Canal Roya-Barranco de las Negras-Vértice de Anayet (2554m)-Ibones de Anayet-Barranco de Culivillas-Estación esquí Formigal

Hoy hace justo un año de la última vez que hice una ruta con mis compañeros de club de montaña Artarrai de Ermua. Pero por fin he vuelto a las andadas con ellos, y además en uno de los mejores escenarios posibles, la gran cordillera de los Pirineos, concretamente hacia el Valle de Tena.

El lugar de partida que hemos elegido ha sido el parking de Canal Roya, situado en una curva al lado derecho de la carretera entre la estación de ferrocarril de Canfranc y la estación de esquí de Candanchú.

El pronóstico del tiempo no era muy favorable, ni para hoy ni para mañana, pero aún así nos hemos arriesgado a venir aquí. Además, fue llegar al parking y empezar a llover con ganas, menudo bajón de moral. Aun así, nos pusimos los chubasqueros y protectores de mochilas, e iniciamos la marcha. Afortunadamente, luego se iría abriendo el cielo, dejándonos un fantástico día de sol y nubes.


La primera parte de la ruta es puro calentamiento, ya que llaneamos por un ancho y cómodo sendero natural a través de un pequeño bosque, indicado con marcas GR roja y blanca, y señales procedentes procedente del GR 11 y GR 11-1, que atraviesa los Pirineos de lado a lado.
El sendero por el que transitamos es una variante de la etapa 4 de dicho GR, que se puede iniciar desde Canfranc o desde Candanchú.

Desde que llegamos las vistas son excelentes, ya que estamos rodeados de numerosos picos de gran altitud.
Los primeros km los realizamos siempre a la par del río de la Canal Roya, que desciende desde los Ibones de Anayet, que veremos más adelante.
Luego, pasamos por la fuente del Cerezo, excelente ocasión para llenar las botellas de agua bien fresca y buena.

A continuación, seguimos a cielo abierto, observando más picos de grandes dimensiones hacia todos los lados. En frente se encuentra el barranco de la Canal Roya, por donde desciende el río. Ahora vamos por su margen izquierda, pero tenemos que cruzar un puente y continuar por la margen derecha. Aquí cometimos la única cagada del día, ya que pasamos de largo el puente (no se ve a simple vista, hay que desviarse primero por un senderillo a la derecha) y caminamos un rato más por la izquierda hasta llegar a un punto donde no supimos si podíamos avanzar más y cruzar cómodamente el río. En el waypoint "cruzar el río" pasamos hacia el otro lado, no sin problemas, ya que la presencia de rocas para apoyar los pies son muy escasos. Mojar os vais a mojar, pero pasar al otro lado, también.
Dicho esto, si estáis atentos a las señales y marcas, lo lógico es que deis con el puente y sigáis por el camino correcto.

Ahora si, avanzamos por donde debemos, por un estrecho pero cómodo sendero natural frecuentemente señalizado con marcas GR.
Tras 3,5km de caminata, poco antes de llegar al refugio del Canal de la Roya, hacemos un doble descubrimiento. Por un lado, a la izquierda, vemos un segundo puente, que es el que podríamos haber utilizado para ir de la margen izquierda a la derecha. El segundo, fue ver un cartel que indicaba la presencia de una vía de acceso hacia nuestro objetivo principal, la cima del monte Anayet. De primeras pensábamos ir por la Canal Roya, haciendo un rodeo a la montaña, pero tras consultarlo con el grupo decidimos atacarlo por la vía directa. Así pues, giramos a la derecha.

Nos llamó la atención que el letrero indicara "4h y 15min" para llegar al Pico Anayet o 4h al Vértice de Anayet. Las cimas a priori no se encuentran muy lejos de donde nos encontramos, o que nos hace pensar que el camino que vamos a afrontar es realmente duro. Y así lo fue, ya que teníamos que ascender 1000m de desnivel en solo 4,5km.

