Cascada de Nocedo-Bosque de las Hadas-Pozo Burbuliegos-Ermita-Peña Valdorria (Nocedo de Curueño - León)

Nota:Track grabado con GPS Garmin 64S. La distancia y el desnivel reflejados resultan del proceso de depuración del track y del ajuste de Wikiloc, siendo generalmente inferiores a la distancia y desnivel reales. Quienquiera que haga uso y seguimiento total o parcial de este track y de su información adicional, asume la plena responsabilidad ante los riesgos propios de la práctica de la actividad, ya que esta información tiene únicamente carácter orientativo y no siempre refleja la mejor opción de ruta.

Preciosa y exigente ruta que tiene de todo: cascadas, bosques idílicos, pueblos, arquitectura popular y subida a cima. Si a eso le sumas los colores del otoño, no se puede pedir más.
En cuanto a dificultad técnica no tiene ninguna, el ascenso a Peña Valdorria se hace siguiendo un sendero muy pisado e hitado y la bajada se realiza por una ladera herbosa que puede entrañar dificultad si está húmeda. El tramo más complicado, sobre todo de orientación, es el que va desde que se inicia el ascenso desde la cascada hasta que se enlaza con el sendero definido que recorre el bosque de las Hadas.
Nos encontramos en la Reserva de la Biosfera de los Argüellos. Situada en la Montaña Central de la provincia de León, dentro de la vertiente leonesa del macizo de la Cordillera Cantábrica. Comprende tres municipios: Cármenes, Valdelugueros y Vegacervera y tiene un gran patrimonio geológico como queda patente en dos gargantas fluviales: la horadada por el río Torío que da lugar a los Hoces de Vegacervera y la garganta del río Curueño que forma el espacio geomorfológico de las Hoces de Valdeteja.
La ruta comienza en el pueblo de Nocedo de Cureño. Tras cruzar el puente sobre el río Curueño se enlaza con la carretera Le-321 y tras recorrer unos 600 m se llega al desvío de la Cascada de Nocedo. Hay que recorrer un sendero habilitado siguiendo el curso del arroyo de Valdecésar hasta que se llega a una grieta abierta entre dos macizos rocosos donde se encuentra el salto de agua que forma el arroyo, conocido como la cascada Cola de Caballo de Curueño.



Volvemos de nuevo a la carretera y justo al lado sale un sendero señalizado hacia Valdorria y el bosque de las Hadas. Hay que afrontar una corta pero exigente subida por un terreno rocoso muy suelto hasta que llegamos a la parte alta.
Una vez arriba hay que ir atento para no despistarse porque el terreno y la señalización es bastante confusa. No debemos seguir el sendero que sale a mano derecha sino que debemos desviarnos a mano izquierda hacia un resalte rocoso que hace las veces de mirador. Desde ahí hay que afrontar el descenso hacia el fondo del valle para buscar el cauce del arroyo Valdecésar. El descenso es pronunciado y al principio con piedra suelta así que hay que ir con precaución.
Una vez abajo, nos situamos en la parte alta de la cascada, justo en la grieta. A partir de aquí hay que seguir el cauce del arroyo, disfrutando del bosque y de las pequeñas cascadas que va formando a lo largo de su curso, vadeándolo dos veces para cambiar de margen buscando tramo más cómodo de andar. Es un tramo algo confuso y no sencillo.
En épocas en las que el arroyo baja con más caudal no debe ser sencillo hacer este tramo.
Más adelante ya se enlaza con un sendero bien definido que nos permite recorrer el precioso robledal conocido como bosque de las Hadas. El sendero, paralelo al curso del arroyo, el cual vadeamos por un puente de madera, nos permite recorrer entre frondoso robledal. A lo largo del recorrido, nos encontramos con dos cruces señalizados con postes indicativos de madera. Debemos seguir la dirección de Valdorria y pozo Burbuliegos.



