Campo - Biescas - Aguascaldas
near Campo, Aragón (España)
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Itinerary description
Comenzaremos la ruta en el mismo centro de Campo, junto a la iglesia existe bastante estacionamiento.
Tomamos la calle de salida de la localidad HU-V 9601 o carretera de Las Vilas del Turbón, pasaremos por delante de una ermita y salimos de la carretera por la izquierda, el camino lleva a un camping donde seguimos el camino de la derecha que lleva a una escombrera, punto donde cambiamos a sendero.
La traza discurre por una zona de margas duras, es terreno árido y pobre pero tiene su encanto, por las curiosas formaciones y las barranqueras.
El primer barranco se cruza por un pequeño puente más que nada para facilitar el paso. Después de la segunda barranquera encontraremos una intersección en la que, dejando el sendero principal, nos podremos acercar a ver un árbol centenario. Resulta ser un enebro, el tronco de este ejemplar es monumental, teniendo en cuenta que es un árbol de pequeño tamaño generalmente. Es el mayor enebro que he visto nunca, el anterior que conozco de tan grandes proporciones se encuentra entre Lecina y Betorz.
Regreso a la intersección y desciendo a un tercer barranco (del Vedao), éste con agua. Descubro con asombro un auténtico vergel, bajo cuyo arbolado se encuentra una auténtica joya: una sucesión de pequeñas badinas formadas a lo largo de siglos que nunca antes había oído mencionar. Existen algunas señales que pone "Finca Privada", pero otras que señaliza las pozas, así como zonas de descanso con bancos. Bueno, no me queda claro que esté prohibido pasar, porque no está delimitada con claridad suficiente la finca privada, en todo caso es un buen sendero, solo hay que seguirlo y por supuesto ni ensuciar ni molestar.
En la parte alta del barranco (son unos pocos minutos de trayecto) encontraremos un camino por el que en un par de minutos accedemos al núcleo de Biescas, una pequeña localidad con unas pocas viviendas (alguna de ellas magnífica)
Pasamos este pequeño pueblo y seguimos la pista o camino de Aguascaldas, pasando por delante de la ermita de San José, restaurada y con la llave puesta, entré a verla y por supuesto no olvidéis cerrar al salir con la llave.
Sigo el camino hasta Aguascaldas, donde me encuentro con varios chicos jóvenes trabajadores de una granja de terneros y creo que vacas lecheras, la entrada a este peqeuño núcleo es un poco puerca porque hay restos de estiércol por la calle. Sin embargo, unos metros más adentro están casas mejores y el edificio del Ayuntamiento de Bardají, construido en piedra.
Desde al lado del Ayuntamiento parte un caminito que lleva a una fuente o manantial, lo fuí a visitar pensando en si el agua sería termal, pero sale fría fría. A pocos metros se encuentra un horno de cal antiguo y algo descuidado. Si no veis claro el caminito, quizá un perro mastín os acompañe, a mí me llevó el can.
Toca regresar, desandar el camino hasta Biescas y una vez allí, en vez de seguir el sendero de las badinetas, continúo recto encontrando enseguida una bonita senda bajo unos robles.
Siguiendo la senda, clara y bien pisada, se llega a una especie de collado. El terreno de campos de labor y zonas de margas pasa de repente a un frondoso pinar. En dicho collado existe la alternativa de bajar de frente por los pinos, o a la izquierda que es por donde yo fui (señal de madera). Se pasa un pequeño trecho entre pinos pequeños y margas ligeramente confuso pero inmediatamente nos adentramos en el pinar, hasta hallar otro cruce desde el que se sube a las ruinas del Castillo de Sin.
Desde lo alto del cerro en el que se encontraba el castillo y restos de edificaciones, se tiene una espectacular vista del valle de Campo.
Volvemos al ultimo cruce y bajamos directamente a Campo, primero bajo el pinar y finalmente junto a una urbanización de magníficas casas.
