Caminos de la Liébana: Ruta de las Ermitas
near Congarna, Cantabria (España)
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El Monasterio de Santo Toribio de Liébana es un monasterio franciscano próximo a Potes, en la comarca de la Liébana (Cantabria), y junto a Jerusalén, Roma, Santiago de Compostela y Caravaca de la Cruz, es uno de los lugares santos del cristianismo. Fue declarado Monumento Nacional en 1953. En las cercanías se encuentran la Cueva Santa (de estilo prerrománico), la Ermita de Santa Catalina, la Ermita de San Juan de la Casería (siglo XVI) y la Ermita de San Miguel (siglo XIII), que son, junto al propio Monasterio, el objeto de esta visita.
La fundación del Monasterio es atribuida a un obispo de Palencia del siglo VI llamado Toribio, siendo consagrado a San Martín de Turieno al principio, para cambiar posteriormente a Santo Toribio de Liébana. Se afirma que durante el siglo VIII el cuerpo de un antiguo cura y obispo en Tierra Santa, Toribio de Astorga, fue trasladado al monasterio junto a las reliquias que había traído de Tierra Santa, siendo la más importante el Lignum Crucis, considerado el trozo de la cruz de Cristo más grande que aún perdura. En 1512 el papa Julio II otorgó el privilegio de celebración del Año Jubilar Lebaniego, lo que hace del monasterio un importante centro de peregrinación. El monasterio es también el lugar donde el Beato de Liébana escribió e ilustró sus libros en el siglo VIII. En 1837 los monjes tuvieron que abandonar el monasterio tras la desamortización, pero la comunidad fue refundada en 1961. La iglesia, de estilo gótico, empezada en 1256, fue construida sobre un edificio prerrománico y románico (quizá de estilo asturiano o mozárabe) y es lo más notable del conjunto, junto a las Ermitas de Santa Catalina y San Miguel.
La ruta que comienza en el Monasterio, asciende inicialmente hacia la Ermita de Santa Catalina, desde donde es posible bajar por un sendero de hierba directamente a la Ermita de San Miguel, a la que también se puede acceder por una carretera asfaltada desde el Monasterio (ruta que seguiríamos después). Desde la Ermita de Santa Catalina volvimos atrás para tomar una desviación a la derecha que sigue el antiguo camino lebaniego, en busca de la Ermita de San Pedro, situada según un cartel a 600 metros de distancia. Tras recorrer un par de kilómetros sin ver rastro de dicha ermita decidimos volver atrás, dejando para otro día la visita a la Cova Santa. Sin embargo, es de justicia decir que el camino que seguimos, aunque sobreabundante en moscas y mosquitos, es maravilloso, atravesando un bosque con gran cantidad de castaños realmente precioso. Queda para otro día hacer el camino lebaniego completo, su inicio no puede ser más estimulante.
Bajados a la altura del Monasterio seguimos directamente hacia la Ermita de San Miguel, y posteriormente nos dirigimos hacia la Ermita de San Juan, que tampoco identificamos (no hemos visto ninguna señal anunciadora, y el lugar donde creíamos que estaba solo mostraba unas construcciones sin aparente interés.
En conjunto una ruta muy interesante por el camino entre los bosques, las ermitas de San Miguel y Santa Catalina y, sobre todo, el Monasterio. El resto o no merece la pena o tendremos que buscarlo otro día.
La fundación del Monasterio es atribuida a un obispo de Palencia del siglo VI llamado Toribio, siendo consagrado a San Martín de Turieno al principio, para cambiar posteriormente a Santo Toribio de Liébana. Se afirma que durante el siglo VIII el cuerpo de un antiguo cura y obispo en Tierra Santa, Toribio de Astorga, fue trasladado al monasterio junto a las reliquias que había traído de Tierra Santa, siendo la más importante el Lignum Crucis, considerado el trozo de la cruz de Cristo más grande que aún perdura. En 1512 el papa Julio II otorgó el privilegio de celebración del Año Jubilar Lebaniego, lo que hace del monasterio un importante centro de peregrinación. El monasterio es también el lugar donde el Beato de Liébana escribió e ilustró sus libros en el siglo VIII. En 1837 los monjes tuvieron que abandonar el monasterio tras la desamortización, pero la comunidad fue refundada en 1961. La iglesia, de estilo gótico, empezada en 1256, fue construida sobre un edificio prerrománico y románico (quizá de estilo asturiano o mozárabe) y es lo más notable del conjunto, junto a las Ermitas de Santa Catalina y San Miguel.
La ruta que comienza en el Monasterio, asciende inicialmente hacia la Ermita de Santa Catalina, desde donde es posible bajar por un sendero de hierba directamente a la Ermita de San Miguel, a la que también se puede acceder por una carretera asfaltada desde el Monasterio (ruta que seguiríamos después). Desde la Ermita de Santa Catalina volvimos atrás para tomar una desviación a la derecha que sigue el antiguo camino lebaniego, en busca de la Ermita de San Pedro, situada según un cartel a 600 metros de distancia. Tras recorrer un par de kilómetros sin ver rastro de dicha ermita decidimos volver atrás, dejando para otro día la visita a la Cova Santa. Sin embargo, es de justicia decir que el camino que seguimos, aunque sobreabundante en moscas y mosquitos, es maravilloso, atravesando un bosque con gran cantidad de castaños realmente precioso. Queda para otro día hacer el camino lebaniego completo, su inicio no puede ser más estimulante.
Bajados a la altura del Monasterio seguimos directamente hacia la Ermita de San Miguel, y posteriormente nos dirigimos hacia la Ermita de San Juan, que tampoco identificamos (no hemos visto ninguna señal anunciadora, y el lugar donde creíamos que estaba solo mostraba unas construcciones sin aparente interés.
En conjunto una ruta muy interesante por el camino entre los bosques, las ermitas de San Miguel y Santa Catalina y, sobre todo, el Monasterio. El resto o no merece la pena o tendremos que buscarlo otro día.
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Easy to follow
Scenery
Easy
Visitamos Santo Toribio de Liebana, majestuoso. Desde allí fuimos andando a la ermitas cercanas, cada una diferente y preciosas todas. Los bosques adyacentes con árboles variados y las vistas de los picos maravillosas.
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Easy to follow
Scenery
Easy
Bonita excursion
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Easy
Interesante, sobre todo en la zona de las ermitas.
Bonita ruta!!
Gracias por tu comentario.