69. Cañones del Alto Ebro desde Escalada

INDICE IBP de Dificultad de la Ruta

Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/

El resultado del análisis IBP es de 61 (para Senderismo): dificultad 'Media' para una preparación física 'Media'.

El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 415 metros (superior al que estima Wikiloc).


Realizamos esta ruta el 9 de agosto de 2021 (publicada en Wikiloc el 13 de marzo de 2022). Para ella tomamos como referencia la equivalente descrita en ‘Sendas de Burgos’ (http://sendasdeburgos.blogspot.com/2014/07/canon-del-ebro-de-escalada-la-pata-del.html). Puede consultarse ésta para más información. No obstante, nosotros hicimos dos variaciones sobre la ruta guía, que resultaron ser buenas decisiones.

Por un lado, invertimos la secuencia del itinerario: primero subimos al páramo y después volvimos por la orilla del río. En pleno agosto, mes de calor, quisimos hacer temprano el esfuerzo del ascenso, nada más comenzar. Así podríamos regresar por la sombra, junto al río. Por otro, no siendo una ruta larga, y disponiendo de un bien acondicionado GR-99 (o Camino Natural del Ebro) a lo largo del río, extendimos el paseo por esa zona (desde nuestro km 5,7). Nos adentramos 3,5 km en dirección oeste hasta el límite provincial Burgos-Cantabria (y otros tantos de vuelta por la misma vereda), antes de retomar la senda original.

La ruta comienza en la población de Escalada, junto al Ebro. Nada más cruzar el río, ascendemos 3 km sin tregua, aunque no lo recordamos como particularmente duro. El sendero se encontraba limpio y en muy buen estado (habíamos leído algunos comentarios en sentido contrario, de años anteriores). Conforme nos elevamos, la vista se alegra con los cañones y sus revueltas por los meandros del río. Llegados al páramo, nos sorprende vestido de intenso verde, como todo lo demás. Pero apenas hay llano y enseguida el terreno se inclina hacia abajo, otros 3 km de pronunciada pendiente. De nuevo los cañones y llegamos al río.

Allí, en lugar de seguir río abajo hacia Orbaneja del Castillo, damos un giro de 180 grados, contracorriente. …Hasta donde nos saciemos de este río fanfarrón (con sus olas saltarinas y remolinos) y su ribera selvática. Caminamos hacia Villaescusa de Ebro (ya en Cantabria), pero un poco antes damos media vuelta. No queremos superar los 20 km (y, además, en casa, a varias decenas de km, nos espera el almuerzo). Retomamos la senda previa y llegamos hasta Orbaneja. Cruzamos el puente, pero no subimos al pueblo. Hacemos las fotos de rigor de ese bello paraje. Ya sólo queda seguir el GR-99 hasta Escalada, disfrutando del entorno.

El añadido de 7 km por el GR-99 proporcionó un placentero paseo por llano junto al Ebro. La frondosidad y variedad vegetal, así como la vistosidad y los contrastes en el río, constituyen un importante atractivo. Por no mencionar el sosiego que trasmite ese ambiente. Ahora bien, quizá no es necesaria tanta prolongación. No, si tenemos en cuenta que hay que volver por el mismo camino; y luego, por un escenario similar a la vera del río, hay que añadir 6,5 km más hasta el destino final. Es cierto, no obstante, que luego (entre Orbaneja y Escalada) puede no encontrarse la misma paz y aislamiento que en aquellos apartados recodos.

La ruta es sencilla en orientación. Siempre hay un sendero visible. Y el recorrido es ligero físicamente. Con la excepción del exigente ascenso al páramo, y luego la conveniente y lógica precaución en el descenso, los pies se mueven sobre terciopelo. Sólo por acumulación de km puede uno terminar cansado. Pero esto tiene fácil solución acortando (o eliminando) el apéndice añadido río arriba. Sin él, el trayecto de la ruta se completa en apenas 12 km.

La mañana comenzó brumosa. Eso nos impidió apreciar y fotografiar con nitidez los sinuosos y abruptos cañones del río en toda su pompa. Para los buenos encuadres fotográficos, el sol tempranero de la mañana parecía estar siempre ‘estorbando’; quiero decir, deslumbrando de frente o produciendo sombras con demasiado contraste. Más tarde, con el sol más alto, ya nos encontrábamos inmersos en la densa vegetación ribereña. El sol poco poder tenía contra ese muro verde. Pero la vegetación tampoco le permitía a nuestra vista salir y contemplar los cañones. Una pizca de insatisfacción sí nos quedó en ese aspecto.

Ésta es una ruta popular, al menos en tiempo bueno y en período vacacional. Y se comprende por qué, dados sus múltiples reclamos y su variedad paisajística, si uno combina páramo y valle, zonas altas y río. Aunque, en realidad, la parte más visitada se limita al tramo entre Orbaneja del Castillo y Escalada, por el paseo junto al río. He de decir que, hallándonos en la primera parte de agosto, y estando ya bastante avanzada la mañana, sólo nos cruzamos en esa parte con 7 personas. Bueno, ese día era lunes, como ‘excusa’. Es más, de todas ellas, cuatro parecían miembros de una familia; franco-parlantes que nos dijeron “bonjour” cortésmente.

En el resto de la travesía, nadie a la vista, salvo dos ciclistas en el páramo. ‘Hola’; ‘hola’. Su presencia me suscitó cierta intriga: ¿Cómo diablos llegaron allí?

Respuesta Uno: Sé que hay personas con arrestos, pero por nuestro camino desde el valle (sea el de subida o el de bajada) parecía imposible; sea sobre la bicicleta, sea con ella al hombro (¿3 largos km de subida y otros tantos de bajada?).

Respuesta Dos: Tal vez vinieran de algún ignoto lugar en el propio páramo. La población más cercana era Sargentes de La Lora, a 9 km en línea recta; que a saber cuántos km reales serán por los pedregosos senderos parameros (si los hubiere hasta allí).

Respuesta Tres: ¿Desde más ‘arriba’, tal vez? Pero más arriba sólo estaba el cielo; y no se veían caminos para bicis. Tampoco observamos que llevaran parapente o paracaídas. Hay gente ‘rara’…, interesante.

Para aliviar la intriga, Sherlock Holmes se apuntaría a la Respuesta Dos: “Si descartamos lo imposible, lo que quede, por improbable que sea, será la verdad…”. Amén.