Carbonero de Ahusín: Añe, su 'bosque domesticado' y la vía verde

Esta marcha pretende reunir los encantos de las del Soto de Añe (http://segoviaturismo.es/files/pdf/20120321202937d3663369728e85ea976d238b30e6f814.pdf ) y de la Vía Verde del Eresma (http://naturalezayturismo.turismodesegovia.com/es/noticias/generales/482).

En esta nuestra distinguimos cinco tramos bastante distintos. (1) Desde la salida hasta Añe, cruzamos un pinar y campos de cultivo. (2) Desde Añe bajamos paralelos al río Moros por la dehesa comunal de El Soto, despacito por el magnífico “bosque domesticado” de fresnos centenarios. Aún en invierno contiene vida: su limpia pradera verdeando, una bandada de cigüeñas recién llegadas y un rebaño de ovejas. Es el tramo con más encanto de toda la marcha. (Precisamos superar dos vallas de malla de alambre, sin dificultad.)

(3) Una vez salidos de la dehesa de fresnos, en el waypoint 4 optamos por atajar campo a través por terreno de duna, más atractivo, sin embargo, de lo que su geología sugiere, con pinos, muchos hoyos y madrigueras. Así salimos al encuentro del río Eresma en el waypoint 5 donde esperábamos encontrar un puente. Nos sentimos engañados por el IGN pero ello no altera nuestros planes que eran los de continuar río abajo (tramo 4) por la margen izquierda hasta encontrar el puente de ferrocarril de la Vía Verde, waypoint 6. Este otro tramo de ribera, dominado por choperas, es muy distinto del otro, de fresneda, porque las hojas muertas cubren toda señal de vida.

(5) Llegados al puente de ferrocarril de la Vía Verde, iniciamos el regreso; no la abandonaremos ni un instante. A pesar de sus tres hitos significativos (puente del waypoint 6, estación de Yanguas, 7, y túnel, 9), el camino, casi recto, con piso de grava fina poco cómoda y algo deslumbrante, resulta monótono. Parece más apropiado para bicicletas.