Cartagena. Ruta urbana y monumental.

Esta es una ruta que realizamos el año pasado, pero no terminamos la grabación en el momento adecuado y además la visita al Teatro Romano y su museo generó una gran cantidad de artefactos en la grabación, que la hacían prácticamente inútil, por lo que decidí no subirla. Meses después, tras comprobar la precisión de las rutas trazadas sobre mapa, decidí recuperar el trazado básico de la ruta y marcar los waypoints ajustados para poder grabar las fotos hechas en la visita original. Este es el resultado, que espero pueda ayudar al visitante que sin mayor información se quiera adentrar en esta ciudad cuya historia se compara con ventaja con la de casi cualquier otra de la Península Ibérica.
No son palabras vanas. La ciudad fue fundada, con el nombre de Qart Hadasht, por Asdrúbal, en época cartaginesa, sobre un asentamiento más antiguo de población íbera o fenicia conocido entonces como Mastia. Posteriormente pasó a ser la capital del reino cartaginés en Hispania, siendo el lugar desde donde partió Anibal, con sus elefantes, en la campaña contra Roma que le llevó a cruzar los Alpes. Conquistada por las tropas romanas de Escipión el Africano,recibió el nombre de Carthago Nova, llegando a ser ciudad muy importante del Imperio Romano y capital de provincia de la provincia Carthaginense. En el siglo V fue saqueada por los vándalos, y posteriormente, ya en el siglo VI, fue conquistada por los ejércitos de Justiniano I, pasando, con el nombre de Cartagho Spartario, a ser parte del Imperio Bizantino y probabemente fué la capital del dominio de Spania. Fué conquistada por los visigodos, que destruyeron buena parte de la ciudad, iniciando un período de decadencia que se prolongó en la época islámica, con algunos momentos mejores, y luego hasta la edad moderna. La recuperación se inició en buena parte por razones militares, por la importancia de su puerto, que se transformó en el siglo XVIII en Capitanía del Departamento Marítimo. En el siglo XIX sufrió mucho las consecuencias de la inestabilidad política de la época, pero después se inició una época de prosperidad económica, en buena parte debida a la minería y el sector químico (causantes al mismo tiempo de importantes daños ecológicos), junto a la agricultura, a lo que en años más recientes se ha sumado el turismo. Testimonio de esa mejora económica son muchas casas principales que se pueden encontrar en la zona central de la población, que hoy recorremos. Y también son notables los restos de numerosas construcciones militares que se pueden encontrar en diferentes puntos de la Bahía y el Campo de Cartagena, actualmente en desuso y práctico abandono.
La ruta se desarrolla entre el Paseos de Alfonso XII y el puerto por el sur, y el Paseo de Alfonso XIII por el norte, aunque se puede delimitar mejor por la calle Carlos III, paralela a la anterio, o, si se prefiere, por los restos de la Muralla del Mar y la Muralla de Tierra. El inicio está en la Plaza JMª Artés, a espaldas del Ayuntamiento y frente al Hotel NH Cartgena, desde donde nos dirigimos hacia la Plaza del Rey por la calle San Agustín. En esta plaza hay un gran aparcamiento público, que es un buen lugar para dejar el coche.
Frente a la Plaza, en el lateral de la calle Real, está la entrada al Arsenal Militar, donde giraremos a la izquierda para continuar hacia el CIM y el Museo Naval, que no podemos visitar por estar cerrado (era época de covid), pero sí podemos ver la reproducción del submarino de Isaac Peral que aquí se custodia. Seguimos adelante, hacia la Plaza de los Héroes de Cavite, donde se encuentran la Dirección del Puerto y la Aduana, y el Paseo de Alfonso XII, con el Puerto Deportivo y la terminal de Cruceros a nuestra izquierda.
Seguiremos hacia la Muralla del Mar, para girar a la derecha antes de alcanzarla, pudiendo visitar el muy interesante Museo de Arqueología Submarina. Algo más adelante se encuentra el Auditorio y Palacio de Congresos, pero nosotros salimos a la izquierda para subir a la calle de la Muralla del Mar, con unos bonitos jardines con excelentes vistas. Giramos a la izquierda, para volver hacia el Ayuntamiento y llegar a la entrada del Teatro Romano y su Museo.
