Castañar de Constantina

Muy otoñal ruta por el Castañar de Constantina, en el Parque Natural Sierra Norte de Sevilla. La inicio desde el aparcamiento del Hospital Sierra Norte, a la entrada de la localidad viniendo por la A-455. Subo unos metros por la calle Vicente Aleixandre, hasta dejarla por una pista asfaltada a la izquierda (antes de llegar a un albergue juvenil). Esta pista me lleva, por encima del hospital, hasta un camino de tierra, que continúo de frente y luego de cruzar el arroyo de la Villa dejo por una senda a la izquierda; después continúo a la derecha por una frondosa vereda, que se abre y deja ver los restos de la ermita de la Hiedra. A pesar de su declaración como BIC, hoy es una -evocadora- ruina, conservando el recinto exterior, la espadaña y una portada del siglo XVI que parece que perteneció al convento de San Francisco (trasladada aquí tras su destrucción por un incendio tras la Desamortización). Durante la Guerra Civil fue destruida en parte y saqueada (otros edificios religiosos del pueblo también sufrieron saqueo).

Sigo por el barrio de la Morería, con sabor árabe en el entramado de sus callejuelas adaptadas a la orografía del terreno; fue el núcleo más antiguo de la población, un arrabal formado en la ladera sur del cerro del Castillo tras la conquista cristiana (a fines del siglo XIII y principios del XIV), y la morería más importante del reino de Sevilla en el medievo. Y subo al Castillo, de época almorávide, aunque asentado sobre un castro romano (a los romanos se debe el nombre de la localidad, Constantia Iulia, en honor a Julio César). En 1810 fue ocupado por los franceses (según la tradición, murieron trescientos vecinos en los enfrentamientos con los napoleónicos). Se accede a su interior por una entrada acodada protegida por la Torre del Homenaje, llegando al patio de armas. Desde aquí bajo hacia la cuesta asfaltada por la que comienzo a caminar por el SL-A 143 o Sendero de Los Castañares.

Tras la subida inicial, continúo por un agradable camino de tierra junto a un muro de piedra de construcción tradicional en la comarca, y al poco a la derecha se ven las primeras masas de castaños, antes de que el camino se adentre en ellas. El castaño parece ser un árbol autóctono (aunque los romanos introdujeron especies orientales), que requiere suelos profundos y húmedos, y que tiene más usos aparte de la recolección de su fruto, y en concreto en esta parte se utiliza para producir varas en las atarazanas, con las que varear los olivos (también para tutores de plantas y antiguamente para duelas de toneles). Podremos ver “matas de castaño”, formadas por árboles de porte reducido, de hasta 4 metros de diámetro, con varetas alrededor (se recogen cada 5 años).
Llego a una bifurcación, donde el Sendero de Los Castañares continúa a la derecha en bajada, de vuelta al pueblo. Decido continuar un trecho más camino adelante (por aquí sigue la Georuta de los Castañares-Campovid, que también vuelve a Constantina por un trayecto más largo), antes de dar media vuelta y retomar el Sendero de Los Castañares, que continúa por el camino de las Erillas antes de entrar en el pueblo por la calle Venero.

De vuelta al punto de salida, hago un recorrido por sus principales monumentos, entre los que destaca la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, con su esbelta torre fachada. En su interior se produjeron enfrentamientos con las tropas nacionales cuando ocuparon el pueblo en agosto del 36; antes, las milicias populares habían perpetrado al inicio de la guerra asesinatos incluso con torturas y vejaciones públicas, y después los sublevados a su vez fusilarían en masa (casi un millar de personas, la cifra mayor en la provincia tras la capital).

Hoy afortunadamente el paseo por Constantina, especialmente por su Castañar, nos transmite una gran sensación de paz, permitiendo “absorber la atmósfera del bosque”: un auténtico shinrin yoku. Muy recomendable en esta época del año por el colorido de los árboles.