Canseco - Peña Constante (1.739 m) - Pico Peredilla (1.813 m) - Hayedo de Canseco

Siempre que nos acercamos a Canseco, nos damos cuenta de que estamos ante uno de los pueblos con más posibilidades de la provincia de León. En esta ocasión, objetivo fijado en Peña Constante (1.739 m) y Pico Peredilla (1.813 m), cumbres de cierta altitud y perfectos miradores de la zona! Comenzamos, acompañados de Rober y Andrea!

INICIO:

La ruta da comienzo en el precioso pueblo de Canseco, puerta de un sinfín de alicientes relacionados con la naturaleza y la montaña. En el centro del pueblo, a la altura de una gran plaza, iniciamos nuestro trazado.

DESCRIPCIÓN:

Antes de empezar a caminar, rellenamos nuestras cantimploras en la fuente del pueblo, situada en la misma plaza, y visitamos unos cuantos carteles informativos sobre la zona. Los primeros pasos debemos darlos cruzando un puente y encaminándonos hacia Palombera.

Saliendo de Canseco, muy cerca, nos encontramos con el barrio de Palombera, por donde debemos transitar recorriendo su calle principal, sin problemas ni pérdida.

Vamos dejando atrás Canseco y Palombera y cogemos la pista forestal que recorre el valle situado hacia el este. Un valle muy bonito y cómodo de transitar. Debemos seguir un desvío y cruzar un puente para seguir por el otro margen del arroyo.

En suave ascenso, vamos ganando metros. Pronto llegamos a la altura del Arroyo Foceoscura, que cruzamos sin mayores problemas. Empezamos a ganar altura de manera más exigente, rumbo a la Collada Redilluera.

Durante este tramo, seguimos un desvío más y abandonamos la pista forestal hacia la izquierda, con el fin de remontar los últimos metros de ascenso hacia la collada de manera más directa. Estos últimos metros, previos a la collada, serán mucho más exigentes.

En pocos minutos, llegamos a la Collada Redilluera, donde encontramos un cartel informativo. De frente, el bonito valle que desciende hacia Redilluera, y a nuestra derecha, la primera cima del día, Peña Constante.

Dejamos la collada atrás y comenzamos el ascenso a Peña Constante. La subida la podemos realizar de manera más directa o buscando un sendero marcado que se encuentra un poco más al oeste, opción que elegimos.

En un primer momento, el sendero es claro y avanza en suave ascenso a lo largo de una curva de nivel. El sendero no tiene mayores complicaciones y rodea unas cuantas paredes rocosas, algo más verticales. Superado este pequeño tramo, comenzamos la parte más pindia, en todo momento por sendero pisado y sin mucha pérdida. La subida es exigente, pero se van ganando metros fácilmente. Por último, tras superar la parte más dura, llegamos a un pequeño hombro, donde sólo debemos continuar hacia la derecha y por la parte más alta.

Finalmente, tras un rato de intenso ascenso, llegamos a Peña Constante (1.739 m). Excelentes vistas hacia el cercano Pico Morala, hacia el cordal del Pico Bodón y Cueto Cabañas, hacia el Valle de Sancenas, el Cueto del Calvo, la Sierra Mediodía, Peña del Rubio y Pico Peredilla, nuestro siguiente objetivo. Breve descanso en la cumbre, mientras nos vamos cubriendo del fuerte viento en altura.

Peña Constante era el primer y principal objetivo del día. Ahora debemos llegar hasta la base del Pico Peredilla para valorar también su ascensión. El peso de las mochilas y el clima, factores que determinarán si ascenderemos o no. De momento, descendemos de Peña Constante desandando los primeros metros hasta llegar al hombro y perdiendo altura por la ladera sur, pindia y con indicios de sendero. La bajada es pronunciada, pero no ofrece ninguna dificultad técnica. Aún así, despacio y con calma, que no tenemos prisa!

Pronto llegamos a otro collado, al sur de Peña Constante. Bonitas vistas de todo el entorno. Somos testigos de la existencia de mucha más vegetación! Sopla el viento!

La siguiente parte de la ruta, manteniendo la altura, nos llevará hasta la Collada de las Arenas, base del Pico Peredilla. Disfrutando de Peña del Rubio, dejamos atrás la Collada Trancosa y continuamos a media ladera. Preciosas vistas del valle por el que ascendimos! La primavera está espectacular!

Llegamos al Collado de las Arenas, donde se nos abren unas vistas de escándalo hacia Genicera, pueblo situado a nuestros pies. Bonita imagen del Valle de Sancenas y de las cumbres que lo poblan, predominando el Cueto del Calvo!

Barajamos la opción de ascender el Pico Peredilla o ladear por su cara norte hasta llegar al collado que nos guiará hacia el Hayedo de Canseco. Estamos bien, el día es espectacular, el viento nos ha dado una tregua y la lluvia no parece que vaya a chafarnos el día, por lo menos de momento.

