Castala - Loma del Sacristán - El Cerezo

Ruta hecha el 29 de junio de 2021. Es una ruta corta para no estar en el monte cuando aprieta el calor en esta época del año, pues dado que es un paraje con escasa humedad se hace poco llevadero el esfuerzo a partir de media mañana.

Lo más duro es la etapa desde Castala hasta la Loma del Sacristán pues en unos 2 km se hace un desnivel de algo más de 400 metros. El resto es de menor dificultad, aunque hay en el trayecto varios ascensos, todos ellos de menor entidad que el de este primer tramo. En todo momento caminamos por sendero y un poco de pista forestal al final. Son senderos bien marcados aunque para la Loma del Sacristán no hay señalización, sólo están señalizados los senderos principales. El terreno tiene bastantes tramos pedregosos en los que debemos tener precaución al colocar los pies para evitar torceduras y otros inconvenientes. Con frecuencia hay piedras sueltas que pueden hacernos resbalar, particularmente en las bajadas (unos bastones ayudan considerablemente). Casi todo el recorrido es sin sombra por lo que es necesario llevar sombrero (mejor que gorra). Por supuesto, dado que es la época calurosa del año, conviene llevar agua abundante pues hasta el paraje de El Cerezo no encontraremos agua.

El recorrido comienza en el aparcamiento de autobuses del parque periurbano de Castala (término municipal de Berja, Almería). En este lugar comienzan varios senderos, los tres más importantes son el PR-A-145 que se dirige al cortijo Clavero, el PR-A-336 que recorre algunas de las minas de Berja y el PR-A-337 que se dirige a los Lavaderos del Segundo. Al principio coinciden los tres senderos y hay señalización. Todos ellos comienzan en el final de la llamada rambla Costales.

Pronto se separa el PR-A-336 (Minas de Berja). Más adelante se separa el PR-A-337 (Lavaderos del Segundo), lugar hasta el que hemos venido bajo la sombra de los pinos, pero esto se acaba aquí mismo. Nosotros seguimos en todo momento por el PR-A-145 (Cortijo Clavero) hasta rebasar el barranco Pimentón. En ese punto sale un estrecho sendero, no señalizado, que sube paralelo al barranco. Si llegamos por el PR-A-145 desde el lugar donde se separa el PR-A-337, encontraremos el estrecho sendero a la izquierda, pero en nuestro caso hicimos un par de trochas y la segunda nos dejó un poco más adelante, por lo que hubimos de retroceder unos metros para continuar ruta, de manera que el estrecho sendero lo encontramos a la derecha.

Este sendero estrecho comienza paralelo al barranco Pimentón y tiene en todo momento bastante inclinación. Sin desviarnos de él (no hay cruces en este tramo) llegamos a la Loma del Sacristán. Esta loma separa el barranco Pimentón de la rambla Costales. Seguimos adelante y ahora bajamos de la loma hacia la rambla, pero sin llegar a ella. Encontramos un cruce en el que, si seguimos de frente (hacia la derecha) podremos llegar al cortafuegos que pasa por el paraje de la Retumba, y si seguimos a la izquierda regresaremos al PR-A-337. En esta ocasión elegimos la segunda opción. La bajada hacia el PR-A-337 se hace por un sendero bien construido, incluso tiene muros de piedra bien hechos, debe ser de los que hicieron los mineros de esta zona. En el cruce de este sendero con la rambla Costales pudimos ver una manada de cabras montesas, debía haber una docena aproximadamente. El sendero por el que vamos muere en el PR-A-337, al llegar a él seguiremos a la derecha. Es un tramo de sendero con escasa inclinación y va recorriendo la vertiente oeste de los cerros que enmarcan la Jeza (Dehesa de Berja). Llega un momento en que el sendero baja con una importante inclinación y para suavizarla está construido haciendo zetas (zig-zag), hasta que coincide de nuevo con el PR-A-336 (Minas de Berja). En el cruce seguimos a la derecha y poco después encontramos un antiguo horno de cal, una calera. Unos metros más adelante cruzamos la rambla de Castala y debemos subir un poco hasta llegar al cruce donde comienza el sendero de El Cerezo. En este cruce hay varios caminos posibles: el de la izquierda es de El Cerezo, el que sigue de frente es el PR-A-337, el que va a los Lavaderos del Segundo, y el que está más a la derecha (que parece empezar paralelo al anterior) es el PR-A-336 que en este tramo va paralelo a la rambla y la cruza (también viene bien para ir a la Jeza).

Elegimos el sendero de El Cerezo, un sendero bien construido y al principio no hay posibilidad de desviarse. Cruza varias cañadas, todas ellas avenan (cuando llevan agua) en la rambla de Castala. Tras dos cruces muy cercanos entre sí llegamos pasamos una cañada un poco mas importante, en ella han construido escalones y han instalado un cable de acero para ayudar a quiénes tienen miedo a las alturas, aunque lo cierto es que no hay ninguna dificultad. Poco después llegamos al paraje de El Cerezo, hay que dejar el sendero que nos ha traído hasta aquí y bajar hacia la rambla (sin llegar a ella) por otro corto tramo de sendero (desviación a la izquierda). Es un lugar en el que un reducido grupo de personas (que se hacen llamar Equipo Paco Porcel) han restaurado el lugar, hicieron un buen trabajo pues la fuente dejó de echar agua y ellos consiguieron volverla a poner en funcionamiento; también hay una mina y una especie de chabola, hecha con la piedra del lugar, en la que habitó un curioso personaje: el Dios de Castala. La chabola es un lugar de dimensiones reducidas y en su interior hay información sobre este personaje e intervenciones de los visitantes. Tristemente, la cama que usó el Dios de Castala, ha ardido debido a que muy cerca del paraje se produjo un incendio forestal hace unos meses (a finales de enero de 2021) pero, por suerte, el paraje se ha salvado de las llamas. Continúa el camino para volver a coincidir con PR-A-337, para ello seguimos por el mismo sendero que nos trajo a El Cerezo. Una vez en el PR-A-337 seguimos a la izquierda y todo es bajada. En este tramo el sendero es de bastante pendiente y tiene muchas piedras sueltas que pueden provocar resbalones, por lo tanto conviene extremar la precaución. Acaba el sendero en la pista forestal que va desde Castala a los Lavaderos del Segundo (y luego se adentra hacia las zonas de más altura de la sierra). En el lugar donde acaba el sendero hay unas estructuras metálicas de tubo pintado de verde que deben ser para que no pasen motos o bicicletas, aunque no parece que impidan bien el paso de estos vehículos. Una vez en este cruce, seguimos a la izquierda en el sentido descendente de la pista forestal hasta regresar al aparcamiento de Castala.