Casco Antiguo - SENDA VERDE OVIEDO FUSO - Latores - BOSQUE DE VEGA
near Arcos, Asturias (España)
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Itinerary description
VIA VERDE OVIEDO - FUSO
Transición es la palabra que define a esta antigua vía férrea, que nos lleva de lo urbano a lo rural y de aquí a lo casi selvático. Desde Oviedo/Uviéu a Fuso y Les Caldes, en unos 7,5 kilómetros el paisaje va cambiando y, aunque siempre por asfalto, vamos dejando atrás calles, coches, ruido… y poco a poco van apareciendo sonidos de aves, vacas y, por fin, la tranquilidad del río.
De las plantaciones del Parque de Invierno vamos hasta los encinares sobre roca caliza del final de la ruta, sobre el río Nalón. Avellanos, carbayos, abedules y encinas nos acompañan en nuestro paseo.
Tampoco nos faltan ánades reales, pájaros carpinteros o reyezuelos listados, entre otras muchas especies de aves forestales. Acabemos en Fuso o en Les Caldes, el verde y el río nos acompañarán hasta el final.
Golf, túneles, un molino e incluso aguas termales completan la oferta de esta ruta.
La ruta comienza en el Parque de Invierno de Oviedo/Uviéu. Es prácticamente llana y está bien asfaltada, por lo que se puede hacer tanto andando como en bicicleta o en patines. En distintos puntos hay diversos merenderos para comer o simplemente descansar.
En los primeros 500 metros de la ruta, encontramos un panel que nos indica que aquí comienza la senda verde junto a varias placas conmemorativas.
A lo largo del primer kilómetro de la senda, pasamos varias veces por debajo de la autovía. En los inicios de la senda ya se ven distintas especies de árboles con pequeñas casetas para los pájaros, además de restos de lo que antaño fue el paso del ferrocarril.
Alcanzado el kilómetro 2,2, llegamos a la antigua estación de La Manxoya, donde podemos ver al fondo el pico Mostayal, y unos metros más adelante pasamos por encima del puente de madera que cruza la autovía. En un kilómetro, cruzaremos la carretera de Ayones-Llagú. En este cruce se ven unos carteles de Feve con el eslogan: "Póngase en contacto con la naturaleza y regrese a la ciudad en tren". Al final de esta recta vamos a encontrar el primer túnel ferroviario.
Cuando llevemos caminados unos 5 kilómetros, nos encontraremos con un antiguo molino y con el túnel El Molineru, de 150 metros de longitud.
Un kilómetro y medio desde este punto, podremos observar, en la margen izquierda, el cauce del río Gafo rodeado de vegetación, además del siguiente túnel, El Mergallu, más corto que el anterior, de unos de unos 70 metros de longitud, y el tercero de estos túneles calizos, el de Premaña, aún más corto que los anteriores, de unos 30 metros de longitud.
Al llegar al kilómetro 7, encontramos el cuarto de los túneles, el túnel Veneros, el más largo, de 260 metros de longitud. En unos 400 metros, vemos el esplendor del río más largo y caudaloso de Asturias, el río Nalón. Debemos cruzar el puente, de hierro centenario, que da a la localidad de Fuso, donde termina nuestra ruta. Desde aquí podemos contemplar también la Peña Avis.
EL BOSQUE DE VEGA
El bosque de Vega se oculta tras la ladera de Montecerrao. Este enclave de naturaleza viva, a tan sólo tres kilómetros del centro urbano, ocupa una extensión de casi 400 metros cuadrados. Una masa boscosa que recientemente ha estado a punto de desaparecer. A través del plan urbanizable del Cristo, se pretendía construir edificios de seis pisos y un vial de cuatro carriles en el mismo bosque. La lucha de los vecinos de Vega consiguió evitarlo y ahora la zona se integrará en el paisaje urbano, pero preservando su esencia natural.
