CAMPA DE TORMALEO (1.039) (Ibias)-PEÑA ROGUEIRA (1.975) (Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias)

CAMPA DE TORMALEO (1.039) (Ibias)-PEÑA ROGUEIRA (1.975) (Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias)

DATOS TÉCNICOS:

RECORRIDO: 24,9 k.
ALTURA MÁXIMA: 1.975 m.
ALTURA MÍNIMA: 1.039 m.
ASCENSO TOTAL: 1.139 m.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 6,08 h.
FECHA DE REALIZACIÓN: Septiembre de 2.012.

El ALTO DE LA CAMPA DE TORMALEO (1.039) está situado en el K. 29 de la AS-212 que, partiendo de SAN ANTOLÍN DE IBIAS, conecta con la AS-15, a escasos kilómetros de DEGAÑA. Esta última carretera, que pasa por CANGAS DEL NARCEA y atraviesa el túnel de RAÑADOIRO, es el camino habitual de acceso a estas tierras desde el centro del Principado.

A un kilómetro escaso hacia el noroeste se encuentra el lugar y parroquia de TORMALEO (950), bajo la advocación de San Jorge, que fue coto señorial hasta 1827 cuando se integra en el concejo de Ibias, en cuyo entorno se explotaron desde 1964 minas de antracita. De sus construcciones destaca el palacio de Tormaleo (S. XVII-XVIII) en estado ruinoso, declarado Monumento Histórico Artístico, cuya fachada sur, la principal, está flanqueada por dos torres con el escudo de la familia.

A su vez, PEÑA ROGUEIRA (1.975), techo del Concejo de Ibias en los confines occidentales de la cordillera, se ubica en la misma línea divisoria entre Ibias (Asturias) y Peranzanes (León). Geológicamente está formada por pizarras y cuarcitas con manto vegetal de monte bajo. A modo de preámbulo, para evitar posibles equívocos, hemos de aclarar que existe cierta disparidad de criterios en el uso del topónimo que se asigna a la peña. Parece que los lugareños llaman TURRUNTEIRA a lo que nosotros conocemos por ROGUEIRA, siguiendo el criterio del Instituto Geográfico Nacional. Se dice que, en tiempos lejanos, un gran “argayu” provocó la torrentera que dejó su huella en la peña, huella visible en su cara sur. El mapa del I.G.N. sitúa el TURRUNTEIRA o CEBREIRO (1.948) al este de nuestro objetivo.

El PARQUE NATURAL DE LAS FUENTES DEL NARCEA, DEGAÑA E IBIAS, enclave de nuestra ruta, fue declarado como tal en 2002 y es el más grande de Asturias con 47.589 hectáreas. Ocupa casi por completo el suroeste del Principado, haciendo frontera con León y Lugo, a la vez que cierra la Cordillera Cantábrica en su extremo occidental. Se ubica entre las cuencas del río Narcea al este y del Ibias al poniente.

Cuenta con una gran diversidad de paisajes debido a su extensión, destacando su alto relieve montañoso escarpado con ríos que forman profundos valles. Las joyas de su foresta serían los hayedos en el MONTE DE HERMO y los robledales de MUNIELLOS –Reserva de la Biosfera-, ambos en excelente estado de conservación. Entre las especies que componen la fauna de la zona, el oso pardo se erige como protagonista principal junto al lobo, el rebeco, el corzo y el jabalí.

Aparcamos en el Área Recreativa de Tormaleo, poco antes de coronar el Alto de la Campa, desde la cual avistamos ya al sureste la cara norte de Peña Rogueira. Una pista minera parte dirección sur, que tomaremos y que es transitable para vehículos hasta el PUERTO DE CIENFUEGOS o FORNELAS (1.684), a 9 kilómetros del punto de partida, con el consiguiente ahorro de tiempo y esfuerzo. Nosotros preferimos caminar e ir descubriendo paulatinamente los paisajes bastante atípicos del entorno, huellas de explotaciones a cielo abierto.

