Cantonigròs, Roca Foradada

Si quisieramos hacer la foto de nuestra vida, necesitariamos una buena cascada de al menos 15 mts. de altura sobre una poza cristalina y un anfiteatro rocoso que devolviera el sonido del agua amplificado y gran apertura que permitiera la entrada de la luz proveniente de rayos de sol, estrategicamente colocados, cómo esta apertura está orientada al nordeste para que incidan los rayos de sol en la poza hay que madrugar para poder ver los rayos entrando por el gran agujero, aunque a medida que avanza el día los efectos de luz y sus reflejos en el agua siguen siendo espectaculares.
Ese rincón existe, en Osona se esconde un salto de agua que parece salido de un cuento de hadas encantadas. Es la roca Foradada, donde se llega desde el pueblo de Cantonigròs. Un recorrido con vegetación variada entre encinas, castaños, robles, alcornoques y árboles de ribera.
En medio del arroyo de las Pozas encontramos la roca Foradada, un lugar sorprendente y con un aire mágico, se trata de una poza bordeado de roca, que debe su nombre a una gran apertura en una de sus paredes. La excursión es corta (una media hora de ida y unos tres cuartos de vuelta) y sin ninguna dificultad técnica, a excepción de la última parte, con una pronunciada pendiente através de rocas un poco resbaladizas.
Recorrido
Comenzamos la ruta en el mismo pueblo de Cantonigròs, concretamente junto al campo de fútbol. Desde detrás del campo sale un camino ancho que hace una suave bajada. Seguimos las señales del GR-151 hasta que este gira a la izquierda. No hacemos caso de este primer cruce y seguimos camino abajo. Unos metros más adelante encontramos el GR y lo seguimos a la derecha, indicado en el suelo diversas marcas amarillas nos ayudan, pero no hay problema hasta el torrente de la Rotllada, poco después llegamos a un cruce y dejamos el GR que continúa hacia el pueblo de Santa Maria de Corcó (L'Esquirol) y bajamos a la derecha (siguiendo una señal que así lo indica) por un sendero estrecho y pedregoso que baja hacia la cascada, en los tramos más peligrosos hay barandillas donde agarrarse. Finalmente, escondido entre la frondosa vegetación, descubrimos un escenario digno de una película de fantasía. El agua, que cae en una poza desde una altura de 20 metros escalonada, está rodeada de grandes paredes de piedra.
La cascada al frente, La Roca Foradada a la izquierda y las altas paredes que envuelven la gorga rodeándonos, conforman un sitio fresquito y recogido en verano. Si nos apetece explorar un poco el lugar podemos continuar la excursión hasta lo alto de la cascada. Para llegar cruzamos la Roca Foradada y subimos por la parte oculta hasta salir al lecho del torrente. Desde aquí podemos contemplar la caída de agua (hay equipaciones para rapelar) y caminar por el lecho de roca maciza de la riera.