Castañar de Manzanedo de Valdueza

Punto de partida: Manzanedo de Valdueza.
Espacio protegido:
Época recomendada: Todo el año, especialmente durante el otoño.
Elementos de interés: Bosque de castaños y la ermita de Santa María de los Escayos. También merece la pena acercarse al tejo milenario de San Cristóbal de la Valdueza.
Tipo de camino: Pista de tierra correctamente balizada por el ayuntamiento de Ponferrada.
Servicios: Los establecimientos más cercanos se encuentran en Ponferrada.

Descripción del itinerario.

El castañal o castañar de Manzanedo de la Valdueza es una de las mejores representaciones de castaños no solo de El Bierzo sino de toda la cornisa cantábrica. Su amplia población acompañada del enorme tamaño y longevidad de algunos de ellos hacen de este recorrido una experiencia difícilmente de olvidar.

El inicio de la ruta lo encontramos a la entrada de Manzanedo donde podemos dejar el coche junto a una cancha de baloncesto y una fuente (figuras 1 y 2). Rápidamente recorreremos la pequeña localidad por su calle principal hasta tomar un desvío hacia la izquierda en ligero ascenso (figuras 3 y 4). Es importante fijarse bien en este punto pues hay hasta tres posibles entradas al castañar. La primera pista pasa por el depósito de agua donde se ven los ejemplares más grandes; la segunda es la que emplearemos para la ida y la más baja, paralela al arroyo, será la que utilicemos para la vuelta. Antes de entrar en el bosque conviene echar una vista atrás y ver las bonitas vistas que tendremos de Manzanedo (figura 5).

Caminar a través del castañal será muy cómodo pues la pista es ancha y completamente llana, ideal para todo el mundo aunque en días lluviosos y con la caída de la hoja y de las castañas es conveniente ir bien preparado (figuras de la 6 a la 15).

El recorrido se dirige hacia una perfecta atalaya hacia los montes de la Valdueza, un paraje conocido como "Villarino" donde se asientan los restos de la ermita de Santa María de Escayos, una joya del prerrománico que desgraciadamente se encuentra abandonada (figuras 16, 17, 18 y 19).

Tras visitar la ermita y hacer un breve parón volvemos al camino para avanzar ahora a través de robles y alguna que otra encina (figura 20). En el kilómetro 2 abandonaremos la pista para tomar un giro hacia la derecha donde se descubre una preciosa vista hacia los montes más cercanos de la Valdueza, donde destaca el pico Águilas (figuras 21 y 22).

Ahora toca descender por una zona no tan bien acondicionada poblada por un joven robledal cuya cobertura es cortada por algún que otro castaño cuyas dimensiones nada tienen que ver. Sin duda que son los protagonistas de este recorrido (figuras 23 y 24).

El último kilómetro está marcado por el encuentro con el arroyo de Manzanedo, cuyas aguas tendremos que remontar para llegar a nuestro punto de partida. El ambiente en esta zona es el ideal para la proliferación de castaños pues las condiciones ambientales no son adversas y sí muy húmedas con suelos profundos (figuras 25, 26 y 28).

Los últimos 500 metros les realizaremos en ascenso, apenas serán 100 metros de desnivel, para entrar en Manzanedo por su extremo oeste, donde se ubica el cementerio y otra nueva fuente (figuras 27 y 29).

Impresiones.

Es importante saber y conocer que los castaños tienen dueño y que, durante la caída de su fruto, la castaña, muchas familias viven de ellas, por lo que NO ES POSIBLE salir de la pista reflejada en el track y menos aún apañar castañas.