuestro caso recorreremos plácidamente 14,9 kilómetros de ruta circular, con 160 metros de desnivel acumulado. No hay fuentes en el camino.

La Cañada Real Soriana Occidental comunicaba la provincia de Soria con la de Badajoz, pasando por el sur de la de Segovia: unos 700 kilómetros de 'autopista verde' para el ganado trashumante (normalmente ovino). Las cañadas tenían un ancho de 90 varas (alrededor de 75 metros) y siguen siendo de dominio público. El tramo segoviano se ha convertido hoy en el camino natural descrito, enlazando, ya se ha dicho, las localidades de Ayllón y El Espinar.

INICIO DE RUTA
El punto de salida se sitúa frente al cementerio y su ermita de San Juan Bautista, en el límite urbano de El Espinar. Un cartel informativo advierte del inicio de la primera etapa del Camino Natural de la Cañada Real Segoviana Occidental, que, como dijimos, enlaza los núcleos de El Espinar y Otero de los Herreros.

Dejando el cementerio a la izquierda y con el parque urbano de El Pinarillo a la derecha, avanzamos por la amplia pista del Camino de las Vegas, que enfila dirección norte, en ligero descenso, y atraviesa por sendos túneles la carretera Nacional VI y después la autopista A-6 (banderas 3 y 6 del mapa). Entre ambas, franquearemos el puente de la Pililla, sobre el arroyo de la Tejera (bandera 4).

Pasado el túnel de la A-6 (2,25 km y 30 minutos), el camino progresa bordeando la ladera este de Cabeza Hermosa (a nuestra izquierda) y nos adentra por una relajante zona de prados, bien cercados por murete. Son los primeros días de la primavera y el campo verdea con gusto, componiendo un lienzo muy hermoso.

A la altura del kilómetro 3,60 de la caminata (bandera 8 y 50 minutos de pateo ya), damos con una intersección, con poste señalizador que nos indica por dónde seguir: a izquierda (Otero de Herreros, a 10,5 km; Los Ángeles de San Rafael, a 6,8 km). En este punto cambiamos el rumbo del recorrido: pasamos de dirección norte a dirección oeste, hasta dar, un kilómetro más adelante, con el puente de la Avispa, que salva el arroyo de La Tejera (bandera 10, 1.05 y 4,65 km).

Pasado el puente, nueva bifurcación señalizada (bandera 11): cogemos a derecha para emprender el último tramo hasta la ermita en un ida y vuelta, pues visitado el templo, situado a 3 kilómetros de aquí, retornaremos a este punto.

El camino ladea ahora el cerro del Caloco (1.562 m), a nuestra izquierda, pasa por una zona de berrocales (bandera 12) y llega hasta una puerta metálica verde, que debemos cruzar (bandera 13).

Parece que nos adentremos en finca privada, pero hay servidumbre de paso y los carteles del Camino Natural de la Cañada Real Soriana Occidental guían nuestros pasos. Así que adelante sin miedo.

En el kilómetro 7,60 de ruta, a la altura de un cartel amarillo que indica que el camino al río Moros está cortado (bandera 14) vamos a atajar a izquierda (en realidad es seguir recto), dejando el Camino Natural, para alcanzar la ermita por su ábside. Si siguiéramos por el Camino Natural, un pelín más adelante, encontraríamos otra bifurcación, con poste informativo (bandera 17), que tendríamos que coger a izquierda para llegar también a la ermita. De hecho, a la vuelta pasaremos por dicho cruce con poste informativo.

Tras 1.45 horas de buenos andares, llegamos a la ermita de la Losa (banderas 15 y 16 y 7,65 km). Como se ha dicho al principio de este texto, el descubrimiento sorprende gratamente. Visitadas las ruinas, desplegamos las viandas sobre la hierba y recuperamos fuerzas entre la tranquilidad y quietud del entorno.

Tras un breve sesteo, emprendemos el regreso a El Espinar, debiendo deshacer el itinerario hasta el puente del arroyo de la Tejera de la bandera 11: tres kilómetros.

Una vez en ese cruce de caminos, seguimos recto por la vereda principal. Tras superar de nuevo el arroyo de la Tejera por otro puentecillo (bandera 18), pasamos por debajo del viaducto de la A-6 y alcanzamos la carretera N-VI, que cruzamos (bandera 19) para seguirla a derecha, en paralelo al asfalto por un camino que hay junto al arcén.

Unos 300-400 metros más adelante, se abre a izquierda la carreterilla que llega al pueblo, con vistas a derecha de Cabeza Renales (1.757 m). Una vez en el punto de partida, visitamos el cementerio de El Espinar y su ermita de San Juan Bautista (bandera 21). El tapeo y cervecero de rigor, en la plaza de la Corredera del pueblo, donde conviven varios mesones y bares con terraza.