Capella, ermita de San Martín por el paso de El Grado - Tozal del Soldado - paso de La Canal. PR-HU 124

El punto de inicio de esta bonita excursión es el gran estacionamiento existente junto a la carretera A-1605, precisamente junto al puente románico de Capella.

En este punto además del estacionamiento existe una fuente y un merendero, todo ello muy arreglado y convenientemente señalizado. También se pueden ver paneles informativos de las rutas que pasan por aquí, como el Sendero Histórico GR-1.

DESCRIPCION DE LA RUTA:

En primer lugar cruzamos el monumental puente románico el río Isábena, cuyo caudal es a veces considerable.

Pasado el puente giramos a la derecha por un camino rural, en él hay varias señales indicativas que evitan confusiones. En el siguiente e inmediato cruce tiramos de frente hacia la ermita de San Martín, PR-HU 124.

Cuando llevamos andados aproximadamente 1,5 km. encontraremos una bifurcación de caminos y una señal con distintas alternativas, tenemos que seguir dirección Castarlenas - Torres del Obispo por el PR. No seguimos el camino a la ermita porque lo haremos de regreso.

Es en este punto que el camino desemboca en un campo de cultivo de almendros, solo hay que bordearlo porque enseguida encontraremos la senda que asciende con mucha pendiente bajo un hermoso robledal. Es un tramo bastante bonito pese a que la pendiente sea exigente.

Poco a poco el bosque se abre y aparecen algunas encinas, enebros, boj... el abrupto sendero hace lazadas hasta una zona rocosa, básicamente formada por conglomerado; hemos llegado al inicio del Paso del Gado, donde la senda continúa horizontal por una espectacular fajeta.

Antes de meternos en la faja, a nuestra izquierda observaremos un saliente, como una aguja colgada del abismo. Nos aproximamos a ese espectacular mirador que es accesible andando con cuidado (ojo al precipicio existente a ambos lados) y nos hacemos la fotografía de rigor.

Regresamos al Paso del Grado y caminamos por la sencilla y ancha faja, desde este paso obtendremos unas vistas espectacularísimas a la aguja, también es un buen lugar para situarse el fotógrafo mientras la persona fotografiada se coloca en la aguja.

En la salida de este tramo encontramos el Camino de la Sierra. A la izquierda iríamos a Castarlenas, nosotros tiramos por la derecha. La pista forestal asciende un poco y luego llanea por el alto de la sierra, por su vertiente sur.

Hacemos 1,1 km. de este camino hasta encontrar en una margen del camino (WP08) un mojón de piedras que viene a indicar el desvío hacia el Tozal del Soldado. Tomamos este bonito sendero recientemente desbrozado, este tramoes muy bonito porque la limpieza ha sido realizada con cuidado y respeto por las plantas, cortando lo justo para dejar paso.

En algunos puntos hay postes con dibujos representativos que informan y señalizan de forma mas bien divertida.

Pasamos el Tozal del Soldado que viene a ser un mirador, a continuacion descendemos hasta el entronque con un camino.

Bordeamos dicho camino forestal que no cogemos porque la senda sigue por la derecha, virando de manera que nos sitúa en la ladera norte, donde se hace protagonista la roca de conglomerado. Por ella escurre agua así que en invierno hay que estar muy atentos a la formación de hielo.

Conforme bajamos la senda es más y más bonita, zigzaguea por la roca hasta un punto llamado "Paso de la Canal". Se trata de una brecha en la roca por la cual debemos pasar, es un paso muy bonito pero cuando sales de él hay que andar con muchísimo cuidado porque tiene bastante pendiente y la roca resbala.

Una vez salvado este paso, vamos girando a la izquierda hasta un falso collado. Nos encontramos en el acceso a la ermita de San Martín, que ya se distingue justo debajo de la enorme pared de conglomerado.

Nos aproximaremos por un estrecho senderito, se pasa junto a un manantial de agua y ya estamos frente a la pared de la ermita y su puerta de entrada.

Visitamos la espectacular ermita, semi derruida. En los últimos años se ha realizado una fabulosa limpieza del entorno (todo el entorno estuvo cubierto de vegetación y abandonado) permitiendo ver el gran eremitorio y las construcciones ganaderas de su parte trasera. Se puede subir por una cornisa equipada con protecciones al punto del que surge el manantial. Este sitio es una verdadera exquisitez para cualquier senderista.

Más de media hora lleva visualizar todo el conjunto, después regresamos al falso colladito desde el que se toma una senda de regreso a Capella.

En esta parte final del recorrido encontraremos dos desvíos: el primero a escasos metros, hacia las ruinas de la ermita de Santa Eulalia, de la que queda todo el basamento. El segundo, hacia un conjunto de tres lagares rupestres, muy bien señalizados y limpios, donde se hacía vino.

Para terminar, descubriremos en las margenes del camino un espectacularísimo conjunto de figuras de piedra, construido por un vecino de Capella en los ultimos años. El camino de vuelta es una auténtica delicia gracias a sus magníficas obras de arte.

Si tienes los pies cansados de andar, no te preocupes, ya queda poco y con estas representaciones artísticas se te pasará en "un vuelo".