Cancela - Biobra - Portela de Aguiar

Ruta circular con inicio y fin en el pueblecito berciano de Cancela, perteneciente al municipio de Sobrado.
La ruta discurre por la Sierra denominada de la Encina de la Lastra, entre tierras bercianas y gallegas.
Una constante subida sobre terreno duro, helado, nos llevará bajo la niebla a la parte alta de la ruta, donde, tras haber caminado poco más de tres kilómetros, nos encontraremos con la Cueva da Vella. ¡Ya ha salido el sol y se ha despejado el cielo! Una pena que los derrumbes de rocas impidan el paso más allá de una gran oquedad que se abre poco después de penetrar en ella por la estrecha boca de entrada. Un poco más adelante encontraremos también la impresionante formación rocosa, de paredes verticales, llamada Peña Falcueira, que parece proteger, o amenazar, el valle que se extiende a sus pies, por el que discurre majestuosamente el río Sil, convertido en el Embalse de Peñarrubia, después de haber abierto un impresionante cañón entre el Bierzo y Galicia.
Dejando a nuestra derecha Peña Falcueira, la senda, alternando tramos de descenso y de ascenso nos conducirá al pueblo gallego de Biobra (llevaremos ya casi ocho kilómetros recorridos), para seguir, ahora con una subida poco pronunciada, hasta el Mirador de Portela, a unos tres kilómetros de Biobra, desde el que se puede contemplar una amplia y hermosa panorámica, donde destaca, a nuestra izquierda, la mítica Peña del Seo, y a nuestros pies el pueblo berciano de Portela de Aguiar; también se puede divisar la hoya berciana, con su mar de nubes un tanto diluido, del que surgen las chimeneas de la Central termoeléctrica de Compostilla y el monte Pajariel, de Ponferrada.
Desde el Mirador, una pista de pronunciada pendiente, hoy muy resbaladiza por culpa de la helada escarcha, que en muchos tramos a la sombra aún persiste, nos llevará en dos kilómetros hasta Portela de Aguiar, de nuevo en tierras bercianas.
La última parte de la ruta, desde Portela hasta Cancela (algo menos de cuatro kilómetros), la hacemos por camino que llanea o baja suavemente, pero que en la mayor parte de su recorrido está cubierto de barro. Afortunadamente, a causa de las heladas de las últimas noches, el suelo está duro, lo que hace menos penosa la marcha.
La presencia de la escarcha helada en varios tramos de la ruta, lo que hace peligrosas las bajadas, exige que se califique de moderada su dificultad. De otro modo, podría considerarse fácil.