Desde la parte alta del barrio de Montecerrao, la masa boscosa se extiende hasta Latores, convirtiéndose en un «pedazo» de naturaleza salvaje en las inmediaciones de la ciudad.
La ermita de Santa Ana de Mexide, situada en la calle de Riosa, en el mismo barrio, es un punto de referencia para adentrarse en la espesura del lugar. Esta capilla, resguardada a la sombra de un centenario tejo, estuvo a punto de desaparecer en 1994. El ya fallecido cronista oficial de Asturias, Joaquín Manzanares, consiguió que se preservara y fuera restaurada tres años más tarde.
Ahora el monumento protegido acoge en su interior la imagen de Santa Ana de Mexide, que cada año es llevada en procesión por las inmediaciones de la ermita con el motivo de festejar las celebraciones de la urbanización de Montecerrao.
Aún así, el lugar ya era un núcleo festivo en siglos pasados. La capilla fue durante años el destino de la imagen de Nuestra Señora de la Esperanza, que salía en procesión desde la capilla de la Balesquida. Según recogen las ordenanzas del siglo XV de la Cofradía de la Balesquida, los ovetenses se acercaban hasta Santa Ana de Mexide para festejar la Pascua de Pentecostés. Tras la celebración de la misa, los cofrades comían «un bollo de media libra de pan de trigo, torrezno y medio cuartillo de vino», lo que dio origen al Martes de Campo, fiesta local de Oviedo. Así, durante años, los prados del bosque de Vega siguieron acogiendo la popular celebración.
Una vez pasada la ermita y entre las casas de Vega, un camino pedregoso lleva hasta el interior del bosque. A unos cien metros, una fuente surge entre la espesura. El agua se recoge en un lavadero, que abastece al ganado de una finca particular. Además, por las vaguadas de la zona cruza la traída de agua con un pequeño acueducto en la Borná, que tiene su origen en el manantial de Les Arroxines, en Morcín.
Entre castaños, robles, abedules y acebos, la naturaleza se muestra en todo su esplendor. Los ruidos de la ciudad desaparecen y la espesura boscosa envuelve a pocos metros de la zona urbana.
Desde el camino principal, diversos senderos se bifurcan para acceder a las fincas particulares. Todas ellas muestran un buen estado, fruto del trabajo y los cuidados de los vecinos de la zona. Entre la arboleda, numerosos animales como jabalíes, zorros, corzos o ardillas tienen su hábitat.
En la parte baja, la autopista A-63, que conecta Oviedo con La Espina, limita el bosque. Mientras que en la zona más alta, los nuevos depósitos de agua del Cristo ponen freno a la naturaleza. A los lados, la urbanización de Montecerrao y Latores enmarcan este lugar privilegiado.
AVISO: Las ruta descrita así como el track y waypoints los he descargado de mi GPS después de hacerla personalmente. Aún así, debéis de considerarlos meramente orientativos. Los tracks no marcan siempre el itinerario exacto, por tanto pueden contener errores, esto es debido a que durante la grabación por GPS la recepción de los satélites puede ser débil especialmente en zonas de barrancos, desfiladeros profundos, zonas de bosque espeso, etc. Queda a la responsabilidad de quien las realice, las medidas de seguridad apropiadas para cada dificultad, que dependerán de las CONDICIONES climatológicas, así como la preparación tanto técnica como física del que las realice.
Siempre recomiendo ir acompañado al monte, dejando aviso a un conocido o familiar de nuestro itinerario y tiempos previstos, llevar el teléfono con carga suficiente, agua, comida y abrigo adecuado a la época y recorrido a realizar.
Deja todo como estaba o mejor para que todos podamos seguir disfrutándolo y que las únicas huellas de tu paso sean las de tus botas.
Transición es la palabra que define a esta antigua vía férrea, que nos lleva de lo urbano a lo rural y de aquí a lo casi selvático. Desde Oviedo/Uviéu a Fuso y Les Caldes, en unos 7,5 kilómetros el paisaje va cambiando y, aunque siempre por asfalto, vamos dejando atrás calles, coches, ruido… y poco a poco van apareciendo sonidos de aves, vacas y, por fin, la tranquilidad del río.
