Castejón de Sos - Sos - Liri - Castejón de Sos (ruta del Solano)
near Castejón de Sos, Aragón (España)
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Trail photos
Itinerary description
Extraído del blog de Carlos Bravo Suarez:
http://carlosbravosuarez.blogspot.com/2020/09/excursion-por-algunos-pueblos-del.html
http://carlosbravosuarez.blogspot.com/2020/05/el-centro-excursionista-ribagorza-y-el.html
El recorrido empieza y termina en Castejón de Sos y pasa por las pequeñas localidades de Sos, Liri y Arasán, tres de los llamados pueblos del Solano. Se trata de una de las veintiuna rutas circulares seleccionadas hace unos años por la Comarca de la Ribagorza y, por lo tanto, señalizada con unas placas rectangulares de color verde que hacen más fácil seguir el camino. Es un itinerario de 11,3 km, con un desnivel de 450 m., que se puede hacer en algo más de tres horas o prolongarlo hasta unas cuatro, visitando tranquilamente los pueblos y alargando un poco más las paradas.
Iniciaremos el recorrido en la Avenida El Ral, carretera y principal arteria de Castejón de Sos. Subiendo por ella, buscaremos la señalización en una calle a la izquierda, la calle Valle Sositana, que tomaremos dejando a nuestra derecha otra calle más estrecha que nos lleva a la antigua iglesia parroquial de San Sebastián, hoy convertida en Centro Cultural para exposiciones y conciertos. Saldremos del pueblo por pista ancha y enseguida, señalizada a nuestra derecha, veremos otra que conduce a Arasán; este será nuestro camino de retorno. En este primer tramo de recorrido, debemos estar atentos a las marcas para no confundirnos con otro sendero local, en parte coincidente con el nuestro, que se conoce como el Camino del Ocho. Nosotros pasaremos junto al cementerio y una borda, por espacio abierto, entre prados y campos y teniendo como fondo vistas del Tozal de Box, la Tuca de Cambra, el Collado de Sahún y la Sierra de Chía. Y con Sos enfrente en lo alto como primer objetivo de nuestro recorrido.
Nos adentraremos luego en un sendero flanqueado por paredes de piedras, umbrío y de gran belleza, cubierto de vegetación, con bosque de avellanos, fresnos y quejigos que apenas dejan que penetre en él el sol. Tras cruzar algún barranco, el camino se hace más estrecho y se va elevando progresivamente hacía Sos, proporcionándonos magníficas vistas de Castejón y sus explanadas y prados próximos. Al cabo de algo más de una hora desde el inicio de la excursión, llegaremos a Sos y a su iglesia de San Andrés, con su interesante portada y su magnífico ábside románico. Es una construcción originaria del siglo XII, muy transformada por añadidos de los siglos XVI y XVII, entre ellos, la anexa abadía o residencia del párroco, hoy convertida en vivienda particular.
Desde su iglesia, podemos bajar a ver el recoleto pueblo de Sos, con algún arco y portada interesantes y con su vieja fuente lavadero, histórico lugar de encuentro de sus vecinos. Al parecer, Sos tuvo una mayor importancia histórica en época medieval y su castillo podría documentarse ya en el siglo X. La comarca circundante sería denominada en aquel tiempo Sositania o valle Sositano, y tendría una cierta autonomía dentro del pequeño condado ribagorzano que pugnaba por extenderse hacia el sur. Según parece desprenderse de algunos documentos históricos, en ese lugar tuvo su última residencia la condesa Mayor que, repudiada por su marido el conde de Pallars, se habría refugiado aquí, donde habría muerto y estaría enterrada en una iglesia sobre la que se habría construido la actual. La escritora Marisa García Viñals ha novelado en su libro “Voces tras las sombras” (Editorial Milenio, Lérida, 2007) este posible episodio histórico.
Desde Sos hasta Liri se tarda aproximadamente media hora. Pasaremos al principio por el mirador del Valle de Sositana, junto a la pequeña capilla de Santa Lucía, y tomaremos, a su izquierda, un estrecho sendero flanqueado por muros de piedra y algo cerrado por la vegetación. Al poco rato, encontraremos un desvío a la izquierda que, en cien metros de corta subida, nos conduce a la pequeña ermita y mirador de San Marcos, ya pertenecientes al pueblo de Ramastué. Merece la pena acercarse, detenerse un poco en el lugar y contemplar desde allí las amplias vistas que ofrece. Volvemos al sendero señalizado y, tras una corta pero pronunciada bajada, llegaremos al barranco de Ramastué que, con escaso caudal, cruzaremos sin problemas, pasando por un hermoso rincón, húmedo, bucólico y muy verde y frondoso. Tras la subida, a los pocos minutos llegaremos a Liri (Llire en patués), un bonito pueblo, situado en las faldas del pico Gallinero, a 1325 m. de altitud, con el barranco del mismo nombre que lo cruza escalonado y con la impresionante iglesia de San Martín, de los siglos XVI y XVII, situada sobre un peñasco y con aires de fortaleza militar.
