Cártama. Sierra de los Espartales: Puente y Acueducto Romano-Ermita-Castillo-PR 295

La llamaron CARTHA, ciudad oculta o escondida, cosa de los Fenicios, que además de grandes comerciantes, eran amantes de los mitos y las leyendas, sin olvidarnos de sus grandes aportaciones a nuestro país; probablemente trajeron el vino, ya por esto, tenemos que hablarle de usted a cualquier fenicio que nos encontremos, también por su edad, si alguno anda por aquí puedes calcular los años echándole imaginación y visualizando mentalmente que ya se paseaban por el centro histórico de Malaka (Málaga) en el siglo VII a.C.

Luego denominada CARTHIMA por los romanos, convirtiéndola en municipio en el año 195 a. C. y dotándola de poderosas defensas. De esta época aún queda el Puente que formaba parte de la antigua calzada romana hacia Alhaurín el Grande y el Acueducto para la canalización del agua.

De la época musulmana es su Castillo y el Alminar de la antigua Mezquita, hoy Torre de la Iglesia de San Pedro.

Y quizás para los Cartameños el monumento más emblemático sea la Ermita de Nuestra Señora de los Remedios, situada en el Cerro de la Virgen, construida en el siglo XVII sobre otra original del siglo XV.

Y ahora vamos a andar…
Ruta circular por la Sierra de los Espartales partiendo desde el Puente y Acueducto Romanos para dirigirnos callejeando hasta la subida a la Ermita de Ntra. Señora de los Remedios. Me la tomo con calma para ir calentando y disfrutar del camino empedrado, ya quedan pocos, y de las vistas que nos ofrece la subida.
Tras la visita a la Ermita subo al Castillo que está justo por encima y recorro el recinto sin otro fin que dejarme llevar por los restos que aún quedan… muralla, la plaza de armas cubierta de hierba y quizás lo más interesante, un aljibe excavado en la roca que podía abastecer de agua a unas 2.000 personas.

Vuelvo a bajar hacia la ermita para enlazar con el sendero que me lleva a la Sierra de Espartales y tras una empinada subida a través de un carril llego al cruce donde enlazo con el sendero señalizado como PR 295 y ahora sí estoy en plena sierra donde disfruto de los aromas del tomillo, del romero, la lavanda,… y de las vistas al Valle del Guadalhorce, Sierra de Mijas, Sierra de las Nieves,… y del cielo, que ese día, tuvo a bien, regalarnos unas bonitas nubes.

Ahora sólo me queda andar-gozar el sendero que me lleva de nuevo a Cártama, me topo con unas abejas, con unas mariposas,… cortesía de la Naturaleza que servidor de ustedes agradece infinitamente.

Recuerda que nuestro paso por el monte no debe dejar huella…