Cap Blanc - Cala Beltran

Tanto el senderismo como el montañismo son prácticas que no están exentas de riesgo. Así pues, es aconsejable que antes de emprender cualquier ruta detallada en este espacio web sea estudiada y ponderada por los participantes, no haciéndonos responsables de posibles incidentes que en el transcurso de la ruta elegida puedan surgir. La información y descripción aquí recogida tiene que ser considerada como orientativa, al igual que la dificultad dependerá exclusivamente de la experiencia y forma física de cada uno. Respetad el medio ambiente, su flora y fauna y cualquier tipo de construcción que nuestros antepasados nos hayan dejado.
Recordad siempre que, tanto en la montaña como en el mar, la unidad son dos, nunca vayáis solos.

La ruta de hoy es más bien un paseo y se puede realizar perfectamente en familia con niños de cierta edad, si bien es de más de 10 km. no tiene mayor dificultad dado su escaso desnivel y fácil recorrido. Parte del trayecto se hace lindando con una propiedad privada a nuestra izquierda, que no hay que invadir. El camino transcurre a través de un paisaje espectacular y, mientras nos dirigimos al destino, mayoritariamente al lado de acantilados, única zona de relativo peligro. Durante todo el trayecto nos acompañará la típica garriga mediterránea, veremos distintos tipos de aves marinas y terrestres y, posiblemente, tortugas terrestres, especie protegida y que debemos respetar especialmente.
Saldremos desde un pequeño aparcamiento que hay justo enfrente de la entrada a la zona de acceso al faro des Cap Blanc, la verja tiene un acceso que nos permitirá seguir a pie sin ningún tipo de dificulta. Al llegar al faro y a nuestra izquierda tendremos que salvar una pequeña pared, una vez superada nos encontraremos en un camino que nos llevará hasta la misma Cala Beltrán, simplemente hay que seguirlo, prácticamente no hay hitos que nos marquen el camino, pero el sendero es de tan fácil seguimiento que no es necesaria la ayuda de estas marcas. Inmediatamente que dejemos el faro a nuestra espalda nos encontraremos un magnífico ejemplar de torre de vigilancia en bastantes buenas condiciones, es posible subir a la parte más alta, lo que aumenta la espectacularidad de las vistas. Durante el resto del camino nos iremos encontrando con diversas antiguas construcciones ya en desuso. Sin demasiadas complicaciones y disfrutando de un bonito paseo llegaremos al destino, Cala Beltrán. Es una cala estrecha y preciosa que, cuando el mar está en calma, adquiere un maravilloso color turquesa digno de contemplar. El regreso lo haremos en parte siguiendo una carretera asfaltada, en relativas buenas condiciones, hasta llegar a cruzarnos con el camino de ida, que nos conducirá al final de la salida de hoy.