Cascada de Xurbeo, Murias (Asturias)

Apenas un kilómetro separa el pueblo de Murias (en el concejo de Aller) de una de las cascadas más bonitas de Asturias, recogida en un pequeño rincón en la ladera del valle excavado por el río Negro.

Un espeso manto verde, de denso arbolado, cubre todas las laderas de las montañas que flanquean el valle, roto sólo por algunos prados y la presencia del pueblo de Murias, con sus huertos familiares y sus casas ordenadas una sobre otra en la ladera de la montaña.

La ruta es, en realidad, una galería formada por árboles, castaños y robles en su mayoría, además del bosque de ribera, que es otra galería sobre el río. En el suelo, en el sotobosque, destaca la arandanera negra, importantísima fuente de alimento para gran cantidad de especies de aves.

Algunos escalones nos ayudan en las subidas y bajadas.

Al final, como metida en una hornacina, aparece la cascada, abierta, blanca, destacando sobre la piedra oscura, con pequeños saltos laterales que la ensanchan y embellecen.

¡Otra ruta imprescindible!.

Iniciamos esta breve ruta en el aparcamiento del pequeño pueblo de Murias.

Es una ruta válida para todo el mundo, cuya ancha senda está perfectamente indicada con postes.

A los 300 metros de empezar, cruzamos al otro lado de la carretera, donde encontraremos el cartel informativo de la ruta y donde comienza la senda.

Cien metros más adelante, comenzamos la ruta bajando, metiéndonos de pleno en el bosque hasta dar con el río, llamado río Negro, que deberemos cruzar.

Al otro lado del puente, cuando llevamos caminado medio kilómetro desde el inicio de la ruta, giramos a mano izquierda para iniciar ya la parte de subida de la ruta.

Llegados al primer kilómetro del recorrido, seguimos por la pista, que va paralela al río, disfrutando del paisaje.

Más adelante encontraremos otro puente, que deberemos cruzar también, para acceder a la cascada.

En los 200 metros siguientes hallaremos la preciosa cascada de Xurbeo, destino de nuestra ruta.

Para regresar a Murias volvemos por la misma pista pero en sentido contrario.

Un recorrido precioso que, sin ninguna duda, merece el pequeño esfuerzo.