Tomamos la calle de salida de la localidad HU-V 9601 o carretera de Las Vilas del Turbón, pasaremos por delante de una ermita y salimos de la carretera por la izquierda, el camino lleva a un camping donde seguimos el camino de la derecha que lleva a una escombrera, punto donde cambiamos a sendero.
La traza discurre por una zona de margas duras, es terreno árido y pobre pero tiene su encanto, por las curiosas formaciones y las barranqueras.
El primer barranco se cruza por un pequeño puente más que nada para facilitar el paso. Después de la segunda barranquera encontraremos una intersección en la que, dejando el sendero principal, nos podremos acercar a ver un árbol centenario. Resulta ser un enebro, el tronco de este ejemplar es monumental, teniendo en cuenta que es un árbol de pequeño tamaño generalmente. Es el mayor enebro que he visto nunca, el anterior que conozco de tan grandes proporciones se encuentra entre Lecina y Betorz.
Regreso a la intersección y desciendo a un tercer barranco (del Vedao), éste con agua. Descubro con asombro un auténtico vergel, bajo cuyo arbolado se encuentra una auténtica joya: una sucesión de pequeñas badinas formadas a lo largo de siglos que nunca antes había oído mencionar. Existen algunas señales que pone "Finca Privada", pero otras que señaliza las pozas, así como zonas de descanso con bancos. Bueno, no me queda claro que esté prohibido pasar, porque no está delimitada con claridad suficiente la finca privada, en todo caso es un buen sendero, solo hay que seguirlo y por supuesto ni ensuciar ni molestar.
En la parte alta del barranco (son unos pocos minutos de trayecto) encontraremos un camino por el que en un par de minutos accedemos al núcleo de Biescas, una pequeña localidad con unas pocas viviendas (alguna de ellas magnífica)
Pasamos este pequeño pueblo y seguimos la pista o camino de Aguascaldas, pasando por delante de la ermita de San José, restaurada y con la llave puesta, entré a verla y por supuesto no olvidéis cerrar al salir con la llave.
Sigo el camino hasta Aguascaldas, donde me encuentro con varios chicos jóvenes trabajadores de una granja de terneros y creo que vacas lecheras, la entrada a este peqeuño núcleo es un poco puerca porque hay restos de estiércol por la calle. Sin embargo, unos metros más adentro están casas mejores y el edificio del Ayuntamiento de Bardají, construido en piedra.
Desde al lado del Ayuntamiento parte un caminito que lleva a una fuente o manantial, lo fuí a visitar pensando en si el agua sería termal, pero sale fría fría. A pocos metros se encuentra un horno de cal antiguo y algo descuidado. Si no veis claro el caminito, quizá un perro mastín os acompañe, a mí me llevó el can.
Toca regresar, desandar el camino hasta Biescas y una vez allí, en vez de seguir el sendero de las badinetas, continúo recto encontrando enseguida una bonita senda bajo unos robles.
Siguiendo la senda, clara y bien pisada, se llega a una especie de collado. El terreno de campos de labor y zonas de margas pasa de repente a un frondoso pinar. En dicho collado existe la alternativa de bajar de frente por los pinos, o a la izquierda que es por donde yo fui (señal de madera). Se pasa un pequeño trecho entre pinos pequeños y margas ligeramente confuso pero inmediatamente nos adentramos en el pinar, hasta hallar otro cruce desde el que se sube a las ruinas del Castillo de Sin.
Desde lo alto del cerro en el que se encontraba el castillo y restos de edificaciones, se tiene una espectacular vista del valle de Campo.
Volvemos al ultimo cruce y bajamos directamente a Campo, primero bajo el pinar y finalmente junto a una urbanización de magníficas casas.
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Comments (1)
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Information
Easy to follow
Scenery
Easy
Preciosa ruta disfrutando de pozas, arboles centenarios, ermitas y el mirador de Castel de Sin.
Gracias por compartir.