Cañada de las Hazadillas, senderos del Río Quiebrajano, presa y túneles del Quiebrajano (Parque Periurbano Monte la Sierra)

Impresionante y sorprendente ruta por el Parque Periurbano Monte la Sierra, a escasos kilómetros de Jaén capital ,con 2.720 hectáreas y enclavado en el sector de la cordillera subbética denominado Sierra Sur de Jaén. Recorremos deliciosos senderos limpiados y acondicionados recientemente, incluyendo dos puentes para cruzar el río Quiebrajano, aunque aún están sin señalizaciones.


“El parque periurbano Monte La Sierra es un pequeño paraíso ecológico a pocos kilómetros de la capital jiennense. Los cambios de paisaje se suceden en este espacio, pasando de relieves abruptos y accidentados a formas suaves y alomadas. Desde el barranco de Otíñar hasta el embalse del Quiebrajano se alza una topografía de continuas y escarpadas pendientes.
Presenta una vegetación típica del monte mediterráneo con encinas, quejigos y acebuches, que alternan con pinares de repoblación y con una interesante población de cornicabra y sabina. La fauna con mayor presencia son la cabra montés y el jabalí, mientras que en las copas de los árboles se cobija la ardilla y más arriba, en el cielo, vuelan el águila perdicera y el azor.
Los inmensos barrancos, con paredes casi verticales, brindan la oportunidad de practicar la escalada gracias a las numerosas vías abiertas. Entre las cuevas existentes se conservan algunas muestras de arte rupestre, como en la Cueva de los Herreros.
El dibujo del paisaje de esta sierra está también condicionado por dos valles, el del río Quiebrajano y el de la Cañada de las Hazadillas. Al estrecho barranco horadado por el primero de ellos, se asoma el mirador del Vitor con unas excelentes panorámicas del entorno. Además, en sus inmediaciones se encuentra un interesante dolmen correspondiente al Neolítico. En el valle de la Cañada de las Hazadillas se encuentran diversas instalaciones para el ocio y la educación ambiental (hornillos, mesas, bancos, mobiliario recreativo, fuentes y kiosco, entre otras instalaciones), además de diversas rutas para senderismo o cicloturismo.”

(Texto extraído de la web oficial de turismo de Andalucía)


Agradecemos a Miguel Yeguas el mostrarnos esta maravillosa ruta a través de su track de Wikiloc.

Estacionamos el vehículo en el área recreativa de la Cañada de las Hazadillas ,en una de las diversas zona habilitadas para ello y comenzamos a caminar cuando aún no ha despuntado el alba hacia el sureste , por la carretera, que en breves metros dejara de estar asfaltada.
Pasamos junto al Aula de la Naturaleza y en menos de un kilómetro de cómodo ascenso llegamos a una bifurcación de pistas. Tomamos la de la derecha, al suroeste, cortada con una cadena, e inmediatamente después un camino de mucha menor entidad, también cortado con una cadena, que sale unos metros después a la anterior atajando solo unos metros y con el inconveniente de pasar junto a unas colmenas.
Por pista ascendemos hasta el collado del Pocico y poco después pasamos por una uvala. Antes de llegar a otra uvala de mayor tamaño estamos atentos pues a nuestra izquierda arranca el sendero que vamos a tomar.
Nosotros en un principio fuimos campo a través unos metros siguiendo hitos de piedras hasta dar con el sendero, por lo que hay que seguir unos metros más por la pista hasta tomar el sendero desde el principio. De todas formas este pequeño tramo no reviste ninguna dificultad.

Comenzamos a descender por este precioso y vertiginoso sendero limpiado recientemente siguiendo más o menos una dirección suroeste, a través de un barranco que termina en el río Quiebrajano. En algunas partes han labrado escalones para facilitar el descenso (o ascenso, según el sentido de la marcha). Un puente, que por su fisionomía , parece construido para que motos u otros vehículos a motor no lo puedan atravesar, nos facilita el vadeo del Quiebrajano. Después de un breve ascenso llegamos a la carretera que lleva desde Otiñar a la presa del Quiebrajano y a la aldea de Castañeda.

Seguimos por la carretera a la izquierda, hacia el sur, para en algo más de un kilómetro llegar a la presa del Quiebrajano, pasando antes por un mirador y los túneles que conducen a la misma.
Este fue el lugar elegido para descansar un rato mientras disfrutamos de las preciosas vistas que se obtienen desde la torre mirador. Aunque la atmósfera no estaba clara para distinguir con nitidez en la lejanía se adivina al fondo del embalse la peculiar y espectacular Piedra del Palo y el Cerro Pitillos.
Con bastante más claridad vemos hacia el oeste y suroeste las mayores altitudes de la Sierra Sur de Jaén: las sierras de la Pandera (1.870 m) y de Ventisqueros (1.766 m).

Desandamos el tramo de asfalto por el que habíamos caminado y seguimos por el mismo unos 800 metros más, hacia el noroeste, hasta que nos salimos a la izquierda por un precario sendero que en breves metros nos asciende hasta la acequia que conduce las aguas del Quiebrajano hasta la capital Jiennense (el sendero sale unos 300 metros después de que la carretera pase el arroyo de los miradores).

La acequia (no es abierta, está tapada), la tomamos a la derecha hacia el norte. Este corto trayecto es espectacular, con algún paso aéreo, aunque la densa vegetación circundante hace que no percibamos realmente la sensación de peligro. Pasamos por dos cortos túneles, el primero de ellos algo más largo esta habitado por numerosos quirópteros (murciélagos), por lo que, los que sientan aprensión por estos pequeños mamíferos pueden pasar un mal rato. La acequia pensamos que se puede tomar antes y también que se podrá alargar la caminata siguiendo por la misma (en otra ocasión habrá que investigarla).
Tras pasar por el segundo túnel y unas pequeñas casetas de las instalaciones del canal, descendemos a un camino que nos lleva en breves metros de nuevo a la carretera.

En la carretera unos metros hacia el sur, un hito de piedras marca el inicio de un sendero que desciende hasta el río Quiebrajano. Lo vadeamos por un nuevo puente idéntico al anterior y comenzamos un fuerte ascenso hacia el este al principio y norte después.
Hitos de piedras que jalonaban el viejo sendero pueden hacer que nos despistemos del nuevo, mucho más marcado, aunque en la mayor parte coinciden y terminan en el mismo sitio.
Pasamos bajo los impresionantes cortados de la Cruz de Chimba y el Portillo de los Madroñales. Llegamos a un impresionante mirador natural con grandes vistas al valle del Quiebrajano, las Alcandoras, Jabalcuz, el Castillo de Santa Catalina, Peña Blanca, Cagasebo...
Llegamos a un llano donde hay una bifurcación de senderos, el de la izquierda nos lleva a la cercana fuente de los Ballesteros y está señalizado con un cartel. Después de visitar dicha fuente ,seguimos por el sendero de la derecha, hacia el norte.
Seguimos ascendiendo y un poco antes de llegar al Puerto Madroñales hay una nueva bifurcación de senderos. Nosotros seguimos el de la derecha, hacia el este, que en algo menos de dos kilómetros nos lleva a la Cañada de las Hazadillas, pasando antes por el mirador natural del Pico la Llana, donde podremos disfrutar de unas magníficas vistas de los tajos de las Alcandoras en la Sierra de Propios.