La primera parte del ascenso transcurre por una empinadísima ladera herbosa, con un fino sendero de tierra que a medida que ganamos altitud va desapareciendo.
Parece que vamos andando como las cabras por el monte, si no llega a ser porque nuestro guía tenía un GPS a mano, y porque rara vez aparece algún hito de piedras que indican que vamos bien, habría sido casi imposible saber por donde hay que subir.

Aquí radica la verdadera dificultad de la ruta, la orientación, por el hecho de avanzar sin sendero definido, y la alta exigencia física, teniendo que ascender por descomunales rampas que no ofrecen respiro. No hay pegas en cuanto al terreno, ya que durante un buen rato se avanza por hierba. Subir se sube bien, bajar ya sería otra cosa (más aún si estuviera mojado).

Las vistas se van ampliando más y más, hasta el punto de poder ver picos de renombre como el Bisaurín, Aspe, Secús o el Castillo de Acher. De frente, como no podía ser de otra manera, observamos el Pico Anayet, muy empinado, escarpado e imponente.

Pasamos primero por una zona repleta de rocas de gran tamaño, y luego andamos al lado del curso de un arroyo (uno de los afluentes del Canal Roya), lugar donde aprovechamos también para llenar nuestras botellas (a lo largo de la ruta pasaréis por muchos tramos de arroyos, y en todos ellos podéis aprovechar para reponer vuestros recipientes. El agua siempre está fresca y buena).
Aquí empezamos a ver otras 2 cimas, nada más y nada menos que el Midí D'Ossau (por ahora solo la parte superior de la montaña) y el Vértice de Anayet, situado a la derecha del Pico Anayet.

Más adelante, tras conectar con la trazada de un sendero cuyo origen desconocemos, llegamos a una especie de llanura o explanada donde evidentemente el firme es completamente llano. Aquí tenemos a los 2 Anayet a la vista, ambos imponentes y muy bonitos, con el característico color rojizo que indica el origen volcánico de este lugar.

Estamos muy cerca de poder acceder a la cima, pero aún nos queda por ascender otros 350m de desnivel.
Primero avanzamos por un pequeño canal rocoso, con rampas más llevaderas que las anteriores, e incómoda pero de fácil andar. Este camino nos lleva hasta el collado que separa las cimas del Pico Anayet y el Vértice de Anayet, además de poder conectar con otro camino que desciende hasta los Ibones de Anayet.

Paramos un rato para recuperar el aliento e hidratarnos, y aquí se toma otra decisión. Quién quiere atacar el Pico Anayet, quién quiere ir al Vértice o quién quiere quedarse allí a esperar.
Una mayoría decidieron ir al Pico Anayet, la cumbre más elevada pero también la más compleja, ya que hay que superar un tramo muy aéreo con paso de cadenas y trepar una empinada chimenea pedregosa (por seguridad se pusieron un casco en la cabeza, por si cayesen piedras a la gente que hubiera detrás), unos pocos se quedaron a esperar, y un compañero y yo decidimos no irnos de vacío y coronar al menos una cumbre, la más asequible de las 2, el Vértice de Anayet.

Así pues, cada uno emprende la marcha, en nuestro caso girando a la derecha. El ascenso al Vértice es en general sencillo, pero no todo lo cómodo que pensaba que sería. El terreno es completamente rocoso, lleno de piedras que hacen patinar un poco si no se pisa adecuadamente. Tampoco ayuda el hecho de que el camino sea muy estrecho, de que se vaya a ratos ladeando o de que haya caída por el lado derecho. Por momentos también es necesario usar las manos para asegurar el paso y avanzar con seguridad.
Dicho esto, no me ha parecido una subida compleja ni dura, al menos para montañeros con cierta experiencia en este tipo de rutas y montes.

Finalmente, hacemos cumbre al Vértice de Anayet (2554m). Que decir de las vistas, 360° de descomunal panorámica. Algunos de los picos que se ven, por nombrar unos pocos, son el Anayet, Pico Infierno, Balaitous, Garmo, Garmo Negro, Secús, Bisaurín, Aspe, Collarada, Castillo de Acher, Pic Des Moines, Middi 'D Ossau (en aquel instante tapado parcialmente por las nubes)... y otros muuuuchos más.