Tras unos primeros metros de cierto desnivel, el trazado se suaviza ligeramente y pasa bordeando las praderías y cabañas de la BARALLEGA (1.212) entre frondosa vegetación y monte bajo, con abundancia de brezos, tojos y piornos, una constante este tipo de matorral hasta la misma base de la cumbre. Este trayecto nos permite observar el rastro de la actividad minera en las laderas de la montaña, colindantes con las poblaciones del valle del río Luiña: TORMALEO, FONDADEVILLA, POBLADO MINERO, VILLARES DE ARRIBA y DE ABAJO… Al suroeste divisaremos asimismo la característica figura del P. MIRAVALLES (1.969), último baluarte de la Cordillera Cantábrica en su tramo occidental, que nos acompañará en lo sucesivo.

Poco después, tras una revuelta entre diverso arbolado, alcanzamos la COLLADA DE COLAO (1.253), que conecta con la pista principal procedente de LUIÑA rumbo al PUERTO DE CIENFUEGOS o FORNELAS (1.684), antigua vía de comunicación entre los pueblos altos del concejo de Ibias y los de la meseta, entre ellos PERANZANES (950), el municipio más próximo de la vertiente leonesa.

A partir de ese cruce de Colao se asciende en amplios y cómodos zigzags, trayecto que se hace largo hasta coronar el puerto, pasando antes por encima de antiguas instalaciones mineras con teleférico y túnel hoy abandonado, que comunicaba los VALLES DE IBIAS con el VALLE DE FORNELA en territorio leonés, cuya función era el transporte del carbón extraído.

En dicho puerto de Cienfuegos (1.684) seguimos otra pista rumbo este, entre matorral y al filo de los límites de ambas provincias –Sierra de Cienfuegos-, hasta el PANDO FORNELA (1.748), donde finaliza. Seguidamente se toma un sendero en subida que continuará por la cumbrera del cordal hasta las lomas del PICO DEL LADEIRÓN (1.776), que descienden ligeramente en COLLADA LA PEDRERA (1.754), base oeste de Peña Rogueira (1.975). La mencionada cumbrera nos permite dirigir sosegadamente la mirada a la vertiente asturiana y a la leonesa con sus respectivos valles y diversas panorámicas, avistando a mitad de la ladera, en el de FORNELA, la boca sur del túnel antes mencionado.

Nos resta acometer en acusada pendiente los doscientos metros de desnivel hasta la cumbre, teniendo que hacer frente a los resaltes rocosos y pedrero inestable, para salir finalmente a terreno despejado donde emerge la solitaria y coqueta cima, que coronamos sin dificultad, cima marcada por hito de piedras. A las panorámicas ya descritas se añade por el este la continuación de la cordillera con el pico TORRENTEIRA (1.948) en las proximidades, seguido del P. DE LA CAMPOSA (1.873) y TESO MULAR (1.884) todavía en territorio de Ibias.

Ruta larga, sin complicaciones técnicas, con desnivel considerable que se afronta paulatinamente y algún paso incómodo en el tramo de aproximación a la cima. Sin cuestionar la belleza de los diversos parajes en su conjunto, tal vez alguna panorámica vista en los detalles provoque reacciones dispares. La singularidad de un paisaje quebrado por la actividad de explotaciones a cielo abierto, rompiendo la armonía de las laderas montañosas y generando una mescolanza caótica de formas y de tonalidades cromáticas, puede causar rechazo o displicencia en la corta distancia. También un cuadro impresionista de cerca parece una combinación errática de pinceladas, que adquieren sentido desde la perspectiva adecuada.

Probemos a contemplar el cuadro de Tormaleo y su Campa desde la cima de PEÑA ROGUEIRA. Esa aparente fractura inicial deviene una delicada armonía entre figura y fondo, cuyos contornos, matizados por el verde y brezo en primer plano, relajan nuestra visión deleitándonos en el logrado conjunto. Estamos apelando sólo a valoraciones meramente estéticas, al margen de otros criterios muy respetables. Así pues, belleza y caos, en principio, no tienen por qué ser términos antitéticos.