Cañada de la Hazadilla (circular)

El inicio de esta preciosa ruta lo situamos en la "Cañada de las Hazadillas" ubicada en el Parque Periurbano del Monte de la Sierra, a uno 20 kilómetros de Jaén. Desde este enclave y sus alrededores, se pueden realizar numerosas marchas con muchas variantes, en esta ocasión haremos una ruta circular, pasando por el refugio de la Cruz de Chimba y subiendo al Matamulillos.
Una vez aparcado el coche, localizamos la fuente existente al margen derecho de la carretera, e iniciamos la marcha ascendente por un bonito sendero acondicionado, que después de salvar unos 250 metros de desnivel, nos deja en las proximidades del refugio de la Cruz de Chimba, para llega, tenemos que coger un desvío a la derecha, de unos 150 metros. Desde el refugio nos acercamos a un mirador natural, desde donde se pueden ver unas vistas espectaculares, entre las que destaca, abajo a la izquierda, las de la presa del Quiebrajano. Regresamos por nuestros pasos, hasta donde cogimos el desvío al refugio y giramos a la derecha, por un cómodo camino ligeramente descendente hasta llegar a una vaguada y un poco más adelante girar a la derecha. A partir de aquí el terreno es de subida, hasta salvar otros 250 metros aproximadamente, al principio la marcha se realiza sobre roca lisa, después por un camino de tierra hasta llegar al cortafuego, antes hay que realizar un giro a la izquierda. Ahora marchamos por el cortafuego en sentido ascendente, que nos lleva prácticamente a la cima del Matamulillos (1333 m.). Una vez disfrutado de las fantásticas vistas sobre el pantano, el Puerto de las Coberteras, Peña Altar, La Pandera, entre otros, iniciamos el regreso por el mismo cortafuego hasta que termina, para después seguir siempre en descenso y por caminos bien marcados, hasta el punto de inicio.
En resumen, una bonita ruta, totalmente recomendable y de dificultad a mi juicio moderada, con dos ascensiones de aproximadamente 250 metros cada una, pero que pueden hacerse sin problemas, algo más complicada la subida al Matamulillo al no tener sendero acondicionado, aunque sin duda el esfuerzo merece la pena.