Cascada de Friera y Ruta de los Molinos 'PR-AS 155' (Illas)

Ruta circular en el concejo de Illas, partiendo de La Callezuela (capital del concejo) para ver la cascada de Friera y retornar por la Ruta de los Molinos (PR-AS 155). Es un fácil recorrido, primero por pista forestal a través de un bosque en el predominan los eucaliptos, luego por recorrido rural a través de caminos y algún tramo de carretera poco transitada, para luego seguir por el fondo del valle que forma el río Casal, hasta el punto de partida en La Callezuela.

La Callezuela (175 metros) - Collado Cerrón (347 metros) - Cascada de Friera (222 metros) - Puente de las Rodadas (60 metros) - La Callezuela (175 metros).

Por la autovía A-8 dirección Galicia, salir hacia Grado por la AS-237, siguiendo luego a la izquierda por la IA-1 durante unos 3 kms hasta La Callezuela. En el centro del pueblo y poco después de la Iglesia, existe un buen aparcamiento donde se puede dejar el vehículo, es nuestro punto de partida.

Pasamos junto a la iglesia de San Julián, construída entre los siglos XVII y XVIII; tiene su origen en una pequeña capilla, documentada en el año 905 en tiempos de Alfonso III. Bordeando su parte trasera descendemos hacia la derecha, a cruzar el arroyo Fraxeras o de las Traviesas. Desde el puente vemos junto al cauce, el restaurado Molino de Sollovio, el mas alto de la ruta.

Nada mas cruzar el arroyo, comienza el camino que por fuerte pendiente se adentra en el Monte Cerrón, donde predominan los eucaliptos. Con algunas zonas de barro (había llovido horas antes), vamos encontrando varios desvíos, que se encuentran indicados con tablas de madera.

Alcanzado el collado Cerrón o del Monte Pasadoiro, comenzamos a descender por la izquierda, cruzando el bosque de Los Cantarinos por el arroyo Valbona, aguas arriba de la Cascada de Friera, arroyo que desciende encajonado desde la cumbre de la Sierra de Taborneda.

A unos 200 metros de cruzar el cauce, se encuentra el desvío hacia la cascada que contemplamos desde una pequeña elevación. Para observala desde su base, es necesario realizar un mínimo pero complicado descenso (sobre todo si ha llovido recientemente), incluso con la ayuda de un pequeño cordino que se encuentra fijado a los árboles. La cascada también denominada como El Cayu la Gualta por Victor Villar en su libro "Asturias Cascadas con Encanto", tiene unos 10 metros de altura separada por dos pequeñas pozas, una intermedia y otra al final.

De vuelta al camino principal, seguimos hacia el Norte por el llano de La Pinguela de Abajo para llegar a Friera, pequeño núcleo de viviendas que da su nombre a la cascada. Estamos ya en una zona rural abierta a praderías, que por carretera nos lleva a Taborneda y la coqueta ermita de San Antón.

El camino desciende bordeando la lomera del Pico Tintero, a cruzar por el caserío de Fontobrán, saliendo luego por el puente de Roxico a la AS-319, punto de enlace con la Ruta de los Molinos, que comienza poco mas arriba, junto al albergue de Sanzadornín.

Estamos ya en el PR-AS 155; descendiendo por carretera vemos a nuestra izquierda el Molino de Llana, ahora restaurado como vivienda. Después de km y medio, abandonamos la AS-319 por la izquierda para penetrar en el valle del río Casal por el puente de las Rodadas, limite de los concejos de Illas y Corvera. Coincidimos aquí durante un corto trayecto con el PR-AS 49, denominada Ruta del Agua.

Por el ascendente curso fluvial del río, vamos cruzando numerosos puente de madera, siguiendo un camino que discurre por un precioso bosque de ribera. Después de los prados de San Feliz nos encontramos con el Molino de Velasco, restaurado por José Manuel Velasco en 1.999.

El camino continua y poco después del último puente, hay que seguir por un desvío a la derecha que nos aleja del río ligeramente, para elevarnos y seguir luego a la izquierda en la misma dirección, mientras nos vamos aproximando al impresionante Palacio de Bárcena.

Emplazado en una hermosa vega, su construcción fue realizada en varias fases. Consta de varios edificios, sobresaliendo su torre y capilla de San Pedro que datan de los siglos XVI y XVII, existiendo referencias sobre la familia Valdés Salas, como propietarios en esa época del palacio. Una gran palmera y un muro de piedra cierran la finca, de un monumento que lucha por mantener su señorío, contra el implacable paso del tiempo.

Poco después, tras cruzar por debajo de las viviendas de La Lláscara, retornamos a La Callezuela, inicio y final de esta bonita ruta circular.

NOTA: En el paso por el caserío de Fontobrán, poco antes de salir a la carretera AS-319, existe un gran perro mastín suelto, a pesar de ser un camino público. No parece agresivo, pero si realizamos la ruta con perros puede ser motivo de conflicto, debemos tenerlo en cuenta.