Cañón del Val y poza de las truchas.

Esta es una ruta que parte desde la misma localidad de Ágreda y siguiendo el Cañón del Río Val llega hasta la cascada de la Poza de las Truchas. Es un buen paseo de casi 15 kilómetros que, al partir del casco urbano permite incluso ver algunos monumentos de la villa.
Partimos del punto de información que se sitúa en la carretera de Vozmediano y nos dirigimos hacia la plaza del Ayuntamiento siguiendo el curso del río y atravesando un pequeño y antiguo túnel o paso inferior bajo las construcciones. En el ayuntamiento vimos la salida del encauzamiento del río y desde allí nos dirigimos hacia la puerta de Felipe II y el Palacio de los Castejones para tomar el camino de los molinos y de las huertas árabes.
Nos apartamos un poco de la ruta para ver la Cueva del Moro y volvimos al camino para, poco más adelante tomar la dirección del cañón del Val señalizada mediante un cartel indicativo en un poste. Aquí ya empezamos a caminar entre los campos de cultivo, quizá una de las zonas menos llamativas de la ruta, pero con el camino flanqueado por plantas aromáticas, principalmente tomillo y romero. Pasamos la zona de la depuradora y continuamos siguiendo las indicaciones marcadas con las señales amarillas y blancas del PR-SO-20. Hasta ahora la ruta no está siendo espectacular, pero poco más adelante ya se introduce en el cañón, con lo cual el secano se va transformando en el verde de chopos y pequeñas praderas. En breve nos encontramos con el inicio oficial del camino, que está marcado y las caídas protegidas con postes y barandillas de cadenas, con lo cual no hay ningún riesgo. Además, en las pendientes más marcadas hay escaleras para facilitar la caminata. También hay carteles de aviso a la hora de cruzar las pasarelas del riesgo de inundación durante las crecidas. En esta zona el cañón es estrecho y lleno de vegetación de ribera. Al final llegamos a la zona de la cascada de Poza de las Truchas que es un rincón de belleza natural.
Iniciamos el camino de vuelta haciendo una pequeña variación y tomando otro camino que asciende y nos permite ver el cañón desde arriba para pensar que ese accidente geográfico lo ha hecho el pequeño río. Seguimos camino rodeando una cantera abandonada y llegamos hasta la carretera N-122. Por ella recorrimos unos 600 metros hasta entrar en otra pista, también señalizada con marcas amarillas y blancas que nos devolvió al camino de los molinos, debajo de La Muela y su torreón. Cerramos la ruta en la plaza de ayuntamiento.
La ruta tiene dos zonas muy marcadas y dispares: la zona de cultivos y la zona del cañón. Hay que reconocer que los tramos hasta llegar al inicio del cañón no son lo que nos podríamos esperar pero hay que recorrerlos si lo que pretendemos es disfrutar de la naturaleza sin la comodidad de llegar hasta el cañón sin necesidad de usar un vehículo. Hay rutas que comienzan desde la zona de la depuradora de Ágreda y reducen esta distancia.
Otro inconveniente que nos encontramos fue que el hecho de que la depuradora se encuentre aguas arriba del cañón hace que pierda belleza ya que las aguas, al menos el día de nuestra ruta, no se encontraban todo lo limpias que se podría desear.