Carretera La Cleta a Pico Mesola

Dejamos el vehículo en un pequeño aparcamiento del puente del Barranco de Bozarruego, antes de llegar a La Cleta. Iniciamos la ruta en la señal que indica ´Sibiscal a Petrito´siguiendo la pista hasta que encontramos la que indica ´Sendero a Petrito´.
Antes de adentrarnos en el maravilloso bosque de pinos ya podemos ver nuestro destino, además de magníficas panorámicas de la Llana del Bozo, la Llana de la Garganta, el Aspe y Lecherín. Y más al este, el Pico de la Magdalena y Las Blancas.
Dejamos un refugio (cerrado a cal y canto) a nuestra izquierda para afrontar el primer nevero que, en realidad, no supuso un problema para nuestras botas (no llevábamos crampones). Una vez adentrados en el magnífico pinar, el sendero se interrumpe en dos ocasiones con sendos neveros que, a esa hora de la mañana, se encontraban totalmente helados. Al no llevar crampones nos vimos obligados a rodearlos, confiando en la resistencia de ramas y brezos como agarres. Varios árboles derribados no presentan ningún problema.
Pasado el Barranco de Bozarruego, decidimos no transitar el sendero a causa de los neveros. Hicimos un pesado ascenso por el pedregal de la loma para llegar al Refugio Alto de Petrito. Desde aquí, y a falta de sendero, volvimos a realizar otro pesado ascenso hasta coger el tramo final que, aunque con neveros, no ofreció mayores dificultades.
A las dos horas y media recibimos nuestro premio: unas impresionantes vistas, al norte, de la llamada Trilogía del Aspe con la guinda de Lecherín y los mallos; al sur, la brumosa silueta del Oroel y las del Puerto de Monrepós; y, al oeste, el Moncayo y (creo) las cumbres nevadas de Ezcaray.
La vuelta de la ruta la hicimos por el mismo lugar hasta el Refugio Alto de Petrito. Desde aquí ya cogimos el sendero pensando que el sol habría ablandado los neveros, como así fue. Descenso agradable y llegada al punto de partida.