Tras las mas que obligadas fotos de rigor, volvemos hasta el collado y esperamos a que el resto del grupo finalice su misión. Mientras, disfrutamos de la presencia de un pequeño grupo de marmotas en una campa que hay por abajo.

Ahora, descendemos por la vertiente contraria, rumbo a los Ibones de Anayet. Ojo en el primer tramo de la bajada, ya que es bastante incómodo por los numerosos pasos rocosos y de cierta altitud, a modo de escalón, que conviene usar las manos por seguridad. Luego ya el resto de la bajada es sencilla.

Avanzamos largo rato por un estrecho pero cómodo sendero natural, rodeado por una inmensa pradera y por numerosas cumbres. Vista atrás hacia el Pico Anayet, que si cabe desde ésta perspectiva es aún más escarpado, más imponente. A su izquierda se encuentra el Vértice, y a su derecha, vemos la presencia del Midi D' Ossau.

Enseguida llegamos a la zona donde están los ibones, aunque nos dirigimos a la izquierda, donde se encuentra el más grande de todos. Aquí nos quedamos largo rato para descansar y disfrutar del espléndido entorno, y alguno hasta para bañarse, a pesar de la presencia de alguna sanguijuela.

Después, retrocedemos unos metros y luego giramos a la izquierda para iniciar el descenso hacia nuestro destino, el parking del Corral de las Mulas, cerca de la estación de esquí de Formigal-Anayet.
La bajada la hacemos por el barranco de Culivillas, siguiendo de nuevo las numerosas marcas del GR-11.
Aquí andamos siempre a la par del curso de un arroyo, afluente del río Gállego, que desciende hasta la localidad de Sallent de Gállego.

El sendero a caminar es mayormente incómodo por la numerosa presencia de rocas y piedras, y por la alta pendiente, aunque en general no tiene mayor dificultad. Por destacar algo, únicamente en el waypoint "río Gállego 3" hay tramos donde hay que andar al loro de donde pisar, y a la hora de cruzar el curso del río, hay que procurar hacerlo durante un día en el cual no haya llovido con mucha intensidad recientemente, ya que en ese caso puede que no haya forma de cruzarlo, al menos sin mojarse.

Superado esto, el sendero se allana y en pocos minutos tenemos a la vista las instalaciones de la estación de esquí de Formigal-Anayet.
Solo nos queda seguir descendiendo por una carretera hasta dar con el parking del Corral de las Mulas, donde ponemos punto y final a esta durísima pero preciosa ruta. Absolutamente recomendable, travesía 5 estrellas.


Es un poco complicado calificar la dificultad de la ruta, porque dependerá de la experiencia y/o nivel de la persona, de las condiciones climáticas y del estado del terreno en ese momento.
No podemos olvidarnos que esto es Pirineos, y aquí el clima es muy cambiante, imprevisible. Y también que casi seguro cualquier montaña que queramos ascender, sea por la vía que sea, va a ser duro tanto en lo físico como en lo técnico.

Recomiendo que os informéis muy bien de la ruta a hacer, sea cual sea, para que encontréis el recorrido ideal según vuestras capacidades, y por supuesto, mirad bien la previsión meteorológica y procurar no arriesgaros con mal tiempo, y mucho menos con las tormentas.

Si queréis ir a lo fácil, os recomendaría hacer únicamente la segunda mitad de la ruta. Empezar desde el parking de Corral de las Mulas y ascender hasta los Ibones de Anayet, o incluso al Vértice o al mismísimo Pico Anayet.
Si queréis hacer el cabra, empezad desde el parking de Canal Roya y ascender por el barranco de Las Negras.

Otra alternativa sería seguir de principio a fin el río Canal Roya, haciendo un largo rodeo por la ladera izquierda del Anayet hasta llegar a los ibones, y de ahí a las cimas. El desnivel sería el mismo, pero la dificultad y exigencia baja mucho ya que es mucho más llevadero, aunque se andaría más distancia.