Canuto y Torcal de la Utrera.Baños de la Hedionda

bonita ruta que desde los Baños de la Hedionda, dicen que aquí el diablo exhaló su último aliento cuando fue expulsado por Santiago. Esta es una de las leyendas que el imaginario popular guarda para justificar el olor a azufre de las aguas. Los conocidos como Baños de la Hedionda, Bien de Interés Cultural, constituyen uno de los hitos históricos del macizo de la Utrera y en general de toda Casares.

Se trata de unos Baños Sulfurosos Ferruginosos, situados en un hermoso y ventajoso paraje, que el hombre ha sabido aprovechar desde tiempos de los romanos. El recinto del balneario, cuadrado, con una bóveda esférica de pechinas y dos bóvedas de cañón, se encuentra en el margen derecho del arroyo Albarrán y muy cerca del límite con el municipio de Manilva.
Vamos remontando el rio Manilva, asta llegar a una zona de pozas y una cueva y llega un momento donde tenemos que volver por nuestros pasos para salirnos del cauce del rio y remontar una pequeña subida asta llegar a una cancela, una vez pasada nos encontramos con el molino del Cancon, cruzamos un puente para empezar una subida por un carril que va bordeando la Sierra de Utrera, arriba las vistas son increibles de la costa y del pueblo de Casares bonito pueblo malagueño, asta llegar a la carretera donde con cuidado por el trafico llegamos al inicio del sendero Canuto de la Utrera.
Pasamos algunos cortijos para antes de entrar en el canuto nos desviamos hacia el Torcal de la sierra, posee una extraordinaria belleza debido a las formas típicas de un torcal, un conjunto calizo que tiene su origen hace 200 millones de años en el que la dinámica kárstica ha configurado su singular relieve formado por lapiaces, dolinas, torres y estructuras de platos de caprichosas formas: una auténtica y laberíntica ciudad de piedra. El Canuto de La Utrera es el elemento más singular, siendo foco de atención para ornitólogos, arqueólogos, escaladores, espeleólogos o fotógrafos de la naturaleza.
Ya solo nos queda disfrutar de este paseo increible observando a los escaladores apretando sobre la roca, una importante escuela de escala albergan estas paredes asta llegar otra vez a los baños donde tuvimos la oportunidad de estar un buen en sus aguas, ya aprovechamos la tarde que nos quedaba y fuimos hacer las Ferratas que hay en Casares.