Tobera, cascadas del río Molinar

El río Molinar, tras atravesar las altas paredes del desfiladero como si de un tubo se tratase, a su paso por el pueblo de Tobera divide a este en dos barrios. Al llegar, el agua nos sorprende brotando de entre las rocas y saliendo en forma de espectaculares cascadas que se han convertido en el principal atractivo del lugar junto con la ermita de Nuestra Señora de la Hoz y el Humilladero del Cristo de los Remedios.

Comenzamos la caminata en el parking situado frente al conjunto monumental que forman la Ermita de Nuestra Señora de la Hoz, el Humilladero del Santo Cristo de los Remedios y el Puente Medieval de origen romano.

Tras visitar el complejo religioso, una señal junto al puente nos recuerda que es el momento de recorrer el conocido como Paseo del Molinar. Se trata de una ruta circular de 1 kilómetro de longitud que haremos siguiendo el curso del río por la margen derecha del mismo.

Nos encontramos con un camino empedrado y accesible que nos llevará por distintos miradores y puentes desde los que contemplar las cascadas.

Enseguida llegamos al primero de los miradores, una pasarela de metal que se asoma al primero de los saltos de agua.

Des aquí descendemos por unas escaleras empedradas por el que será el tramo más pendiente del recorrido. Girando a nuestra izquierda llegamos hasta otro pequeño mirador desde el que podemos ve el desfiladero del Molinar y el casco urbano de Tobera.

Volvemos sobre nuestros pasos para retomar el camino empedrado en dirección al centro del pueblo donde una señal nos indica la dirección de las cascadas -I- y -II-.

Atravesando el pequeño puente de un arco sobre el río Molinar, nos dirigimos a la primera de las cascadas. Un espectacular salto donde el agua cae escalonadamente entre abundante vegetación.

Desandamos el último tramo cruzando de nuevo el coqueto puente donde un estrecho sendero a la derecha nos llevará hasta la segunda de las cascadas que se precipita desde lo alto de forma majestuosa como una larga cola de caballo.