Comenzamos el ascenso al Pico Peredilla por el cordal, sin complicaciones y por un sendero bien marcado. Algún hito esporádico, aunque no es necesario. La primera parte de la ascensión será la más pindia!

Poco a poco, la ascensión suaviza, dando paso a terrenos más tranquilos y pequeñas antecimas que nos van dejando con la miel en los labios, pensando que estamos muy cerca de la cumbre, pero no, hay que seguir un poco más!

Los últimos metros serán los más complicados y a tener en cuenta. Podemos acometer la ascensión por la parte más alta, pero será necesario apoyar las manos y las trepadas se sucederán continuamente. Rober y Andrea lo intentan por aquí! Por nuestra parte, continuamos el sendero por el sur de la cumbre dando vista al vértice geodésico a la altura de una pequeña chimenea, vía de ascenso normal y que requerirá de una pequeña trepada, sencilla y sin ningún tipo de paso aéreo.

Nos encontramos en el Pico Peredilla (1.813 m), cumbre pequeña y en la que no dudamos en tomarnos un buen descanso y comer y beber algo. Vistas grandiosas hacia cualquier lado! Aparecen las montañas del Puerto de Vegarada, las cimas ya mencionadas y un buen puñado de atractivos para disfrutar. Las nubes juegan mientras comemos, pero nos alertan de que no debemos descuidarnos, pues el clima está a punto de sorprendernos. Muchas fotos y seguimos la ruta, que aún hay que descender hacia Canseco!

El descenso del Pico Peredilla lo realizamos por la pequeña chimenea, realizando el correspondiente destrepe, y perdiendo altura hacia el collado previo a la Sierra Mediodía, que siempre tendremos de frente.

El descenso no ofrece mayores problemas y pronto estamos en el citado collado, con unas vistas muy bonitas hacia los valles que tenemos al norte y al sur. Las nubes se van metiendo por el valle situado al norte y nos regala unas fotos preciosas!

La ruta continua por el collado previo al Hayedo de Canseco, pero antes debemos llegar hasta aquí. Pequeños indicios de sendero a media ladera nos van conduciendo hacia el collado. Atención aquí, ya que existen algunos puntos más rocosos y que debemos ir superando. Con paciencia y sin detenimiento, nos vamos acercando al collado, momento en el que empieza a llover ligeramente!

El tiempo refresca, pero estamos en el collado, antesala del espectacular Hayedo de Canseco. La ligera llovizna nos da una tregua e incluso sale el sol, aunque sigue amenazando agua. Debemos seguir perdiendo altura por el fondo del valle, siempre por sendero evidente y rumbo al Hayedo de Canseco, de frente y muy cercano ya.

El sendero nos adentra en el Hayedo de Canseco, momento en el que comienza a llover de nuevo. Estamos teniendo suerte, ya que los momentos de lluvia nos pillan en zonas más resguardadas. El Hayedo de Canseco es espectacular, y aunque su estación más bonita es el otoño, en primavera nos deja unas imágenes para el recuerdo, siempre muy bien acompañados por el arroyo que tenemos a nuestra izquierda, el Regato del Monte Bodón. Durante el hayedo, al inicio del mismo, debemos seguir un par de desvíos para descender con el rumbo correcto.

El sendero se convierte en pista y las hayas van dando lugar a los robles. Estamos caminando en terreno más abierto, con buenas vistas a la Sierra Mediodía. La cómoda pista, en suave descenso, nos dejará a la altura de la carretera por la que llegamos a Canseco.

Completado el tramo de pista, llegamos a un pequeño puente. Cruzamos dicho puente y nos desviamos por la carretera hacia el norte, rumbo a Canseco, que lo tendremos a un kilómetro y medio, aproximadamente.

El tramo por carretera no nos aporta demasiado. Tan sólo una bonita conversación con Rober y Andrea sobre la ruta conseguida y los momentos vividos, que sin duda, han sido muchos y muy buenos! Ya en Canseco, seguimos un desvío hacia la derecha para continuar hacia el centro del pueblo.

Finalmente, llegamos a la plaza de Canseco, lugar donde habíamos dejado el coche aparcado y donde daremos por concluida la ruta.

CONCLUSIÓN:

Preciosa circular de montaña que parte del pueblo de Canseco. Valles preciosos, ascensiones exigentes y entretenidas a Peña Constante (1.739 m) y Pico Peredilla (1.813 m), unas vistas sublimes hacia cualquier punto cardinal y un Hayedo de Canseco que pone un broche de oro a la ruta. Un trazado de los que hacen afición! Muy recomendable!

MÁS INFORMACIÓN:

Canseco - Peña Constante (1.739 m) - Pico Peredilla (1.813 m) - Hayedo de Canseco

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Rubén Wanderlust (www.rubenwanderlust.com)