CAÑONES DEL DULLA 28 FEB 2015

Ruta realizada por el grupo de senderismo SERMAR (Guía JOSU)
En el límite de las Merindades de Sotoscueva y Valdeporres, en el norte de la provincia y cerca del complejo de Ojo Guareña, se halla la Peña Dulla. Su interior se encuentra horadado por un extenso conjunto de cañones y barrancos originados por la erosión kárstica. De todos estos cañores, el del Dulla, es el mayor de todos y da nombre a la Peña.
Comenzamos la ruta desde el pueblo de Quintanilla – Valdebodres. Desde su plaza, la plaza de Mediavilla, nos acercamos hasta la Surgencia, un manantial, en mitad del pueblo, al que se le llama el Pozo del Infierno, lo que ya da cuenta de que este pequeño pueblo escondido entre montañas tiene algo especial, el lugar tiene su encanto y su misterio, algunos dicen que Satanás tiene la entrada a su guarida allí.
El Pozo es un manantial, lo que en términos geológicos se conoce como surgencia, de más de 100 mts de profundidad en su primer tramo y de los que apenas un 20% está explorado. En un segundo tramo, la cavidad llega a los 200 ó 250 mts.
La tradición oral cuenta que en cierta ocasión apareció una pareja de bueyes con el brabán enganchado en este lugar, los animales habían sido tragados unos kms antes por el Ojo del Guareña y salieron aquí, en el Pozo del Infierno.
Prácticamente al lado, un viejo molino del que aún quedan restos, llegó a aprovechar las aguas del manantial para mover sus engranajes y fabricar harina.
Desde aquí, regresamos a la plaza, y tomamos la calle que pasa junto a la iglesia. El camino se encuentra señalizado como GR1 y PRC-BU-33 aunque pronto las señales desaparecen.
Salimos a una pista encementada que se introduce por el Barranco de la Mata por el que continuamos a lo largo de 1,1 kms. Aquí dejamos este Barranco que va hacia San Martín de Sotoscueva y a través de un Prado continuamos por nuestra izquierda (en dirección Oeste) introduciéndonos en el Barranco de la Dulla.
La senda que tomamos tiene que cruzar en varias ocasiones el arroyo de la Dulla pero en estas fechas todos los ríos del Norte se encuentran con unas crecidas históricas y como no, el arroyo de la Dulla lleva un caudal impresionante, así que se hace muy difícil atravesarlo, y en muchos tramos el agua anega el sendero.
Nos vemos obligados a improvisar pasos con grandes piedras y aún así en el algún tramo nos toca retroceder para buscar otro paso menos dificultoso.
Seguimos avanzando por este Barranco que se va haciendo cada vez más estrecho. En uno de los pasos nos toca retroceder para atravesar el arroyo (convertido en río) y seguir por la otra margen a media ladera, continuando por una pared rocosa poblada de quejigos y encinas, zigzaguendo entre los árboles y procurando no resbalar.
Poco a poco el valle se va estrechando y las paredes laterales se van volviendo más agrestes y empinadas.
Tras avanzar unos 3 kms por el Barranco de la Dulla llegamos a una bifurcación. Por la derecha sigue este Barranco de la Dulla por el que seguimos unos 50 mts, pero solo con el fin de buscar un lugar para cruzar al otro lado del arroyo, ya que de seguir adelante nos encontraríamos al final con una pared y sin salida.
Una vez en la otra margen retrocedemos esos 50 mts para comenzar la ascensión por una senda que sigue por la ladera izquierda introduciéndonos en el Barranco de Valdecastro.
Los primeros 500 mts de ascensión son un poco fuertes, pero merece la pena el esfuerzo, ya que según vamos ganando altura podemos ir observando los farallones rocosos que caen verticalmente sobre el Barranco. Y debido a la gran cantidad de agua que hoy hemos encontrado en este lugar, que en el fondo del cañón nos dificultaba el paso, ahora nos deleita con una bellísima cascada en un río intermitente que hoy está inmenso de agua.
La longitud de la subida es de 2,7 kms y el desnivel es de 370 mts. Tras pasar esos primeros 500 mts de ascensión, la pendiente comienza a suavizarse y ser menos fuerte, así que poco a poco vamos subiendo.
La ruta la catalogamos de moderada, no en sí por su dificultad, sino por la lucha que hemos tenido contra los elementos metereológicos y como hemos venido a luchar contra los elementos la lluvia hace acto de presencia.
Seguimos avanzando hasta casi alcanzar la cima donde nos encontramos cierta cantidad de nieve que nos dificulta el caminar y cómo no, una nube se ha pegado a la Peña, lo que hace casi imposible ver unos pocos metros más adelante.
Ante estas circunstancias se decide no seguir hasta el Collado de la Puerta de la Dulla, un majestuoso ventanal formado por el extremo de la Dulla (1.143m) y el Paño (1.139m), así que giramos a nuestra izquierda en dirección Sur siguiendo por el borde de la Peña. En el fondo del valle, 500 mts más abajo, por la derecha se podría haber contemplado el Valle de Valdeporres y el del río Nela, pero la niebla impide cualquier visión.
Continuamos por la cima de la Peña que es plana y deforestada, y en esta ocasión llena de nieve. No existe ningún tipo de indicación pero la ruta no tiene pérdida, es cuestión de seguir en dirección Sur hasta el vértice, dejando los cortados sobre el Valle a nuestra derecha y los Cañones y Barrancos a nuestra izquierda.
Tras avanzar 1,3 kms llegamos al Collado de la Fuente de la Raya llamado también La Puerta. Aquí se acumula una gran cantidad de nieve lo que hace algo peligrosa la bajada.
Dejamos este portillo atrás y tras una pequeña ascensión continuamos por una pista que atraviesa un encinar.
La nieve aún permanece hasta que bajamos de la cota de los 850 mts.
Ahora comenzamos a perder altitud rápidamente y tras avanzar unos 2,2 kms llegamos a una bifurcación. Seguimos por la pista de la izquierda (dirección Este).
Pronto comenzamos a divisar el pueblo de Quintanilla-Valdebodres. Ahora ya es cuestión de continuar a lo largo de 1,7 kms para llegar al punto final de nuestra ruta. Una ruta donde hemos tenido que luchar contra casi todos los elementos.