Cañón del Guadiela

Hemos quedado a las 9:30 en el aparcamiento que hay en la Presa de Buendía. Hace fresco y nos abrigamos un poco al salir de los coches. Aparecen Maribel y Rafa con churros y chocolate caliente, no hay mejor empiece para una ruta, gracias chicos.

He recorrido muchos senderos en mi querida sierra de Guadarrama y eso ha hecho que desconozca lugares maravillosos que he dejado un poco de lado, y el caso es que me encanta conocer lugares nuevos, y además cercanos a Madrid, creo que ya ha llegado el momento de conocer los rincones de Cuenca y Guadalajara.

La idea de esta ruta ha sido de Maribel que nos propuso hacer un recorrido por los márgenes del río Guadiela. El cauce del río Guadiela, afluente del río Tajo, el primero de cierta importancia que recibe por su margen izquierda, se forma el embalse de Buendía, que junto a otros como el embalse de Bolarque y de Entrepeñas, se les conoce como el mar de Castilla.

Nace en la serranía de Cuenca, a unos 4 kms. al este de Cueva del Hierro. Uno de sus afluentes más significativos es el río Cuervo, de bellísimo nacimiento, que se une a él en Puente de Vadillos. El nombre de Guadiela es un topónimo árabe (wadi=valle).

Iniciamos la ruta cruzando al otro lado de la presa de Buendía, para pasar por un túnel cerrado con cerrojo que nos acerca a la orilla izquierda del río Guadiela, pensamos que es mejor hacer en este sentido la ruta ya que a la vuelta pudiera estar cerrado con candado, los que nos haría volver sobre nuestros pasos unos cuantos kilómetros. Se sigue por esta orilla entre grandes formaciones de roca por un camino carretero durante un buen tramo hasta llegar a una bifurcación marcada con un hito de gran tamaño por donde bajamos hasta cerca del río, poco antes de llegar a él hay que salvar un bloque de piedra por unos escalones de hierro. Enseguida vemos el puente por el que cruzamos a la otra orilla.

Durante el paseo podremos ver cómo se va estrechando el paso entre las rocas y el paisaje va cambiando a medida que vamos avanzando . Llegamos a una curva donde se desciende rápidamente hasta la Ermita Nuestra Señora de los Desamparados. Las inmediaciones de la ermita están perfectamente acondicionadas con merenderos, fuente de agua potable, aprovechamos y nos tomamos un aperitivo.

Desde la Ermita salen unas escaleras de piedra que nos llevarán hasta una zona alta donde cruza otro camino carretero, le seguimos a la izquierda llegando sin mayores dilaciones hasta un mirador natural conocido como Mirador del Morisco, excelente lugar para admirar el paisaje en todas direcciones.

Por el mismo camino volvemos hasta el punto donde habíamos alcanzado el camino al subir desde la ermita, pero en vez de bajar, seguimos de frente ascendiendo un breve pero inclinado tramo, para posteriormente, descender hasta la pista por la que habíamos pasado para ir hasta la ermita, poco antes de que comience el descenso que nos llevó hasta ella. Tomamos este camino a la izquierda, según hemos llegado, hasta el puente por el que cruzamos esta mañana, esta vez no pasamos por él y continuamos de frente por la pista disfrutando de preciosos rincones y el reflejo de las rocas en el agua. Al llegar a las cercanías de una estación eléctrica, giramos a la izquierda por una carreterilla asfaltada que nos acerca, con algo de esfuerzo hasta el aparcamiento donde hemos dejado los coches.

Ha sido una bonita ruta, muy generosa en paisajes para el poquito esfuerzo que nos ha costado. En fin, un día más compartiendo rutas y risas con los amigos, que al fin y al cabo es de lo que se trata, en un paisaje de ensueño.
El tiempo indicado en la ruta es el total empleado en hacer cientos de fotografías, comer y disfrutar del paisaje