|Carnota - Comarca de Muros - A Coruña| Paseo por Carnota

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Cuaderno de Bitácora. Año 2021
Sábado, 08 de Mayo

SELECCIÓN DE FOTOS DE LA RUTA

Ruta 21: Paseo por Carnota

Recreación Google Earth

La etapa de hoy ha sido espectacular y la cerveza de fin de ruta tan solo ha abierto más el apetito que traíamos, así que decidimos parar a comer en Carnota que ya van siendo horas.

Reloj de chipirón

Bajamos la comida dando este pequeño paseo que iniciamos en la Iglesia de Santa Columba de Carnota. Destaca por su torre y el cementerio que se accede por una pasarela elevada. A pocos metros está su rectoral en estado ruinoso; pero lo más representativo de este lugar es el famoso hórreo que hay junto al palomar. Mucha gente cree que es el más grande de Galicia, pero a pesar de tener 34,7 m lo superan los hórreos de Lira (36,53) y el de Araño en Rianxo con 37 metros.

Hórreo de Carnota

Subimos hasta la Plaza de Galicia, adornada con flamantes palmeras y un cartel que recuerda a los conductores que atraviesan la carretera que no es un lugar cualquiera, sino Carnota. Curiosamente, el origen de su topónimo proviene de la raíz celta carn-, que significa piedra, mientras que el cartel que han puesto es de plástico. Esas palmeras, que no son originarias de nuestra tierra, intentan recordar a otras tierras más caribeñas, aunque para nada hace falta, ya que cualquiera que vea sus playas, sobre todo en Boca do Río, se imaginará que se encuentra en el Caribe por sus preciosas aguas de color azul turquesa. Por desgracia saldrá de su ensueño una vez que se bañe en estas aguas tan frías.

Carnota

El punto más alejado de este paseo se encuentra en la Casa do Concello, curiosamente financiado por carnotanos emigrantes en La Habana, para que fuera la escuela municipal. La semana pasada veíamos que ocurría un hecho similar en A Pobra de Trives con el Colegio Santa Leonor. Resulta curioso que haya que emigrar para darse cuenta de la importancia de la educación pública.

Casa do Concello

Por último, en la plaza de San Gregorio se ubica la capilla y su cruceiro junto un pequeño parque infantil.

Capilla de San Gregorio

El viento azota con fuerza durante el paseo, por fortuna durante la etapa ha estado soplando en cotas más altas. Nos vamos con muy buenos recuerdos, con ganas de descubrir mucho más y la sensación de estar en una tierra realmente mágica, llena de colores, de historias y leyendas escritas en piedra...Salud y hasta la próxima

Vigilante del hórreo

Otras de nuestras rutas por la Comarca de Muros:

Muros
Paseo cultural por el patrimonio de Muros
Etapa 33: Praia de Broña - Praia de Bornalle
Etapa 34: Praia de Bornalle - Louro
Etapa 35: Praia de San Francisco - Portocubelo

Carnota
Paseo por Carnota
Etapa 35: Praia de San Francisco - Portocubelo
Etapa 36: Portocubelo - O Pindo

Información Técnica



IBQ: 10 - Muy fácil Detalles. (En función de cómo consideréis vuestra preparación física os dará el grado de dificultad de la ruta. En nuestro caso preparación media)
Tipo de terreno: Todo el recorrido va por aceras, así que mejor llevar calzado cómodo.
GPS: Es una ruta que no está marcada, por lo que es imprescindible el uso del GPS para seguirla.
Mejor estación: Nosotros la hicimos en primavera pero cualquier estación puede ser buena. Pero si podéis elegir mejor hacerla en alguna de sus fiestas:
20 de Septiembre - Fiesta de Nuestra Señora de los Dolores.
1 de Enero - Fiesta popular de San Gregorio.
7, 8 y 9 de agosto - Fiestas de San Mamede.
Agua: Además de las fuentes que hay en los diferentes parques, hay infinidad de bares y restaurantes.
Patrimonio: Igrexa de Santa Columba de Carnota, Pombal en Carnota, Cabaceira de Carnota, Cruceiro da Praza do Concello, Casa do Concello de Carnota, Capela de San Gregorio, Cruceiro da Capela de San Gregorio, Petroglifo de Carnota .
A destacar: La zona del hórreo.

