Carrascoy - Los Filos (cerca de la Murta)

Dice Pepe Marcos: Primavera en tó lo suyo. El calorcito casi entrando. Las últimas semanas de la temporada que, inexorablemente, nos llevan al final del programado senderismo. Momento de aprovechamiento. Momento de nueva reunión “Magnífica”. Por ello, seis d ¡e los siete (u ocho quizá) nos reunimos de forma decidida y rotunda para aprovechar aquello que la Naturaleza nos ofrece; para volver a atravesar y disfrutar de nuestros montañas; para volver a practicar el precioso senderismo en “altura”. Tras quedar en nuestra base de Guadalupe, dirigimos nuestros pasos (en coche, eso sí) hacia la murciana pedanía de la Murta, allende Corvera; ubicada, como algunos sabréis, cuasi en la falda sur de Carrascoy. Tras aparcar nuestros coches en la Casa de “Los Monreales”, nos dispusimos a seguir el bien explicado track de Malpaso en wikiloc (gracias amigo) https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4134721. Tras un pequeño descenso en busca de sendero, dirigimos nuestros pasos en clara dirección oeste para ir ascendiendo (huyendo del paso por zonas privadas) por un precioso, continuo y duro ascenso de unos cuatro kilómetros donde completamos un desnivel acumulado de algo más de cuatrocientos metros (los entendidos ya sabeis lo que significa). Tras el mismo, salimos a la zona de camino “entre Antenas”, por lo que, tanto José María como Paco Martínez (algo más adelantados), se acercaron al Vértice Geodésico de “Los Filos” (un kilometrico hicieron, por lo tanto, más). Posteriormente, fuimos en dirección este para acercarnos a la otra zona “alta” de antenas, donde pudimos observar (con cierta dificultad hacia el sur) el campo de Cartagena, el Cabezo Gordo, la Sierra de la Muela alhameña, Sierra Espuña, la Sierra del Cura, Sierra de Ricote y una esquinita del precioso y azul Embalse de Algeciras. Tras ello, cogimos un precioso sendero de descenso, camino de la zona de Navetas (a la que no llegamos); terreno en ocasiones bastante vertical, resbaladizo y con tierra suelta que propició los “añorados” resbalones y culás de varios de los miembros de la excursión. De manera progresiva, y virando en dirección suroeste, fuimos llegando, con la contemplación lejana y algo “brumosa” del Relojero, Columbares y la Cresta del Gallo, a nuestro punto de destino y origen, completando la circular. En total fueron unos más que moderados 12.6 Kms realizados en poco menos de cuatro horas y media. Con tiempo para el exigente ascenso y la deleitante contemplación de lo que, el desnivel de cerca de 1100 metros sobre el desnivel del mar, nos ofrecía. Obviamente, y pá no perder la costumbre, terminamos la bonita y exigente mañana en nuestro Mochuelo amigo de Guadalupe donde, como bien he expresado y reiterado, nunca hay fallo. El próximo domingo, os puedo asegurar, la horda (más o menos cuantiosa) Magnífica, volverá a cabalgar. Espero ser testigo, y narrador al mismo tiempo, de tal evento.