De las plantaciones del Parque de Invierno vamos hasta los encinares sobre roca caliza del final de la ruta, sobre el río Nalón. Avellanos, carbayos, abedules y encinas nos acompañan en nuestro paseo.
Tampoco nos faltan ánades reales, pájaros carpinteros o reyezuelos listados, entre otras muchas especies de aves forestales. Acabemos en Fuso o en Les Caldes, el verde y el río nos acompañarán hasta el final.
Golf, túneles, un molino e incluso aguas termales completan la oferta de esta ruta.
La ruta comienza en el Parque de Invierno de Oviedo/Uviéu. Es prácticamente llana y está bien asfaltada, por lo que se puede hacer tanto andando como en bicicleta o en patines. En distintos puntos hay diversos merenderos para comer o simplemente descansar.
En los primeros 500 metros de la ruta, encontramos un panel que nos indica que aquí comienza la senda verde junto a varias placas conmemorativas.
A lo largo del primer kilómetro de la senda, pasamos varias veces por debajo de la autovía. En los inicios de la senda ya se ven distintas especies de árboles con pequeñas casetas para los pájaros, además de restos de lo que antaño fue el paso del ferrocarril.
Alcanzado el kilómetro 2,2, llegamos a la antigua estación de La Manxoya, donde podemos ver al fondo el pico Mostayal, y unos metros más adelante pasamos por encima del puente de madera que cruza la autovía. En un kilómetro, cruzaremos la carretera de Ayones-Llagú. En este cruce se ven unos carteles de Feve con el eslogan: "Póngase en contacto con la naturaleza y regrese a la ciudad en tren". Al final de esta recta vamos a encontrar el primer túnel ferroviario.
Cuando llevemos caminados unos 5 kilómetros, nos encontraremos con un antiguo molino y con el túnel El Molineru, de 150 metros de longitud.
Un kilómetro y medio desde este punto, podremos observar, en la margen izquierda, el cauce del río Gafo rodeado de vegetación, además del siguiente túnel, El Mergallu, más corto que el anterior, de unos de unos 70 metros de longitud, y el tercero de estos túneles calizos, el de Premaña, aún más corto que los anteriores, de unos 30 metros de longitud.
Al llegar al kilómetro 7, encontramos el cuarto de los túneles, el túnel Veneros, el más largo, de 260 metros de longitud. En unos 400 metros, vemos el esplendor del río más largo y caudaloso de Asturias, el río Nalón. Debemos cruzar el puente, de hierro centenario, que da a la localidad de Fuso, donde termina nuestra ruta. Desde aquí podemos contemplar también la Peña Avis.
EL BOSQUE DE VEGA
El bosque de Vega se oculta tras la ladera de Montecerrao. Este enclave de naturaleza viva, a tan sólo tres kilómetros del centro urbano, ocupa una extensión de casi 400 metros cuadrados. Una masa boscosa que recientemente ha estado a punto de desaparecer. A través del plan urbanizable del Cristo, se pretendía construir edificios de seis pisos y un vial de cuatro carriles en el mismo bosque. La lucha de los vecinos de Vega consiguió evitarlo y ahora la zona se integrará en el paisaje urbano, pero preservando su esencia natural.
Desde la parte alta del barrio de Montecerrao, la masa boscosa se extiende hasta Latores, convirtiéndose en un «pedazo» de naturaleza salvaje en las inmediaciones de la ciudad.
La ermita de Santa Ana de Mexide, situada en la calle de Riosa, en el mismo barrio, es un punto de referencia para adentrarse en la espesura del lugar. Esta capilla, resguardada a la sombra de un centenario tejo, estuvo a punto de desaparecer en 1994. El ya fallecido cronista oficial de Asturias, Joaquín Manzanares, consiguió que se preservara y fuera restaurada tres años más tarde.