LEYENDAS:

"Os alarbios"

De lo que trata esta leyenda es de un barco de mucha tripulación que navegaba lejos, lejos de su tierra. Cruzaba los mares con maestría y ligereza, pues más allá de ser un buen barco, buena era también la tripulación y el capitán que lo capitaneaba.

Pero en uno de esos días de rumbo, el mar empeoró y un vendaval se apropió de las olas que lo manejaba a su antojo. El barco, con ser bien navegable, no pudo resistir tantos embates seguidos y tan fuertes, y en uno de estos le partió la popa. La nave se hundió y los marineros tuvieron que saltar al agua en barcas pequeñas que también se partieron, y los que tuvieron fortuna, en fin, se salvaron por poderse agarrarse a los restos que flotaban a capricho del temporal.

Después de la tempestar viene la calma, dice el refrán, y esto fue lo que paso también en aquel lugar perdido del océano, donde los náufragos, desfallecidos y extenuados, resistían como podían agarrados a ese hilo de vida que aún les quedaba.

En medio de absoluta desesperación vieron a lo lejos unas barcazas que avanzaban con unos hombres erguidos en proa, y que sostenían unas banderas extrañas en la mano. A medida que se iban acercando, los náufragos pudieron distinguir quien las ocupaban. Se trataba de los "alarbios", unos hombres que solos tenían un ojo en medio de la cabeza.

La alegría inicial se esfumó una vez que los reconocieron, pues ya tenían noticias de ellos y sabían que eran unos hombres feroces que se alimentaban de carne humana.
Los "alarbios" recogieron a todos los náufragos y los metieron en sus barcas, donde los ataron como si fuesen cerdos. Cantando unas canciones que compasaban el ritmo de la rema, llegaron a la costa donde habitaban.

Una vez allí metieron a sus prisioneros en una cueva muy profunda hecha en la tierra. Al día siguiente, sacaron a uno de ellos, el más gordo de todos. Mientras unos "alarbios" lo llevaban encadenado, otros tenían un hierro calentando en una hoguera que habían hecho. Cuando el hierro estaba al rojo vivo, marcaron al marinero en su barriga. Luego lo echaron sobre el fuego, lo asaron y , finalmente, lo comieron entre todos.

Y así lo hicieron en los días sucesivos. Cada día cogían uno de los náufragos, lo asaban al espeto y lo comían en medio de una gran fiesta.

Pero los náufragos supervivientes, sacando fuerzas donde no las había, cavaron en la tierra con las manos hasta sangrar y lograron hacer un pasadizo por el que consiguieron huir. Era una noche cerrada y los "alarbios" dormían como becerros después de haber zampado el náufrago del día.

Los náufragos cogieron esta vez varios espetos y otros hierros que encontraron por ahí, los metieron en el fuego hasta ponerlos incandescentes, y una vez que estaban al rojo vivo se acercaron a los "alarbios" que roncaban y clavaron cada uno, su hierro incandescente por el único ojo que tenían en la frente hasta que todos los "alarbios" murieron. De aquella los náufragos supervivientes gritaron todos contentos: ¡Aiurri, aiurri!

"Capela da Nosa Sra. dos Remedios"

Tiene una imagen de la Virgen del Carmen a la que los marineros de Lira son muy devotos. Su construcción está rodeada de leyenda; algunos dicen que la capilla fue construida después de una aparición de la Virgen, y otros dicen que era una pequeña capilla de pastores.

"Cruceiro do Ézaro"

El cruceiro de Ézaro también se conoce como el Cruceiro de Colúns, esto se debe a que en los años sesenta o setenta del siglo XX desapareció el cruceiro anterior, según algunas personas lo habría vendido el cura en esa época, reemplazándolo por otro crucero traído de otra parte.

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