Campa L'Abeduriu y Pico la Peñona (Sierra de la Espina)

Ascensión al Pico La Peñona de la Sierra de la Espina, desde la Campa L'Abeduriu en las afueras de El Entrego. Sencillo y fácil recorrido, ideal para las jornadas cortas de invierno o para días de mal tiempo, en los que una ventana sin agua de media jornada, nos permite realizar sin problemas esta bonita ruta.

Campa L'Abeduriu (445 metros) - El Campiciu (533 metros) - Cabaña Artusu (825 metros) - El Picón (854 metros) - Pico La Peñona (867 metros) - Collado Campa Cimera ( 836 metros) - El Campiciu (533 metros) - Laguna de Bornadones (471 metros) - Campa L'Abeduriu (445 metros).

Por el corredor del Nalón (AS-117) debemos acceder al centro de El Entrego y seguir a la derecha por la carretera local SM-3 que se dirige a Santa Bárbara. Pronto, a la altura de La Rotella, continuamos por la derecha cruzando los pueblos de Barreo y La Nespral, para llegar al abandonado edificio del L'Abeduriu. A la izquierda, una portilla metálica nos da acceso al amplio aparcamiento de la campa, aproximadamente son dos kms desde El Entrego.

El primitivo lugar, formado por pastizales comunes y alguna casa, despareció debido a las explotaciones de carbón a cielo abierto. Una vez agotada la extracción, se rehabilitó el entorno y en la actualidad es una gran área recreativa, en la que destaca la cuidada repoblación con arbolado autóctono. Existió además un rocódromo que se abandonó por problemas de fragmentación de la roca. Consta de una zona recreativa con mesas, un aula de la naturaleza, una pequeña capilla y tres cabañas destinadas al ecoturismo hechas por el Aula Taller de Fucomi. La riqueza de los acuíferos hace que afloren varios pozos, con dos pequeñas lagunas que utiliza el ganado y los animales salvajes del entorno.

La falta de entendimiento entre la propiedad de los terrenos (Hunosa) y el ayuntamiento (San Martín del Rey Aurelio), hace que el proyecto se encuentre abandonado a su suerte. El edificio de entrada destinado a bar-restaurante sirve de refugio a los animales, diversas ideas como un campo de golf, parque de ecoturismo, aula de naturaleza, etc..., se hallan perdidas en el tiempo.

Incluso la entrañable idea del Bosque de los Nenos, cuando en el 2.016 desde el Hospital de Riaño, se planteó que en los terrenos de la campa, se plantase un árbol por cada niño nacido en la comarca. Las familias se obligarían a visitarlo al menos una vez al año y el árbol "hermano" de su hijo, significaría un compromiso social con la naturaleza. Un documento firmado por el centro sanitario y los padres, otorgaban al pequeño "superpoderes para proteger la salud y el medio ambiente", con un diploma que lo certificaba.

Desde el amplio aparcamiento, que se encuentra junto al abandonado edificio del bar, comenzamos nuestro recorrido siguiendo el camino que nos lleva a la cabaña de Bornadones. En suave ascenso, vamos girando al sur hasta la bonita laguna del Campiciu, que encontramos a nuestra izquierda. Emplazada bajo un peñasco sombreado de arboleda, es un bucólico lugar, ideal para una familia de patos por la que navegaban tranquilamente.

El camino supera los pastos del Campiciu, para girar luego a la izquierda a la altura de un aljibe. Transitamos después por una limpia pradería (que gran trabajo de limpieza hacen los animales), en la que sobresale un enorme peñasco emplazado en el centro en modo "glorieta". El camino vira a la derecha para llegar a media ladera, hasta lo que fue una pequeña escombrera (639 metros) ya rehabilitada.

Entramos ahora por la izquierda, a un estrecho sendero que nos va a conducir al lomo septentrional de la sierra. Al principio es amplio y sin apenas pendiente, pero tras unos 800 metros lo abandonamos por la derecha, para acometer un tramo mas estrecho y pendiente que nos eleva a la cimera.

Desde ella, continuamos hacia el sur durante un pequeño trecho, siguiendo la divisoria de aguas, para seguir luego un sendero por la ladera del valle de Santa Bárbara, que nos conduce a la cabaña ganadera de Artusu. Desde su collado, bordeamos por la derecha la cima de La Peñona, hasta el agreste peñasco del Picón.

Estamos ya en el dorsal de la Sierra de la Espina, volviendo hacia atrás, seguimos por la cimera alcanzando pronto nuestro objetivo, la cumbre de La Peñona. Un buzón de tarjetas y un primitivo martillo minero, señalizan esta modesta pero bonita montaña, emplazada entre dos valles de gran tradición minera, como son los valles de María Luisa y Santa Bárbara.

Es la Sierra de la Espina un pequeño cordal de la cuenca del río Nalón, en su encuentro con el concejo de San Martín del Rey Aurelio. También conocida como Monte Muñero, con cimas por encima de los 800 metros, tiene en el Pico La Arquera (882 metros), el Ortigosu (888 metros) y la Peñona (867 metros) sus cotas mas relevantes. Se alinea por el sur con el cordal de Urbiés, que ya vierte aguas al Caudal a través del río Turón. Desde su atalaya son visibles al oeste las cumbres del Aramo y de Las Ubiñas, hacia el este la alargada cresta de Peñamayor y cerrando el horizonte las cumbres de Redes y de la Cordillera Cantábrica.

Siguiendo la linea de la sierra hacia el norte, descendemos por el collado de Campa Cimera, volviendo sobre nuestros pasos hacia L'Abedoriu, donde nos aproximamos a la laguna de Bornadones, que nos había quedado escondida en la ida.

Existe un cuentecito chistoso de Julio Llaneza, sobre una historia de la segunda década del siglo pasado, según la cual había en la campa, una piedra muy grande con una inscripción que decía: "dame la vuelta y verás lo que bajo mi hallarás". Como era imposible moverla por su tamaño, los mozos de la época heridos en su orgullo, hicieron grupo para con "fesorias", palancas y palas, además de ganas y fuerza, darle la vuelta con un enorme trabajo. Satisfechos, la limpiaron y encontraron la respuesta que decía: "bendito Dios y alabado, que ya estoy del otro lado".