Campo - Biescas y Castillo de Sin

Comenzaremos la ruta en el mismo centro de Campo, en la calle que sale de Campo hacia las Vilas del turbón existe bastante estacionamiento.

Saliendo pues hacia la carretera HU-V 9601 pasaremos por delante de la ermita de San Sebastián, algo mas adelante existen paneles informativos y a unos 300 m. salimos de la carretera por la izquierda.

El camino lleva a un camping que dejamos a nuestra derecha, seguimos el camino que lleva a una escombrera que bordearemos por la izquierda hasta ver una indicación del sendero a seguir.

La traza discurre por una zona de margas duras, es terreno árido y pobre pero tiene su encanto, por las curiosas formaciones y las barranqueras.

El primer barranco se cruza por un pequeño puente que facilita el paso. Después de la segunda barranquera encontraremos una intersección en la que, dejando el sendero principal, nos podremos acercar a ver un árbol milenario. Resulta ser un enebro, el tronco de este ejemplar es monumental, teniendo en cuenta que es un árbol de pequeño tamaño generalmente. Es el mayor enebro que he visto nunca, datado en unos 2000 años. El anterior que conozco de tan grandes proporciones se encuentra entre Lecina y Betorz.

Regresaremos a la intersección para descender al tercer barranco llamado del Vedao, éste con agua.
Ante nuestros ojos, un auténtico vergel de arboles enormes y cascadas pequeñas pero idílicas, es una sucesión de pequeñas badinas formadas a lo largo de siglos. A pesar de una indicación de "Finca Privada" no parece que haya impedimento en realizar este recorrido, eso si se debe respetar el entorno como es natural.

A mitad de este delicioso recorrido existe una especie de pasarela colgada sobre el barranco que está en obras, así que cuidado.

En la parte alta (son unos pocos minutos de trayecto) encontraremos un camino por el que en un par de minutos accedemos al núcleo de Biescas, una pequeña localidad con unas pocas viviendas (alguna de ellas magnífica)

Pasamos este pequeño pueblo y seguimos la pista o camino de Aguascaldas, hasta la ermita de San José, restaurada y con la llave puesta, entramos a verla y por supuesto no olvidéis cerrar al salir con la llave.

Desde la ermita, regresamos a Biescas y una vez allí, en vez de coger el camino de antes, tomamos una senda momentáneamente para ver un lavadero - fuente y la iglesia de Biescas, preciosa.

Volvemos a subir al camino y pasamos la ruta de las badinas para tomar otra senda algo mas adelante, bajo unos robles.

Siguiendo la senda, clara y bien pisada, se llega a una especie de collado. El terreno de campos de labor y zonas de margas pasa de repente a un frondoso pinar. En dicho collado existe la alternativa de bajar de frente por los pinos. Nosotros continuaremos a la izquierda, un pequeño trecho entre pinos pequeños y margas ligeramente confuso pero inmediatamente nos adentramos en el pinar, hasta hallar otro colladito desde el que se sube a las ruinas del Castillo de Sin (señalizado).

Desde lo alto del cerro en el que se encontraba el castillo y restos de edificaciones, se tiene una espectacular vista del valle de Campo.

Volvemos al ultimo cruce y bajamos directamente a Campo, primero bajo el pinar y finalmente junto a una urbanización de magníficas casas.