Casicas del Portal-Molata de Charán-Poyato-Cortijo y cascada de Hondares-Paso del Toril. Anthercas

Accedemos desde la RM-15 Murcia-Caravaca por la MU 702, pasamos Archivel y el cruce al Campo de San Juan, vamos atentos para girar por la derecha a la altura del Cortijo Pernales (dirección Zaen), enlazamos con la carretera que viene del Sabinar hacia Benizar y aparcamos en las Casicas del Portal.

Arrancamos con 3° de temperatura, sensación térmica de frio mayor debido al viento reinante a 1200 m de altura, tomamos la pista enfrente del caserío para dejarla por una trocha pedregosa, asciende por la Vaguada de la Canalica entre areniscas, matorral y pequeñas sabinas moras (Juniperus phoenicea, aunque llegan a los 8 m lo vemos a menudo como arbusto, debido a su explotación y lentísimo crecimiento), nos lleva al vértice geodésico de Molata de Charán (1416 m); las vistas al Oeste nos permiten ver el Caparral de Bajil y la Fuensanta (1507 m), hacia el Sur el Calar de la Cueva de La Capilla con el Lanchar (1434 m), las Sierras del Frontón y de Los Álamos, al Este la Sierra de La Muela y al Norte, Calares de Mazuza, Puntal de Pliego, Cuerda del Cerezo, etc.

Descendemos hacia una cantera de piedra nogal (fachada en viviendas), pasamos por el paleokarst en la cabecera del Barranco del Agua, roquedo de color grisáceo del Paleoceno, reconocible por sus grandes formas redondeadas.
Ya por carril alcanzamos la aldea de Charán, en proceso de transformación para la mayoría de viviendas, con el fin de rehabilitarlas o adaptarlas al Turismo Rural, nos llama la atención un horno, al igual que un precioso madroño junto al que tomamos el mantente.

Seguimos por la pista para tomar desde la de la carretera de Zaén, un sendero con hitos que nos conduce al Poyato, esculpido camino empedrado usado antiguamente para ir a Moratalla, que desciende vertiginoso junto al paredón rocoso (cenajo) hasta convertirse en sendero, hacernos enlazar con la pista de entrada al Cortijo de Hondares de Abajo al que nos dirigimos (el de Arriba, estaba ya en ruinas, cuando hace muchos años pernoctaba en una de las habitaciones con chimenea del de Abajo, llegando a conocer la historia del mismo por boca del copropietario, mientras su borrico se zampaba mi espetec en un descuido por mi parte).

Terminada la inspección de lastimera conclusión, volvemos dando rodeo a retomar la pista de ida hacia el Collado Quintero, la abandonamos en el cruce al Barranco de Hondares, para coger el cortito sendero a la base de la Cascada de Hondares; al menos caen unos chorrillos de agua a la Poza de Las Tortugas; gozamos del precioso entorno para continuar sendero arriba, hasta torcer enfilando el muro rocoso aparentemente sin salida, aunque hay un estrecho paso, por el que sin complicaciones lo sobrepasamos, entonces aparece una pequeña falla de desplazamiento de rumbo o de desgarre, la exploramos dándonos la vez de paso debido a la estrechez de sus labios, hasta su corto pero abrumador final. Nos desplazamos unos pasos hacia el borde de la cascada para contemplarla desde arriba; el sendero se bifurca para salir a una pista, seguimos rectos al ser más espectacular aunque su corto final es monte a través.

Cruzamos el Arroyo de Hondares acortando por sendero junto al cortijo, seguimos por segunda vez la pista hacía el en enlace de subida, marcado con hitos, nos eleva un corto trecho monte a través a la pista por la que descendimos del Poyato; en una curva cerrada giramos por la izquierda, buscando una traza senderil esquiva y culebrera, que nos facilite el ascenso hacia el espectacular y fotogénico paso del Toril.

Tomando aire en el final de sus embutidas escaleras de mampostería, cuya masa pétrea impregnada de fósiles vimos desde abajo; disfruto del paisaje mientras acaban de incorporarse el resto de andarines.
Ramblizo arriba cortamos pista para llegarnos entre cultivos de lavandas a Casicas del Portal. De vuelta en coche tomamos un tremendo menú a 10 € en el Restaurante el Cortijo.

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