Campo de las Danzas - La Aquiana - Pico Tuerto

Campo de las Danzas - La Aquiana - Pico Tuerto
La ruta comienza en el Campo de las Danzas, donde se accede por una carretera que parte de Ponferrada. Su trazado es el típico de una carretera de montaña, si bien el firme se encuentra, por lo general, en buen estado.
De allí parte una pista que lleva hasta la cima de la Aquiana, pudiéndose subir en coche. Pero aquí hemos venido a caminar, por lo que dejamos el coche aparcado y comenzamos. Al poco de empezar a andar por la pista, aparece ante nosotros un cortafuegos. Como las fuerzas aún estaban intactas, realizamos la subida por él. Evidentemente, el camino se acorta bastante, aumentando notablemente la pendiente que hay que vencer.
En la cima de la Aquiana se encuentran los restos de una ermita, que ahora se están restaurando. También hay un puesto de vigilancia contra incendios. La vista es estupenda. Podemos ver, por un lado, la sierra de La Cabrera (incluso, en día despejado, se puede ver la parte de Peña Trevinca). Por otro, vemos la zona del Catoute, hasta los Ancares. Más cerca, veremos la ciudad de Ponferrada y el embalse de Bárcena. Debajo de esta cima veremos el pueblo de Montes de Valdueza y, más alejado, Peñalba de Santiago. ¡Ah! Y, por supuesto, el resto de los montes Aquilianos.
El cordal por estos picos se ve claramente y se sigue sin ninguna dificultad hasta llegar al pico Tuerto. Excepto en las proximidades de los dos picos (la Aquiana y pico Tuerto), la pendiente es bastante suave y hace bastante cómoda la travesía. Las vistas desde el pico Tuerto también son espectaculares, con el Valle del Silencio debajo de nuestros pies, los pueblos mencionados antes, la Aquiana ahora a nuestra izquierda. Lástima que las moscas no dejaran disfrutar del paisaje como se merece.
El regreso se hace por el mismo camino. Eso sí, en esta ocasión, el descenso desde la Aquiana al Campo de las Danzas preferí hacerla por la pista.
En resumen, una bonita ruta. Lo ideal hubiera sido contar con otro coche en el Morredero para hacer la ruta íntegra de los Aquilianos. Para otra vez será.