Castañar de Lanjarón-Acequia Montalbán 9-MAY-21 IBP 62

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Esta es una ruta realmente espectacular, de las más bonitas que se pueden hacer por la Alpujarra y muy accesible. Ascendemos por el barranco del río Lanjarón por el empedrado camino que va a Tello, disfrutando de las preciosas vistas del valle, las altas cumbres de Sierra Nevada y la costa. Nos encontraremos con grandiosos castaños. Bajaremos al río Lanjarón, en un paraje escondido y muy frondoso. Retornaremos a Lanjarón acompañando la acequia Montalbán, caminando por el borde de la misma y pasando por una preciosa cascada. Es una ruta que no se olvida.

Partimos desde el pueblo de Lanjarón. Nosotros hemos dejado el coche hacia el final del pueblo, junto al río. En este lugar se encuentra una de las eras que aún se conservan en el pueblo.

Al cruzar el río parte un camino que va ascendiendo río arriba. Pasamos junto a la fuente Hoya del Grillo. Un poquito más adelante se inicia el sendero Lanjarón-Tello, PR-A 34. Es un sendero empedrado, con bastante pendiente que va ascendiendo hasta la Casa Forestal de Tello. Solo tenemos que seguir el sendero, que está bien señalizado con marcas blancas y amarillas. Cruzamos un par de pistas sin desviarnos del sendero.
Durante el ascenso disfrutamos de magníficas vistas hacia Sierra Nevada. Al fondo tenemos el río Lanjarón y en la ladera de enfrente magníficos ejemplares de castaños, por detrás divisamos Lanjarón, la presa de Rules y la costa.

Atravesamos uno de los castañares más frondosos de la zona, el castañar de Patatún, aunque ya no quedan tantos castaños como los que tuvo en otra época. Es un lugar fresco, en el que pequeños arroyos atraviesan el sendero permitiendo un pequeño oasis de frescor si la ruta la hacéis en época de calor.

Un poco más arriba, a unos 1200 m de desnivel abandonamos el sendero por una pequeña senda poco marcada que desciende hacia un pequeño cortijo a nuestra izquierda. Al llegar al cortijo lo bordeamos por la derecha en busca del descenso al río.
Hay una senda que baja al fondo del mismo. Este es un entorno precioso, escondido en el fondo de profundos tajos el agua desciende por pequeños saltos entre las rocas, rodeados de frondosa vegetación. Aquí hay un puente que nos permite cruzar al otro lado.

Nada más cruzar hay que ascender hacia una acequia que se observa en la parte superior, la acequia Montalbán. Al principio la senda que va sobre la acequia está muy expuesta sobre el barranco, pero han colocado una barandilla, lo que evita el peligro de caída.

Seguimos la acequia. En un pequeño barranco nos vamos a encontrar una preciosa cascada. En un punto abandonamos la acequia para descender por un sendero que pasa junto a un gran depósito de agua. Ahí enlazamos con la acequia de nuevo. Habrá que abandonarla otra vez en un lugar en que la acequia vuelca sus aguas formando una pequeña cascada, para retomarla de nuevo más adelante.

Dejamos definitivamente la acequia cuando conectamos con una pista de hormigón. En ese punto iniciamos el descenso hacia Lanjarón. En parte vamos a ir por el Sendero Bordaila-Acequia Nueva.

El sendero de descenso va cruzando los caminos que van a los cortijos de la zona, y en algunos tramos hay que ir por la pista. Llegaremos a Lanjarón por el Barrio Hondillo con sus populares tinaos. Regresamos al punto de origen, pasando junto a la Ermita de San Sebastián.