Ahora el monumento protegido acoge en su interior la imagen de Santa Ana de Mexide, que cada año es llevada en procesión por las inmediaciones de la ermita con el motivo de festejar las celebraciones de la urbanización de Montecerrao.
Aún así, el lugar ya era un núcleo festivo en siglos pasados. La capilla fue durante años el destino de la imagen de Nuestra Señora de la Esperanza, que salía en procesión desde la capilla de la Balesquida. Según recogen las ordenanzas del siglo XV de la Cofradía de la Balesquida, los ovetenses se acercaban hasta Santa Ana de Mexide para festejar la Pascua de Pentecostés. Tras la celebración de la misa, los cofrades comían «un bollo de media libra de pan de trigo, torrezno y medio cuartillo de vino», lo que dio origen al Martes de Campo, fiesta local de Oviedo. Así, durante años, los prados del bosque de Vega siguieron acogiendo la popular celebración.
Una vez pasada la ermita y entre las casas de Vega, un camino pedregoso lleva hasta el interior del bosque. A unos cien metros, una fuente surge entre la espesura. El agua se recoge en un lavadero, que abastece al ganado de una finca particular. Además, por las vaguadas de la zona cruza la traída de agua con un pequeño acueducto en la Borná, que tiene su origen en el manantial de Les Arroxines, en Morcín.
Entre castaños, robles, abedules y acebos, la naturaleza se muestra en todo su esplendor. Los ruidos de la ciudad desaparecen y la espesura boscosa envuelve a pocos metros de la zona urbana.
Desde el camino principal, diversos senderos se bifurcan para acceder a las fincas particulares. Todas ellas muestran un buen estado, fruto del trabajo y los cuidados de los vecinos de la zona. Entre la arboleda, numerosos animales como jabalíes, zorros, corzos o ardillas tienen su hábitat.
En la parte baja, la autopista A-63, que conecta Oviedo con La Espina, limita el bosque. Mientras que en la zona más alta, los nuevos depósitos de agua del Cristo ponen freno a la naturaleza. A los lados, la urbanización de Montecerrao y Latores enmarcan este lugar privilegiado.
AVISO: Las ruta descrita así como el track y waypoints los he descargado de mi GPS después de hacerla personalmente. Aún así, debéis de considerarlos meramente orientativos. Los tracks no marcan siempre el itinerario exacto, por tanto pueden contener errores, esto es debido a que durante la grabación por GPS la recepción de los satélites puede ser débil especialmente en zonas de barrancos, desfiladeros profundos, zonas de bosque espeso, etc. Queda a la responsabilidad de quien las realice, las medidas de seguridad apropiadas para cada dificultad, que dependerán de las CONDICIONES climatológicas, así como la preparación tanto técnica como física del que las realice.
Siempre recomiendo ir acompañado al monte, dejando aviso a un conocido o familiar de nuestro itinerario y tiempos previstos, llevar el teléfono con carga suficiente, agua, comida y abrigo adecuado a la época y recorrido a realizar.
Deja todo como estaba o mejor para que todos podamos seguir disfrutándolo y que las únicas huellas de tu paso sean las de tus botas.
Waypoints
Comments (6)
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UNA BUENA FORMA DE CONOCER OVIEDO Y ALREDEDORES
Ruta muy interesante. Saludos.
Donde empieza la Senda ?
Llegó en tren a Oviedo...
Sales de la estación y recorres toda la calle Uría.
Al final, ya puedes enganchar con el track de la ruta. Saludos
Muchas gracias revellín.
Buen finde...
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Information
Easy to follow
Scenery
Easy
La ruta estaba bien aunque la última parte, entre Latores y Oviedo, tras pasar cerca de una residencia, era un camino enfangado y lleno de maleza, que en algunas épocas del año puede ser difícil. En esa parte creo que es mejor seguir directo a Oviedo, aunque los más aventureros podrían querer pasar por el sendero.