Algo de historia parece procedente ahora. El Teatro Romano de Cartagena, seguramente el mejor conservado de la Península, estuvo "perdido" durante muchos años, incorporado entre las construcciones del barrio, que lo protegieron de una probable destrucción y saqueo. En 1988 fue redescubierto por el arqueólogo Sebastian Ramallo, excavado, incorporado al Museo del Teatro Romano mediante una espectacular obra dirigida por Rafael Moneo, y protegido en 1999 como BIC. Actualmente es el monumento y museo más visitado de la región.
El Teatro fue construido en tiempos de Augusto, que también ordenó la construcción del Foro, entre los años 5 y 1 antes de Cristo, tenía capacidad para hasta 7000 espectadores, y estuvo en uso hasta el siglo III. Buena parte de los materiales de construcción proceden de la propia región de Murcia, pero las esculturas del Teatro fueron realizadas en mármol pentélico blanco, procedente de Grecia. En la ciudad ya existía un Anfiteatro, construído en época repúblicana y que también sobrevivió de manera curiosa, al ser utilizado como Plaza de Toros. El asentamiento del Teatro Romano fue utilizado para construir un mercado columnado, que aprovechó buena parte de los materiales originales, lo que ha permitido su supervivencia, a pesar de la destrucción del Mercado durante el saqueo de los vándalos, y la instalación de un barrio comercial en el siglo VI, en época bizantina, sobre ese asentamiento. Siglos más tarde, sobre ese asentamiento se construyó la Catedral de Santa María, cuyos muros contienen muchos restos de distintas épocas anteriores, incluyendo del Teatro.
Una vez redescubiertos esos lugares, actualmente a la vista del visitante, fue necesario diseñar una vía de acceso para alcanzarlos. La solución planteada por Rafael Moneo es uno de los grandes éxitos de la arquitectura española, y algo en lo que fijarse muy mucho cuando se visita el Teatro Romano.
Al final salimos por la parte trasera y volvemos hacia la Muralla del Mar (hay varias posibilidades y cualquiera irá bien, aunque hemos marcado el sendero de la subida al Parque Torres, al pie del Castillo de la Concepción, construido en tiempos de Alfonso X el Sabio y en un estado de uina progresiva que llevó a su utilización como parque público en tiempos de Primo de Rivera).
Bajando hasta la calle Gisbert podremos conectar con la calle del Adarve de Artillería, donde estaba el antiguo Hospital de la Marina, incorporado ahora con otras construcciones en el Campus de la Muralla del Mar. Saliendo a la plaza de las Tres Culturas nos encontraremos otro de los grandes monumentos "perdidos" de Cartagena; a nuestra izquierda veremos la Plaza de Toros, pero no debemos perder de vista que fue antes el Anfiteatro Romano. Entre el Anfiteatro y el Castillo de la Concepción veremos una torre con elevador y un pasadizo, en el lugar donde se ha ubicado el Museo Refugio de la Guerra Civil.
Pasamos a la calle del Ángel, para continuar hacia la Plaza de la Merced, y de nuevo tropezamos con restos romanos, como la Casa de Salvius y, ya en la Plaza de la Merced, el Decumanus Maximus, al lado del Palacio de Aguirre. Seguimos por la calle Beatas y la Cuesta del Maestro Franceés y ya estamos al lado del Cerro del Molinete, donde hay una extensísima excavación arqueológica que ocupa el propio Cerro y el Barrio del Foro Romano. Cuando pasamos ya estaba cerrado el acceso, pero esta es lógicamente otra de las visitas obligadas en Cartagena.
Salimos por la parte trasera, hacia la calle Parque y el Parque de la Maestranza de Artillería, una zona que también merece una visita y en la que, además, se encontrará buen número de locales de restauración y bares, donde poder descansar un rato o comer. Al terminar salimos por la calle Santa Florentina, para continuar por la Puerta de Murcia hacia la calle Mayor y la plaza del Ayuntamiento, en una zona donde se concentran las construcciones modernistas más destacadas de Cartagena.
En conjunto una gran experiencia, que todavía nos deja algunos lugares donde perdernos en futuras visitas a esta ciudad especial. Naturalmente esta es una ruta urbana, por lo que las recomendaciones son escasas, pero no se engañe, la he marcado como fácil, pero si quiere verlo todo tiene una buena tarea, larga y probablemente cansada así que planifique también los lugares donde quiera descansar un rato. Jardines, murallas y bares o pastelerías le ofrecen un ampllio abanico de posibilidades.