Carrión de Calatrava: De los Hervideros a Calatrava la Vieja.
near Carrión de Calatrava, Castilla-La Mancha (España)
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Itinerary description
La ruta comienza en los Baños del Hervidero, a unos 3 km. de Carrión de Calatrava, en la carretera de Fernán Caballero, cerca del paraje conocido como «La Dehesa». Estos baños son de origen romano y fueron restaurados hace unos años. Sus aguas, de efectos curativos para enfermedades de la piel, parece que hierve por las burbujas que aparecen en la superficie.
Justo al lado de la entrada hay un horno yesero, muy característicos de esta zona.
Cruzaremos la carretera para seguir por la Cañada Real de La Plata "el cordel", a lo largo de la finca "los praos", hasta llegar a la ermita de Ntra. Sra. de la Encarnación, patrona de Carrión.
Nos acercaremos al castillo para su visita, pero como tiene horarios restringidos de visitas hasta las 12.30 no pudimos entrar, por lo que nos volvemos para ver primero la ermita.
El Santuario es un edificio de origen musulmán de unos 1.000 años de antigüedad. Se piensa que pudo ser una mezquita, como lo atestigua un arco de herradura con alfiz situado en la fachada norte, sobre la que se construyó la primitiva capilla de nuestra Sra. de los Mártires y a su alrededor el cementerio donde reposaban los restos de los calatravos muertos en la batalla de Alarcos.
Hacia el 1700 el santuario se dedicó a nuestra Sra. de la Encarnación de los Santos Mártires de Calatrava la Vieja y ya en el siglo XIX el Santuario se completó con los edificios actuales: el patio desde donde se accede a la ermita y a la galería de «los milagros» u ofrendas, los cuartos porticados, el cuarto de «los mártires» y las habitaciones del santero.
Desde ahí nos volveremos al Castillo para la visita guiada (la entrada con la visita son 4 €)
El Castillo de Calatrava la Vieja fue una fortificación islámica situada en un importante cruce de caminos. Hasta mediados del siglo XIII, pasaban por aquí la ruta principal entre Córdoba y Toledo, y los caminos de Mérida a Zaragoza y del Atlántico a Levante, lo que generó en torno a ella un intenso tráfico comercial y la convirtió en punto estratégico en la defensa de la Meseta.
Durante aquella época, Calatrava fue un enclave por el que se enfrentaban los muladíes de Toledo y el poder central cordobés, siendo desde año 900 hasta principios del siglo XIII, el lugar más poblado entre Córdoba y Toledo.
Tras la abolición del califato de Córdoba, en 1.031, Calatrava gozó de cierta autonomía, hasta que en 1147 fue tomada por Alfonso VII, convirtiéndose en la plaza cristiana más avanzada frente al Islam.
Sancho III le concedió la encomienda a la orden del Cister en 1.158 (tras fracasar la encomienda a los templarios, que sólo duró 7 años), lo que dio lugar al nacimiento de la primera orden militar autóctona de la Península Ibérica: La Orden de Calatrava.
Los almohades la recuperaron para el Islam a raíz de su victoria en la batalla de Alarcos (1.195), pero Alfonso VIII la retomó definitivamente pocos días antes de la batalla de las Navas de Tolosa (1.212).
A partir de entonces, Calatrava inició su decadencia y ya en 1217 la orden se trasladó al Castillo de Calatrava la Nueva.
Después de la visita volveremos por la Cañada Real y nos desviaremos por el camino de la derecha hasta llegar al puente de Malvecinos.
Este puente, curiosamente en forma de ele, realmente son dos. Un puente romano, que parte de la carretera y que se aprecia peor debido a la maleza, y uno más reciente junto al que existía un molino harinero.
Desde allí tomaremos el camino de la Mártires y el de las Turquillas para volver hasta los Hervideros, inicio de nuestra ruta.
Justo al lado de la entrada hay un horno yesero, muy característicos de esta zona.
Cruzaremos la carretera para seguir por la Cañada Real de La Plata "el cordel", a lo largo de la finca "los praos", hasta llegar a la ermita de Ntra. Sra. de la Encarnación, patrona de Carrión.
Nos acercaremos al castillo para su visita, pero como tiene horarios restringidos de visitas hasta las 12.30 no pudimos entrar, por lo que nos volvemos para ver primero la ermita.
El Santuario es un edificio de origen musulmán de unos 1.000 años de antigüedad. Se piensa que pudo ser una mezquita, como lo atestigua un arco de herradura con alfiz situado en la fachada norte, sobre la que se construyó la primitiva capilla de nuestra Sra. de los Mártires y a su alrededor el cementerio donde reposaban los restos de los calatravos muertos en la batalla de Alarcos.
Hacia el 1700 el santuario se dedicó a nuestra Sra. de la Encarnación de los Santos Mártires de Calatrava la Vieja y ya en el siglo XIX el Santuario se completó con los edificios actuales: el patio desde donde se accede a la ermita y a la galería de «los milagros» u ofrendas, los cuartos porticados, el cuarto de «los mártires» y las habitaciones del santero.
Desde ahí nos volveremos al Castillo para la visita guiada (la entrada con la visita son 4 €)
El Castillo de Calatrava la Vieja fue una fortificación islámica situada en un importante cruce de caminos. Hasta mediados del siglo XIII, pasaban por aquí la ruta principal entre Córdoba y Toledo, y los caminos de Mérida a Zaragoza y del Atlántico a Levante, lo que generó en torno a ella un intenso tráfico comercial y la convirtió en punto estratégico en la defensa de la Meseta.
Durante aquella época, Calatrava fue un enclave por el que se enfrentaban los muladíes de Toledo y el poder central cordobés, siendo desde año 900 hasta principios del siglo XIII, el lugar más poblado entre Córdoba y Toledo.
Tras la abolición del califato de Córdoba, en 1.031, Calatrava gozó de cierta autonomía, hasta que en 1147 fue tomada por Alfonso VII, convirtiéndose en la plaza cristiana más avanzada frente al Islam.
Sancho III le concedió la encomienda a la orden del Cister en 1.158 (tras fracasar la encomienda a los templarios, que sólo duró 7 años), lo que dio lugar al nacimiento de la primera orden militar autóctona de la Península Ibérica: La Orden de Calatrava.
Los almohades la recuperaron para el Islam a raíz de su victoria en la batalla de Alarcos (1.195), pero Alfonso VIII la retomó definitivamente pocos días antes de la batalla de las Navas de Tolosa (1.212).
A partir de entonces, Calatrava inició su decadencia y ya en 1217 la orden se trasladó al Castillo de Calatrava la Nueva.
Después de la visita volveremos por la Cañada Real y nos desviaremos por el camino de la derecha hasta llegar al puente de Malvecinos.
Este puente, curiosamente en forma de ele, realmente son dos. Un puente romano, que parte de la carretera y que se aprecia peor debido a la maleza, y uno más reciente junto al que existía un molino harinero.
Desde allí tomaremos el camino de la Mártires y el de las Turquillas para volver hasta los Hervideros, inicio de nuestra ruta.
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