De Liri a Arasán, el camino señalizado, que se recorre en una media hora, transcurre por carretera. Es fácil que, si el día es propicio para el vuelo, en este tramo veamos algunos parapentes de diferentes colores surcando los cielos. Es esta zona unos de los paraísos para la práctica de este deporte. Un poco antes de llegar a Arasán, dejaremos a nuestra izquierda una pequeña y humilde capilla dedicada a Santa Bárbara, de las mismas características constructivas que otras próximas, como la ya vista de Santa Lucía en Sos. Siempre merece la pena hacer un pequeño alto en el camino y visitar Arasán, un pequeño pueblo calle con algunas casas de interés, un curioso lavadero enmarcado bajo una bóveda y, al final de su escaso caserío, la iglesia parroquial de la Asunción que alberga una interesante talla de madera de un Cristo de los Milagros.
Retornamos a la carretera y buscamos a la derecha el camino que en unos cuarenta minutos nos lleva a Castejón. El primer tramo es un poco incómodo por lo pedregoso (antes fue camino empedrado) y porque, además, suele bajar por él el agua de una acequia. Después se cruza el barranco del Pedral y, tras un bello tramo umbrío flanqueado de fresnos, bojes y algún cerezo silvestre, llegaremos a una borda, llamada del Baile, donde hay que tomar el camino a la izquierda para evitar equivocarse. En la siguiente bifurcación hay que seguir el de la derecha, pues el de la izquierda nos llevaría a Bisaurri. Cada vez más cerrado por la vegetación, el sendero se topa con la carretera del Solano, que debemos cruzar mirando las marcas de continuidad del otro lado. Finalmente llegaremos a campo abierto y alcanzaremos Castejón de Sos, volviendo al punto de partida, cerrando el círculo y concluyendo nuestra excursión.
(Artículo publicado en el número del mes de abril de 2020 de la Revista Guayente)
http://carlosbravosuarez.blogspot.com/2020/09/excursion-por-algunos-pueblos-del.html
http://carlosbravosuarez.blogspot.com/2020/05/el-centro-excursionista-ribagorza-y-el.html
El recorrido empieza y termina en Castejón de Sos y pasa por las pequeñas localidades de Sos, Liri y Arasán, tres de los llamados pueblos del Solano. Se trata de una de las veintiuna rutas circulares seleccionadas hace unos años por la Comarca de la Ribagorza y, por lo tanto, señalizada con unas placas rectangulares de color verde que hacen más fácil seguir el camino. Es un itinerario de 11,3 km, con un desnivel de 450 m., que se puede hacer en algo más de tres horas o prolongarlo hasta unas cuatro, visitando tranquilamente los pueblos y alargando un poco más las paradas.
Iniciaremos el recorrido en la Avenida El Ral, carretera y principal arteria de Castejón de Sos. Subiendo por ella, buscaremos la señalización en una calle a la izquierda, la calle Valle Sositana, que tomaremos dejando a nuestra derecha otra calle más estrecha que nos lleva a la antigua iglesia parroquial de San Sebastián, hoy convertida en Centro Cultural para exposiciones y conciertos. Saldremos del pueblo por pista ancha y enseguida, señalizada a nuestra derecha, veremos otra que conduce a Arasán; este será nuestro camino de retorno. En este primer tramo de recorrido, debemos estar atentos a las marcas para no confundirnos con otro sendero local, en parte coincidente con el nuestro, que se conoce como el Camino del Ocho. Nosotros pasaremos junto al cementerio y una borda, por espacio abierto, entre prados y campos y teniendo como fondo vistas del Tozal de Box, la Tuca de Cambra, el Collado de Sahún y la Sierra de Chía. Y con Sos enfrente en lo alto como primer objetivo de nuestro recorrido.
Nos adentraremos luego en un sendero flanqueado por paredes de piedras, umbrío y de gran belleza, cubierto de vegetación, con bosque de avellanos, fresnos y quejigos que apenas dejan que penetre en él el sol. Tras cruzar algún barranco, el camino se hace más estrecho y se va elevando progresivamente hacía Sos, proporcionándonos magníficas vistas de Castejón y sus explanadas y prados próximos. Al cabo de algo más de una hora desde el inicio de la excursión, llegaremos a Sos y a su iglesia de San Andrés, con su interesante portada y su magnífico ábside románico. Es una construcción originaria del siglo XII, muy transformada por añadidos de los siglos XVI y XVII, entre ellos, la anexa abadía o residencia del párroco, hoy convertida en vivienda particular.
