Castañar de El Tiemblo - Cerro de la Pedriza

Hoy vamos a El Castañar de El Tiemblo para explorar y conocer uno de los bosques más hermosos y singulares del Sistema Central. La mejor época para visitarlo sin duda es otoño para disfrutar del espectáculo de los colores de sus hojas. Nosotros fuimos a finales de noviembre cuando la mayoría de las hojas ya cubrían el suelo. Pero este bosque ejerce una magia vayas cuando vayas.

Para llegar al punto de partida hay que coger una pequeña carretera que sale del pueblo de El Tiemblo. Esta perfectamente señalizada y se circula bien a pesar de que los últimos kilómetros son de tierra.

Atravesaremos el bosque aprovechando el camino que parte del área recreativa de El Regajo, nuestro punto de partida. El camino es fácil y bien balizado.

Después del Refugio de Majalavilla una pequeña senda nos lleva hasta El Abuelo, monumental castaño, con más de 500 años de edad, de enorme perímetro (12,50 m) y 19 m de altura. Se encuentra dentro del Catálogo de Especímenes Vegetales de Singular Relevancia de Castilla y León. Este árbol como muchos otros que podemos contemplar durante la excursión, nos muestra un aspecto muy característico de los castaños: de su viejo tronco central en declive o incluso ya muerto surgen rodeándolo múltiples rebrotes en corona, sus vástagos, creciendo con vigorosa fuerza.

Desde El Abuelo seguimos un poco más cuesta abajo para llegar hasta La Abuela, otro castaño centenario que al estar mejor conservado impresiona más aún.

Retrocedemos hasta volver al sendero principal. Ahora transcurre paralelo al Arroyo de la Garganta de la Yedra. En el kilómetro 3 abandonamos el Camino del Castañar porque queremos añadir más distancia y desnivel a nuestra excursión (siguiendo un Track de LosK2delasKumbres).

Mientras vamos ascendiendo y ganamos altura el castañar deja paso a un robledal. Cuando llegamos a un collado giramos a la izquierda en paralelo a una alambrada que nos acompañará durante los siguientes kilómetros, siempre a mano derecha. La senda aparece y desaparece debajo de la hojarasca mientras que avanzamos. Aunque algunos tramos se convierten en un campo a través, la cerca siempre a la vista a nuestra derecha nos sirve de orientación.

Subimos al Cerro de la Pedriza a más de 1.300 m de altura desde donde tenemos unas preciosas vistas. Bajando unos metros desde la cima nos encontramos con un camino que nos lleva en suave descenso de vuelta a nuestro punto de partida.

Para comer vamos hasta San Martin de Valdeiglesias a nuestro restaurante favorito, Valleyglesias. Se come estupendamente y a buen precio.

Ruta espectacular e imprescindible para los amantes de la sierra. Si es posible evitar ir en fines de semana que aparentemente está muy concurrida.