Una vez llegado al último cruce nos dirigimos al pozo. Se avanza por el fondo del cañón por el propio lecho del arroyo hasta llegar al pozo con la cascada. Un enclave muy bonito que merece la pena visitar. En momentos donde el agua invada todo el cauce tiene que ser difícil llegar hasta el pozo y la cascada.



Volvemos al cruce y tras pasar por otro puente de madera se inicia el ascenso hacia el pueblo de Valdorria. Poco a poco vamos ganando altura hasta que llegamos a un mirador donde podemos parar para contemplar las vistas: Peña Galicia y la Peña Valdorria, el valle originado por el arroyo de Valdecésar y el gran robledal protagonista del bosque de las Hadas.
Seguimos otro tramo de ascenso hasta llegar a una especie de escalera rocosa que conduce a un paso por una cueva. Al otro lado se abre el valle, con el pueblo de Valdorria y Peña Valdorria a su espalda. Continuamos por el sendero para acercarnos al pueblo.



Justo antes de llegar sale un sendero a la derecha que conduce a la Ermita de San Froilán. Cogemos el bonito sendero que conduce a la ermita. Ésta no destaca mucho pero sí su enclave. Las vistas son muy bonitas. A destacar el escudo heráldico sobre el dintel de la puerta con unos lobos esculpidos y la pintura del interior.



Regresamos al pueblo y tras recorrer su calles, salimos a la carretera que comunica con Nocedo. Justo en la parte más alta hay que desviarse a la izquierda para cruzar una zona de prados e iniciar el ascenso a la mole calcárea de Peña Valdorria (1926 m). Desde este punto el ascenso es continuo siguiendo un sendero bien definido e hitado. Son aproximadamente 2km de ascenso, salvando un desnivel de +650 m. La primera parte, sin grandes desniveles, nos obligará a rodear la parte más vertical que vemos a la izquierda, incluso perdiendo unos pocos metros. Luego la subida se vuelve más exigente y con más desnivel hasta que hacemos un pequeño giro a la izquierda y afrontamos la subida por una canal ancha que nos deja en un pequeño collado. Desde aquí hay que girar a la derecha y afrontar el último tramo de subida hasta la cima.
En la cumbre podemos disfrutar de unas impresionantes vistas: peña Galicia, pico Bodón, pico Polvoredo, picos Morala, Huevo, Faro de Huevo, Nogales, valle de Curueño, al fondo el Espigüete, las montañas de Riaño, etc.



La bajada se hace por una chimenea más vertical y con el terreno suelto, por lo que hay que ir con cuidado, hasta alcanzar el Portillo del Agua. En este punto abandonamos el camino habitual de bajada hacia el pueblo de Valdorria y nos desviamos a la derecha para afrontar el descenso por la ladera herbosa hacia el valle de Villarasil. En la bajada no hay sendero definido pero es relativamente cómodo de bajar, pudiendo entrañar más dificultad si la hierba está húmeda. A medida que nos vamos acercando al valle, nos aproximamos a una alambrada que hay que cruzar por el mejor sitio que veamos. Una vez en el valle, el descenso puede hacerse por el cauce seco del arroyo, sin embargo, en mi caso, tras un tramo de escobas , enlazo con un sendero a media ladera que va descendiendo progresivamente y que termina por unirse al arroyo en una zona abierta donde hay unos abrevaderos.
Desde este punto sólo hay que seguir la pista que en descenso atraviesa el robledal hasta enlazar con la carretera Le-321.Tras un tramo corto por dicha carretera, se cruza el río Curueño por el puente que hay junto a las ruinas de un antiguo balneario y seguimos hasta llegar al pueblo de Nocedo.
En resumen, una muy bonita y exigente ruta que en apenas sus 12 km tiene muchos puntos de interés.



En base a vuestra preparación física, elegir la columna que corresponda y en ella buscar el rango donde se encuentre el número IBP y tendréis el grado de dificultad de esta Ruta