335 Casas de Estebañón-Ermita de la Virgen de Arraro (Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara)

De la ermita de la Virgen de Arraro, que en sus tiempos debió servir de punto de transmisión de comunicaciones visuales con la torre de Santa Eulalia la Mayor, solo quedan ruinas.
El trayecto se inicia junto a las Casas de Estebañón, situadas a 1,29 km de la carretera que llega por el sur al embalse de Calcón o de Guara, en la pista que se dirige al lugar llamado La Tejería.
Detrás de las Casas de Estebañón y hacia la derecha, en dirección hacia el norte hay un sendero un tanto imperceptible al principio que se dirige hacia un collado próximo, al que se llega tras camina unos 550 m y tras superar un pequeño desnivel de unos 50 m. Desde ese collado se puede tomar un desvío hacia el este para ver el embalse de Calcón, volviendo otra vez al collado.
El camino desciende al otro lado del collado entre robles y pinos hasta las orillas del embalse de Calcón, que sólo se deja ver en contadas ocasiones.
Se cruza un afluente del río Calcón y se llega al cruce de una pista en el waypoint llamado Desvío. En este cruce se llega a una pista principal que hay que seguir hacia la derecha, este. También sale de este punto una antigua pista en desuso que se dirige hacia el embalse y en la que en su principio debería tener un indicador señalando que por allí no se vuelve a las Casas de Estebañón. A la vuelta hay que prestar atención en tomar el desvío en sentido inverso por el sendero, no por la pista.
Cuando la pista alcanza la altitud de 1.045 m, al este del monte El Molar, se toma un desvío hacia la ermita de la Virgen de Arraro. El sendero desciende unos 30 m en desnivel y asciende por la otra ladera unos 60 m para contornear el cerro donde está la ermita y el puntal de Arraro, de difícil acceso. Sería deseable que instalaran unas grapas para facilitar el acceso a la cima.
La vuelta se hace por el mismo trayecto.
A la ermita de la Virgen de Arraro se puede acceder por Santa Cilia de Panzano. la época con mejor para este acceso es aquella en la que haya nieve en la sierra de Guara, porque el deshielo forma barrancos con cascadas que se desprenden de la repisa por la que va el sendero.