CARGADERO DE MINERAL DE MIOÑO Y PLAYA DE DÍCIDO - Acantilado de Zul - EXPLORANDO LAS GALERÍAS ABANDONADAS DESDE SALTACABALLOS

CARGADERO DE MINERAL DE MIOÑO Y PLAYA DE DÍCIDO - Acantilado de Zul - EXPLORANDO LAS GALERÍAS ABANDONADAS DESDE SALTACABALLOS.
Sencilla ruta de senderismo recorriendo varios restos mineros de la zona de Mioño y Saltacaballos.
Aparcamos en Saltacaballos y girando a la derecha por un estrecho sendero nos acercamos a varios restos de edificios mineros en malas condiciones .
Los exploramos y continuamos hacia la zona denominada Punta de Saltacaballos. Aquí nos encontramos una galería minera con varios niveles. Los exploramos, pero llegamos a un punto con derrumbes en el suelo que nos permiten ver otro nivel mas bajo de la galería.
Sin cuerdas no podemos bajar y continuar la exploración . Regresamos al inicio de la galería y bajamos hasta los restos del antiguo Cantiléver de La Tejilla.
Los restos son absolutamente espectaculares. Aunque la zona esta llena de basura y suciedad aun conserva unos restos que te indican la magnitud espectacular de la zona.
Docenas de galerías asoman en varios niveles del horadado acantilado.
Regresamos al cruce de la ruta y seguimos de frente por un estrecho sendero. Este sendero esta muy sucio y con helecho de metro y medio de altura. A pesar de ello se recorre sin demasiados problemas.
Llegamos hasta una zona denominada La Puntilla y disfrutamos de la belleza de la playa de Dícido.
Subimos directamente hasta la carretera y bajamos por ella durante unos 500 metros.
Entramos a la derecha por una bonita pista que nos lleva a la playa. La cruzamos y seguimos por el paseo marítimo .
Por este abandonado paseo marítimo cruzamos un túnel en malas condiciones que nos permite ver a lo lejos el Cargadero de mineral de Dícido o Mioño.
Entramos en sus túneles y curioseamos la magnitud de su obra con varias galerías cerradas con verjas.
Una obra colosal que apenas podemos curiosear. Regresamos por el vergonzoso paseo marítimo al cargadero y en Mioño regresamos a la carretera.
La seguimos hasta volver al coche y dar por concluida la ruta.
La zona es absolutamente increíble. A pesar de su estado de deterioro y abandono es muy interesante recorrer y curiosear la zona.
En otro país , estos restos mineros estarían en perfectas condiciones y con sendero balizado para su visita y estudio-
Las garrapatas que vemos recorriendo la ruta son las mas grandes que he visto nunca. Necesario pantalón largo y mucha precaución.

UN PASADO MINERO Y MARINERO
Castro Urdiales es sobradamente conocida por ser una de las villas medievales más importantes tanto en la pesca o comercio, pero muchos desconocen o tienen una idea difusa sobre el pasado minero y las vinculaciones con la extracción de mineral y el proceso metalúrgico o siderúrgico de Vizcaya, además de los miles de toneladas que iban al mercado holandés y británico.
Los «esqueletos» de cargaderos como el de Dícido (el nombre lo hereda de la empresa que promovió el primer cargadero, la Dícido Iron Ore Company Limited) en Mioño, o los túneles que salvaban los desniveles de la abrupta geografía costera son testimonio vivo de esa historia, que no conviene olvidar. Cantabria llegó a tener en sus costas 7 de los 13 cargaderos de mineral que existían en todo el territorio español.
Mioño y la recuperación turística de arqueología industrial
Mioño no ha perdido esa ligazón con su no lejano pasado, y de forma meritoria mantiene presente esa llama. Gracias a la Vía Verde de Castro-Traslaviña que se desvía después del túnel hacia cargadero, a las esculturas que encontramos en el municipio, o actividades como concursos de poesía minera, tanto la gente local y los viajeros podemos palpar aún con los dedos y los ojos el sabor minero.
El anteproyecto de 2007 que pretendía convertir a Mioño en un Parque Minero quedó interrumpido con la recuperación del cargadero que hoy permanece cerrado con una valle que avisa sobre la prohibición de acercarse. A pesar de adecentarse el acceso y proteger el camino de las rocas que se desprenden de la colina con redes de metal, la situación que vive el camino en su tramo final es confusa, por un lado está cerrada pero al mismo tiempo es posible visitarla. Ello ha impedido que la visita al cargadero permanezca abierta y segura, a causa de las obras de acondicionamiento que siguen en punto muerto.