Desde su iglesia, podemos bajar a ver el recoleto pueblo de Sos, con algún arco y portada interesantes y con su vieja fuente lavadero, histórico lugar de encuentro de sus vecinos. Al parecer, Sos tuvo una mayor importancia histórica en época medieval y su castillo podría documentarse ya en el siglo X. La comarca circundante sería denominada en aquel tiempo Sositania o valle Sositano, y tendría una cierta autonomía dentro del pequeño condado ribagorzano que pugnaba por extenderse hacia el sur. Según parece desprenderse de algunos documentos históricos, en ese lugar tuvo su última residencia la condesa Mayor que, repudiada por su marido el conde de Pallars, se habría refugiado aquí, donde habría muerto y estaría enterrada en una iglesia sobre la que se habría construido la actual. La escritora Marisa García Viñals ha novelado en su libro “Voces tras las sombras” (Editorial Milenio, Lérida, 2007) este posible episodio histórico.
Desde Sos hasta Liri se tarda aproximadamente media hora. Pasaremos al principio por el mirador del Valle de Sositana, junto a la pequeña capilla de Santa Lucía, y tomaremos, a su izquierda, un estrecho sendero flanqueado por muros de piedra y algo cerrado por la vegetación. Al poco rato, encontraremos un desvío a la izquierda que, en cien metros de corta subida, nos conduce a la pequeña ermita y mirador de San Marcos, ya pertenecientes al pueblo de Ramastué. Merece la pena acercarse, detenerse un poco en el lugar y contemplar desde allí las amplias vistas que ofrece. Volvemos al sendero señalizado y, tras una corta pero pronunciada bajada, llegaremos al barranco de Ramastué que, con escaso caudal, cruzaremos sin problemas, pasando por un hermoso rincón, húmedo, bucólico y muy verde y frondoso. Tras la subida, a los pocos minutos llegaremos a Liri (Llire en patués), un bonito pueblo, situado en las faldas del pico Gallinero, a 1325 m. de altitud, con el barranco del mismo nombre que lo cruza escalonado y con la impresionante iglesia de San Martín, de los siglos XVI y XVII, situada sobre un peñasco y con aires de fortaleza militar.
De Liri a Arasán, el camino señalizado, que se recorre en una media hora, transcurre por carretera. Es fácil que, si el día es propicio para el vuelo, en este tramo veamos algunos parapentes de diferentes colores surcando los cielos. Es esta zona unos de los paraísos para la práctica de este deporte. Un poco antes de llegar a Arasán, dejaremos a nuestra izquierda una pequeña y humilde capilla dedicada a Santa Bárbara, de las mismas características constructivas que otras próximas, como la ya vista de Santa Lucía en Sos. Siempre merece la pena hacer un pequeño alto en el camino y visitar Arasán, un pequeño pueblo calle con algunas casas de interés, un curioso lavadero enmarcado bajo una bóveda y, al final de su escaso caserío, la iglesia parroquial de la Asunción que alberga una interesante talla de madera de un Cristo de los Milagros.
Retornamos a la carretera y buscamos a la derecha el camino que en unos cuarenta minutos nos lleva a Castejón. El primer tramo es un poco incómodo por lo pedregoso (antes fue camino empedrado) y porque, además, suele bajar por él el agua de una acequia. Después se cruza el barranco del Pedral y, tras un bello tramo umbrío flanqueado de fresnos, bojes y algún cerezo silvestre, llegaremos a una borda, llamada del Baile, donde hay que tomar el camino a la izquierda para evitar equivocarse. En la siguiente bifurcación hay que seguir el de la derecha, pues el de la izquierda nos llevaría a Bisaurri. Cada vez más cerrado por la vegetación, el sendero se topa con la carretera del Solano, que debemos cruzar mirando las marcas de continuidad del otro lado. Finalmente llegaremos a campo abierto y alcanzaremos Castejón de Sos, volviendo al punto de partida, cerrando el círculo y concluyendo nuestra excursión.
(Artículo publicado en el número del mes de abril de 2020 de la Revista Guayente)
Waypoints
Comments (3)
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Nuestro agradecimiento a Carlos Bravo Suarez por su estupendo blog que es un compendio de numerosas rutas y reseñas de gran interés.
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Information
Easy to follow
Scenery
Easy
Buen paseo para el invierno
Muchas gracias ruta muy bonita.
Día lluvioso, camino cómodo, bastante bien marcado.
Al salir de Liri, hemos cogido camino marcado que abandonaba la carretera que es por donde marcaba el track.
Al pasar Liri el camino va por el barranco que en época de deshielo puede que haya demasiada agua.
Nos hemos quedado con ganas de ver la cascada.